Es el reemplazo del Grandland X, un SUV de tamaño medio (mide 4,48 metros de longitud) que llegó al mercado en 2017 (prueba y más información). No es una nueva generación, aunque los cambios a nivel estético son importantes, tanto en el exterior como en el interior. Además, desaparece la letra X de la denominación, por lo que ahora se denomina Opel Grandland. Está a la venta desde 31 696 euros con un motor de gasolina de 131 caballos (todos los precios de la gama Grandland 2022).
Lo mejor de este coche es que rueda con suavidad y transmite confianza al conducirlo, tiene un habitáculo espacioso para usar en familia y el equipamiento puede ser abundante. La gama de motores es variada, con opciones de gasolina, Diesel y versiones híbridas enchufables. Ninguno es particularmente brillante, pero no por ello son desaconsejables.
Por precio, no aparece en una posición ventajosa frente a sus alternativas en este listado de precios de los SUV de entre 4,4 y 4,7 metros de longitud. La versión híbrida enchufable menos potente, de 224 CV, está a la venta desde 45 852 euros, por encima del Citroën C5 Aircross y el Peugeot 3008 con el mismo sistema de propulsión, el Mitsubishi Eclipse Cross PHEV de 188 CV o el Cupra Formentor de 204 CV (listado de SUV híbridos enchufables).
Los cambios estéticos que Opel ha introducido en el frontal alinean al Grandland con el lenguaje de diseño iniciado por el Mokka 2021 y el Astra 2022. La característica visual más llamativa es la parrilla (prácticamente carenada y de color negro) y su integración con los faros, con los que parece formar una única pieza.
El aspecto del interior cambia de manera sustancial y, como el frontal, asemeja la línea de diseño abierta por el Mokka. Hay dos pantallas, una de 12 pulgadas para la instrumentación (de serie) y otra, de «hasta 10 pulgadas» para el sistema multimedia (es son compatible con Android Auto y Apple CarPlay). Las dos pantallas están dispuestas una a continuación de la otra, formando lo que Opel denomina «Pure Panel». La pantalla para la instrumentación es de serie; la del sistema multimedia puede ser más pequeña. Los mandos mecánicos para el manejo sistema de climatización no desaparecen y siguen estando ubicados en la parte inferior del salpicadero, un acierto bajo nuestro criterio.
Los puntos fuertes del Grandland son el confort y el silencio de marcha, que están por encima de la media, y el espacio interior, que es suficiente para que cuatro adultos grandes viajen cómodos (tabla comparativa de mediciones). Sobre esto último hay más información en las Impresiones del interior del modelo precedente. Aunque el aspecto del interior ha cambiado, sigue teniendo unos acabados más sencillos que, por ejemplo, un Peugeot 3008, con el que comparte plataforma. No obstante, la presentación es vistosa y todo parece estar bien ensamblado. Respecto al 3008, además, tiene un puesto de conducción más ergonómico.
La gama de motores está compuesta por una versión Diesel (1.5 de 131 CV), una de gasolina (1.2 de 131 CV) y dos híbridas enchufables (de 224 y 300 CV). Hay cajas de cambios manuales y automáticas en función de la versión, y la tracción es en las ruedas delanteras salvo en la versión híbrida enchufable más potente, que es total. La gama es muy parecida a la del Grandland X anterior; se diferencia porque ahora han desaparecido algunas versiones (listado de todas las versiones del Opel Grandland X).
He probado muy brevemente el de gasolina de 131 CV y el híbrido enchufable de 224. El primero ya lo probamos en el modelo anterior y nos gustó por suavidad de funcionamiento en la mayoría de situaciones, buen nivel de prestaciones y consumo razonable si se utiliza de manera normal (Impresiones de conducción del Grandland X). Es, en definitiva, un motor de acceso suficientemente bueno, con mucha probabilidad, para la mayoría de usuarios.
Al probar inmediatamente después el híbrido enchufable se agradece el nivel de prestaciones que, como es esperable, no tiene nada que ver. La experiencia es más refinada en conjunto porque el apoyo del motor eléctrico hace que el térmico tenga que trabajar menos. Opel ha aumentado la autonomía homologada en modo eléctrico de 57 a 61 km, pero no parece que la real esté próxima a esa cifra. En un trayecto por vías secundarias, a ritmo normal y con una temperatura exterior de 14ºC, el nivel de carga pasó del 100 al 50% en tan sólo 16 km. Tendremos que probarlo detenidamente para poder profundizar en estos asuntos.
Más allá de los motores, la conducción del Grandland deja buenas impresiones. La suspensión es equilibrada porque consigue aislar bien a los ocupantes de los baches sin descuidar un buen nivel de control sobre la carrocería. No es un coche de tacto preciso, sino que tiene una orientación clara hacia el confort, pero sí que genera confianza para conducir deprisa y responde bien ante situaciones comprometidas, algo que ya comprobamos en la maniobra de esquiva del modelo anterior, donde los resultados del coche fueron particularmente buenos. Dicho esto, el incremento de peso de la versión híbrida enchufable se nota con claridad (no es para menos; hay más de 350 kg de diferencia entre uno y otro, ficha técnica comparativa); sin llegar a empeorar notablemente, sí que tiene unas reacciones más aparatosas y menos agilidad para cambiar de apoyo que la versión con el motor de gasolina de 131 CV.
Los faros son siempre de ledes, pero hay dos tipos, unos básicos y otros más avanzados llamados IntelliLux LED Pixel Light. Estos tienen función matricial gracias a los 84 diodos que hay en cada faro (son los mismos que los del Opel Insignia).
Otra tecnología novedosa en el Grandland y que está relacionada con la conducción de noche es el sistema Night Vision. Se trata de un sistema de visión nocturna que utiliza una cámara de infrarrojos para detectar seres vivos (personas y animales) a una distancia de hasta 100 metros por delante. La presencia de estos se señala en el panel del cuadro de instrumentos.
El volumen del maletero es de 514 litros, más o menos en la media de sus alternativas. Hay modelos como el Citroën C5 Aircross y el Hyundai Tucson que tienen uno más grande (580 y 620 litros, respectivamente) y muchos otros con un maletero menos capaz (listado de SUV de entre 4,40 y 4,60 metros de longitud, ordenados por el volumen de su maletero).
Hay tres niveles de equipamiento: Business Edition, GS Line y Ultimate. Es novedad en el equipamiento de ayuda a la conducción el sistema Highway Integration Assist, que no es otra cosa que el funcionamiento conjunto del programador de velocidad activo y el sistema de mantenimiento automático en el carril. Es lo que se conoce como un sistema de conducción asistida de nivel 2. Es decir, el coche puede mantener una velocidad y una distancia con el vehículo precedente y tomar curvas abiertas, pero el control de la dirección es solo momentáneo y siempre responsabilidad del conductor. Si el sistema detecta que el conductor no tiene las manos sobre el volante inicia una serie de alertas de advertencia. La omisión de estas desemboca en la desconexión de la función.