El Citroën C5 Aircross modelo-año 2022 es una actualización del C5 Aircross 2019. Cambia ligeramente el aspecto exterior e interior, el equipamiento de serie y opcional y la gama de motores, que es más reducida. Está en venta por 27 875 euros con un motor de gasolina de 131 CV. También hay un Diesel de la misma potencia y una versión híbrida enchufable de 224 CV que cuesta 43 050 euros (precios de toda la gama).
No hay novedades en lo que respecta al chasis, por lo que el tacto de conducción no ha cambiado. Este es uno de los vehículos más confortables del mercado, sin importar el tipo de carrocería. Tiene unos asientos anchos y cómodos y una suspensión blanda que filtra muy bien las irregularidades del asfalto. Se le atragantan un poco los baches abruptos, ante los que no consigue mantener el mismo nivel de suavidad. Con todo, el confort general es superior a la media de su segmento, en detrimento de la precisión en curva.
Mide 4,50 metros de longitud, tiene un habitáculo bien resuelto y cuenta con una funcionalidad que puede ser interesante: las tres plazas traseras son tres asientos individuales (imagen) que se pueden adelantar o retrasar (15 centímetros; imagen) y variar la inclinación de sus respaldos, aunque solo los laterales tienen anclajes Isofix.
Primeras impresiones
Hemos probado el C5 Aircross PureTech 130, que tiene un motor de gasolina de tres cilindros, 1,2 litros de cilindrada y 131 CV. La unidad en concreto iba equipada con el cambio automático de ocho relaciones EAT8. Esta versión no es una buena elección para aquellos que quieran un vehículo rápido, al que le cueste poco ganar velocidad. Es más bien para gente tranquila y sosegada, lo que casa bien con el carácter confortable y calmado del coche. Los pasajeros quedan bien aislado del ruido y las vibraciones del motor, por lo que la conducción a ese respecto es agradable.
El cambio automático hace su trabajo con disimulo, casi como si no estuviera ahí. Es suave y su velocidad de cambio, normal. Hay unas levas detrás del volante para su manejo manual, pero son más un adorno que otra cosa, pues, primero, el coche no invita a practicar una conducción animada en la que apetezca cambiar manualmente y, segundo, porque el cambio no siempre hace caso a lo que uno le pide. Pueden ser útiles, quizás, para incrementar la retención en una cuesta abajo. Las impresiones de conducción del C5 Aircross 2019 son aplicables al modelo 2022.
El habitáculo está recubierto con materiales de correcta calidad, agradables al tacto y bien rematados. Las pantallas del cuadro de instrumentos y del sistema multimedia están desfasadas con respecto a las de alternativas de reciente aparición, como el Renault Austral. Citroën debe mejorar el hardware (por ejemplo, con más definición y un mejor tratamiento antirreflejos) y el software (con gráficos más modernos y una interfaz más intuitiva).
Los asientos son los llamados Citroën Advanced Comfort, pero ahora cuentan con 15 milímetros más de espuma de relleno que los hacen ligeramente más cómodos que los del C5 Aircross 2019, aunque siguen sin dar una buena sujeción lateral. Pueden tener calefacción y función de masaje, pero no ventilación. Para ellos hay nuevas tapicerías de tela, Alcantara y cuero, según el nivel de equipamiento.
La fila posterior de asientos sobresale por el espacio a lo ancho, pero no por el disponible para las piernas y la cabeza. El maletero tiene un volumen de 580 litros, una buena cifra en relación a lo normal en su segmento. Más información del habitáculo en las impresiones del interior del C5 Aircross 2019.
Gama, precio y equipamiento
La gama de motores es más reducida que la del C5 Aircross 2019. Ahora solo se puede pedir con uno de gasolina de 131 CV (PureTech 130), otro Diesel de idéntica potencia (BlueHDi 130) y una variante híbrida enchufable con 224 CV y 55 km de autonomía en modo eléctrico (más información del C5 Aircross Hybrid). La caja de cambios puede ser manual de seis relaciones (de serie en las versiones PureTech y BlueHDi) o automática de ocho (de serie en Hybrid y opcional para el resto).
La versión más asequible es la PureTech 130. Cuesta 27 285 euros, por lo que se sitúa en un punto intermedio frente a sus numerosos rivales (listado comparativo de SUV de entre 4,4 y 4,6 metros de longitud con motor de gasolina de entre 120 y 150 CV). Para adquirir un C5 Aircross Diesel hay que desembolsar un mínimo de 30 070 euros. Es un precio parecido al de un KIA Sportage 1.6 CRDi de 136 CV, aunque el KIA lleva un sistema de micro hibridación que le permite portar la etiqueta ECO (el Citroën es C; ficha comparativa).
La versión híbrida enchufable de 224 CV cuesta 43 050 €. Hay pocas alternativas en el mercado y, de nuevo, se sitúa en un punto medio frente a todas ellas (listado).
Hay cuatro niveles de equipamiento: Feel, Feel Pack, C Series y Shine Pack. Todos ellos llevan de serie, entre otros elementos, faros de ledes, sistema de reconocimiento de señales de tráfico, climatizador de dos zonas, limpiaparabrisas automático, instrumentación mediante pantalla, receptor de radio digital o llantas de aleación (de 18 o 19 pulgadas).
Cambios introducidos en 2022
La parte delantera de la carrocería es donde hay más diferencias. Son nuevos los faros (que ahora son un solo bloque y no dos piezas), la parrilla y el paragolpes; el capó y las aletas no cambian. Las marcas brillantes que se ven en la parrilla (imagen) no son puntos de luz, sino inserciones cromadas. En la parte posterior, únicamente son distintos los pilotos, que tienen la misma forma pero un diseño interior completamente distinto.
A los cinco colores disponibles para la carrocería se añade uno nuevo, llamado Azul Eclipse. Los paquetes de color permiten cambiar el tono de los marcos de las tomas de aire frontales y de una moldura de los Airbump (las protecciones plásticas que hay en la parte inferior de las puertas); existen cuatro: Negro Brillante, Dark Chrome, Bronce Anodizado y Energic Blue. Los retrovisores son siempre de color negro.
En el habitáculo, Citroën ha sustituido la pantalla del sistema multimedia de 8 pulgadas por una nueva de 10. Esto ha obligado a recolocar las salidas del sistema de climatización, que pasan a estar debajo de la pantalla en vez de a los lados (imagen). El cuadro de instrumentos sigue siendo una pantalla de 12,3 pulgadas.
En la consola, se ha eliminado la palanca del cambio automático, que ha sido reemplazada por unos pequeños botones y un mando selector (imagen). En esta zona hay además dos tomas USB y una superficie de recarga inalámbrica.