Llevábamos meses con la idea de hacer una nueva prueba de larga duración. Es algo que siempre nos ilusiona pero que conlleva un esfuerzo adicional, por el tiempo que hay que dedicarle y por la inversión económica que supone para un medio como el nuestro. Una prueba de una semana nos cuesta entre 1300 y 1700 €, pero adquirir un coche en propiedad y hacerle más de 100.000 kilómetros multiplica por mucho esa inversión.

Cuando nos planteamos en km77 este tipo de prueba consideramos varios factores, entre ellos informar sobre una tecnología novedosa y el interés que hay sobre ese coche. De ahí que nuestras decisiones anteriores fuesen un Diesel (el primer SEAT León), un híbrido (el Toyota Prius), un cambio de doble embrague acoplado a un motor de poca cilindrada y sobrealimentación (el Volkswagen Golf 1.4 TSI 122 CV DSG) y un motor de gasolina tricilíndrico, también sobrealimentado (el Renault Clio TCe 90 CV).

El Toyota Prius que compramos en 2006 a los pies de la Torre Eiffel.

Para esta quinta prueba nos habría gustado un coche de hidrógeno, algo inviable dada la inexistente red de suministro de este elemento químico. Así que probar un coche eléctrico nos parecía una idea interesante desde el punto vista técnico y el fáctico. Con él íbamos a por poder informar de la realidad de este tipo de vehículos, de cómo es en estos momentos el día a día con un coche con esta tecnología.

Sopesamos los pros y contras de dos opciones y finalmente nos decantamos por el Model 3 por varios motivos. Tesla es una marca nueva de la que en pocos años habla casi todo el mundo, tiene una batería de gran capacidad y hay una red de recarga muy rápida (Supercargadores) extendida por las principales autovías de España (y de Europa). Esto nos aseguraba no tener el coche más tiempo parado que en movimiento, un asunto importante si queríamos hacer muchos kilómetros al año.

En rojo, los supercargadores que están funcionando. En gris, los previstos.

A mediados de enero de 2019 tomamos la decisión. Como la ilusión por estrenar un coche nuevo no se pierde ni cuándo es una herramienta de trabajo, queríamos empezar cuanto antes. Tenemos un amigo «reservista» —en 2016 efectuó una reserva de este coche por un importe de 1000 €— que prefería esperar un tiempo antes de comprar el coche y nos podía ceder su turno. Fecha prevista de entrega: «finales de febrero». Si lo comprábamos como un usuario nuevo (sin reserva), la fecha que aparecía en el configurador de Tesla era marzo.

Tardamos una semana en ponernos en marcha el proceso de compra y cuando fuimos a configurar nuestro coche ya aparecía como fecha de entrega marzo, independientemente de que usáramos la reserva o no. Así que optamos por no utilizar la recomendación y poder documentar la compra desde el principio.

Esta es la exposición de Tesla en el Centro Comercial Pozuelo (Madrid).

El 30 de enero, antes de realizar la operación, acudimos a un punto de venta de Tesla situado en un centro comercial de las afueras de Madrid. Queríamos saber la fecha exacta de entrega y resolver alguna otra duda. El Model 3, junto a un Model S, estaba expuesto en un pasillo de un centro comercial de Pozuelo, donde dos jóvenes comerciales y un par de mesas altas completaban la instalación (más imágenes).

El comercial fue atento y agradable pero no solucionó nuestra principal duda: la fecha de entrega. Habló de final de febrero o marzo, pero no sabía más. También nos informó a medias sobre el programa de recomendación (nos dijo que si lo comprábamos antes del 2 de febrero teníamos seis meses de gratuidad en los supercargadores; eso es así si pruebas el coche antes de comprarlo, si no, son nueve). No nos ofrecieron probar el coche en ese momento (en ese centro comercial es donde hacen las pruebas de conducción; en el aparcamiento había una sala acristalada con el logotipo de Tesla y algunos clientes conociendo los coches), entendemos que porque no tenían disponibilidad en el momento. Sí nos pidieron los datos de contacto para hacerlo más adelante.

A la mañana siguiente, en la oficina, realizamos y grabamos la compra.

Primer paso, obtener un código de recomendación. Tesla tiene un programa de recomendaciones por el cual los clientes que aporten nuevas ventas consiguen algunas ventajas (más información); por otra parte, el nuevo cliente también consigue algún beneficio. En nuestro caso, el programa vigente del 24 de diciembre de 2018 al 2 de febrero de 2019 proporcionaba la gratuidad de las recargas en la red de supercargadores Tesla durante nueve meses.

Bastó con bucear un poco con la ayuda de Google para localizar uno. Ese código (es un enlace que dirige a la web de Tesla) hay que utilizarlo desde el principio de la compra, no puede hacerse uso de él a posteriori.

El configurador de Tesla es muy sencillo de utilizar. Tiene un diseño fácil y hay pocas opciones para el usuario, dado que del coche sólo se podría elegir la potencia, el color de la carrocería, el del interior, si se quería el «Autopilot mejorado» y el tipo de llanta.

A fecha de publicación de este texto, en España, sólo hay dos versiones. Ambas de tracción total y con la batería de mayor capacidad, pero distinta potencia: 351 y 480 CV (Performance) Elegimos el primero (56.000 €; el otro costaba 66.900 €; ficha comparativa).

La versión menos potente costaba 59.300 €. El 1 de marzo de 2019 pasó a costar 56.000 € y desde el 20 de marzo cuesta 57.600 €.

El color que se ofrece de serie es el negro (negro Uber…), el resto tienen un sobrecoste. El «plata medianoche» y el «azul oscuro», que son metalizados, 1.600 €; el «blanco perla», 2.100 € y el rojo, 2.700 €, ambos multicapa. En un Mercedes-Benz Clase C son de serie dos pinturas; las metalizadas, que son siete, cuestan 1.081 €; las «designo» son tres y hay que pagar 2.741 €. Nosotros elegimos el azul.

Para el interior nos quedamos con la variante oscura. Hay otra con tapicería blanca (1.050 €) pero nuestra experiencia al probar el Model X, que tenía esa, fue que se ensuciaba con facilidad y se quedaba el azul de los pantalones vaqueros.

Por regla general en los coches que probamos recomendamos la medida de serie para las llantas. Las opcionales suelen ser más bonitas pero también de mayor diámetro, esto hace que el neumático tenga menos perfil de goma y por tanto menor capacidad de absorción de energía (más incómodos) además de que suelen ser más caros los neumáticos y más fáciles de dañar. En este caso, hemos seguido nuestra propia recomendación: nos quedamos las de serie, «llantas Aero» de 18 pulgadas, en vez de las 19” que tienen las opcionales (cuestan 1600 €).

Última decisión: «Autopilot mejorado». Por 5300 €, Tesla activa esta función de la cual dice: «Con el piloto automático mejorado, su coche podrá girar, acelerar y frenar por usted en casi cualquier carril. También cambiará de carril automáticamente en la mayoría de autopistas para adelantar coches o para desplazarse hacia cruces y salidas. Y con las frecuentes actualizaciones inalámbricas, siempre podrá acceder a nuestras características y funciones más avanzadas».  Es posible no pedirlo en la compra y activar estas funciones más adelante, cuando ya se tiene el coche (tras el pago de 7400 €, 2.100 € más a pesar de que no hay que instalar nada físico en el coche; es una activación vía programación).

Página con instrucciones para la recogida del coche y enlaces con las facturas. Parte del texto aparece en inglés.

Esto fue así cuando compramos el coche el 31 de enero: Desde entonces, Tesla ha cambiado dos veces el precio del Model 3 y el Autopilot se ha dividido en dos opciones. Hablaremos de ello con más detalle en otra entrada.

La compra se formaliza con el adelanto de 2000 € mediante una pasarela de pago seguro similar a la de cualquier otra operación de comercio electrónico. A partir de ese momento, en el área personal que se tiene en la web de Tesla aparece un formulario que hay que cumplimentar con el lugar de recogida del coche, pregunta si se va a dejar un coche usado a cambio y pide distintos documentos, que se suben directamente desde el mismo formulario.

Dos semanas después, celebramos el día de los enamorados mediante transferencia abonando los 64.980 euros restantes. Entre esta fecha y la de la señal, se pusieron en contacto con nosotros por correo y telefónicamente para solventar unos problemas con la documentación.

Mensaje de texto en el móvil avisando de la fecha de entrega, el 23F.

El 17 de febrero, domingo, tres días después de pagar el coche, nos llegó un aviso —por SMS y por email— con la fecha de entrega del coche: el 23 de ese mismo mes. Al día siguiente, nos llamó para confirmar la cita la persona que nos iba a entregar el coche y nos informó de que nuestro Model 3 estaba ya en Bélgica (donde los desembarcan) preparado para venir a España. Volvió a llamar el día 21 porque había un problema con la documentación que nos habían solicitado y que se solucionó rápidamente.  En estas llamadas nos pidió que el sábado fuésemos puntuales porque tenían que hacer muchas entregas y sólo disponían de media hora para cada coche. También nos dijo que nos mirásemos los vídeos que hay en la web para poder llevar lo básico aprendido.

El viernes, un día antes de la entrega, recibimos otro correo (de otra persona de Tesla) donde nos adjuntan la documentación provisional del coche y unos enlaces «para que revises antes de la entrega que te mostrarán el funcionamiento del coche, ya que el momento de la entrega será para resolución de dudas pendientes después de revisar los videos y las páginas de soporte». Los enlaces son estos:

Soporte y videos sobre el Model 3 (Llaves, carga, etc…)
App Tesla  
Beneficios para coches eléctricos

En el mismo correo nos proporcionan un PDF con indicaciones para llegar al lugar de la recogida. 

Durante el periodo de espera que va de la señal inicial a la entrega del coche, la comunicación con Tesla nos ha parecido correcta. Respondían sin demoras reseñables a los correos electrónicos, contactaron varias veces por teléfono para mantenernos informados y para solucionar los problemas que tuvimos con la documentación, en parte porque inicialmente no nos explicaron bien qué documento era el que necesitaban. Nos sorprendió gratamente recibir, en domingo, el mensaje con la fecha de entrega del coche y que esta se adelantase respecto a las previsiones («primeras semanas de marzo»).