Amigas y amigos,

Qué tal todo? Iba a celebrar con ustedes que se ha acabado el verano, pero -dadas las circunstancias- no me atrevo.

He visto que en Grecia ha llovido en dos días lo que había llovido en tres años y que se han formado lagos que podrían quedarse allí. La tormenta más salvaje de la historia del país. No sé porque les cuento toda esta mierda, por suerte moriré antes de que el cambio climático sumerja Barcelona. Bueno, espero morir antes de que Barcelona quedé perdida bajo las aguas como Atlantis.

Ayer se estrenó The walking dead: Daryl Dixon. A Daryl seguro que le recuerdan si alguna vez han visto The walking dead: es el fucker de pelo grasiento que tiene una ballesta y gusta hasta a los zombis. Acabada ya de exprimir la vaca de la serie original (que se alargó hasta convertirse en una turra inmisericorde), ahora llega el show para Daryl, que siempre fue uno de los personajes más queridos por los fans.

No les voy a engañar: si no son ustedes fans de The walking dead, no hace mucha falta que corran a ver esta nueva serie. Dicho esto, y habiendo visto dos capítulos, la verdad es que la cosa es bastante entretenida.

Dejé The walking dead hace ya siglos. Creo que me comí tres temporadas, volví por Negan en la sexta temporada porque ese cabrón sádico y su maldito bate de beisbol me hacían mucha gracia y porque he visto pocos villanos tan bien construidos.

Bueno, la cuestión es que Daryl ha vuelto y ahora le encontramos en Francia. Como no vi las últimas temporadas, no tengo ni idea de porque este señor ha acabado flotando frente a la costa de Francia, pero estoy muy a favor de que flote donde le dé la gana.

Para no separarse mucho de las líneas argumentales de su predecesora y nave nodriza, The walking dead: Daryl Dixon también tiene sectas, santos y muchos zombis. No es que inventen nada, pero se acercan más al espíritu de la propia serie original al inicio, cuando era adictiva.

En resumen y sin spoilers: entretenida que ya es mucho y un poquito de lo de siempre. Yo no creo que vaya a tener una gran continuidad, pero qué coño sabré de nada.

La otra cosa que he visto y que me ha sorprendido por la factura (impecable) es Misiones de espionaje. Ya, el título es una mierda como un piano, pero lo cierto es que el contenido es excelente si les interesa la geopolítica. Hablan del 11S, de Afganistán y de unas cuantas cosas más. Siempre con peña que estuvo en primera línea, sin mierdas de propaganda, solo contando de manera -casi- quirúrgica los hechos. Es verdad que siempre me han interesado los documentales y ya lo digo de entrada, pero es que si una cosa funciona, funciona.

Por cierto, a Daryl el de la ballesta le podéis ver en AMC (movistar +) y lo del espionaje en Netflix.

Yo estos días estoy repasando Los Soprano, porque uno recorre a lo seguro en tiempos difíciles, sobre todo ahora que una botella de aceite vale 800 euros. Me he alegrado de comprobar que Tony y Paulie y Silvio siguen en plena forma y que la serie no ha perdido ni un ápice de su potencia. También tengo una memoria terrible, así que puedo verlo como si fuera nuevo.

Les aconsejo que la repasen si no la han visto y que, si no la han visto, hagan el favor de verla lo antes posible.

No es broma. No me hagan repetirlo.

Abrazos,

TGR