Amigas y amigos,

Qué tal va todo?

Me voy a saltar hasta el parte meteorológico para ir directo al asunto.

Tienen ustedes en Prime Video (Amazon de toda la vida, vamos) una película llamada American fiction.

Ha pasado desapercibida porque esta semana en Prime solo quería hablar de ese artefacto llamado, ‘Reina roja’, pero es una de las mejores películas llegadas a cualquier plataforma en lo que llevamos de año.

La cosa va de un escritor afroamericano en pleno bloqueo creativo que un día, por gastarse una broma pesada a sí mismo, decide escribir un libro a las antípodas de su estilo habitual. Para ello, crea un alias: un presidiario, fugado de la justicia, que cuenta su propia historia.

La acaba y se la envía a su editor, un tipo ya desesperado porque su autor no vende una mierda, decide a su vez enviarle la obra a varias de esas editoriales que llevan años rechazando a su cliente. Como ya pueden imaginarse, el libro de mierda que el escritor ha pergeñado a modo de broma, recibe diversas ofertas con varios ceros.

No les contaré nada más porque no hemos venido aquí a hacer spoilers. Pero aquí les dejo un trailer:

Al protagonista le interpreta un increíble Jeffrey Wright, que es un actorazo al que le dan pocos papeles para que se luzca de verdad y que en American fiction se carga la película sobre sus espaldas y la lleva sin que parezca que le cueste demasiado. Aquí, en su papel de escritor frustrado con hombreras de intelectual que acaba siendo víctima de su propia boutade, me parece que se sale.

Por cierto, que no se me olvide decir que la película está nominada a cinco Oscar. Ahí es nada.

En las tripas de American fiction hay algo interesantísimo y en el que se nota la mano de su guionista, Cord Jefferson. Jefferson ya metió mano en la increíble Watchmen de Damon Lindelof, en Master of none y en Station 11. O sea, que el tipo tiene ya un currículo importante. El centro de esta película es esa idea de que la literatura afroamericana contemporánea es en realidad y en su inmensa mayoría un producto que explota un tópico (una mirada a un arquetipo de protagonista muy específico) que va destinado a una porción muy determinada del mercado: el hombre blanco atormentado que encuentra en este tipo de literatura un modo de expiar sus culpas. El problema es que -a su vez- ese arquetipo de lector genera una necesidad en las editoriales que ya solo buscan ese tipo de libros.

Conclusión: la literatura afroamericana está bien jodida por culpa de los tipos que -teóricamente- la consumen.

Además, el filme está construido sobre al armazón de una tragedia griega y, sin embargo, no podría ser más ligera en sus intenciones. Todo lo que en otra película se viviría como un drama inabarcable, pasa aquí como el agua de un rio: la ves fluir y hasta te parece relajante que no se pare por culpa de tus desgracias, que siga su camino.

Eso la hermana con títulos que me chiflan como Jóvenes prodigiosos o Entre copas, habitadas por perdedores a los que abrazarías porque te recuerdan un poco a ti cuando no te salen bien. Nota: en mi caso, la mayoría del tiempo.

En nuestro país, la película ni siquiera ha pasado por salas y ha ido directamente a Prime. No entiendo muy bien porque una película nominada a cinco estatuillas va directamente a una plataforma, pero qué demonios sabré yo de nada.

Solo puedo decirles que la tienen en Amazon, que es fabulosa y que cuando la acaben se sentirán mejores personas.

O no. Nunca se sabe.

Abrazos,

TGR