Volvo actualiza el XC90, su todoterreno tipo SUV de mayor tamaño, cuya carrocería mide 4,95 m. Es una alternativa al Audi Q7 (5,05 m), al BMW X5 (4,92 m) o al Mercedes-Benz GLE (4,92 m), por ejemplo. Por el momento hay pocos detalles sobre las novedades que recibe, por lo que aconsejamos complementar esta lectura con la prueba del modelo 2015, del que hicimos un extenso análisis que es muy útil para quien esté interesado en este coche. La fabricación del nuevo XC90 comienza en mayo de 2019 y, según Volvo, ya se pueden hacer pedidos, si bien aún no hay precios disponibles.
El cambio más significativo afecta a los motores, que reciben el apoyo de una nueva máquina eléctrica que permite recuperar energía durante las frenadas para almacenarla en una batería pequeña y ayudar al motor térmico aportando un extra de potencia. Volvo dice que este dispositivo permite reducir hasta un 15 % el consumo de carburante, si bien no cuenta más detalles sobre su funcionamiento. Las versiones que cuenten con este apoyo eléctrico se distinguen exteriormente por una insignia con una B. Además, seguirá disponible la versión híbrida enchufable T8 Twin Engine.
Exteriormente cambian la parrilla, las llantas y la gama de colores «entre otros detalles». Para el interior hay nuevos materiales de recubrimiento, uno de ellos una mezcla de lanas, nuevas posibilidades de personalización y más configuraciones de los asientos, pues ahora hay la posibilidad de elegir el XC90 con seis plazas. No obstante, en dependencia del nivel de equipamiento, también puede tener cuatro plazas (nivel Excellence), cinco o siete, como hasta ahora.
Los paquetes que compilan los asistentes de conducción reciben mejoras. Así, Volvo añade algunos elementos que introdujo en el XC60 2017. Uno de ellos es la actuación automática de la dirección, que tiene varias funciones. Una, ayudar a hacer maniobras de esquiva (dentro del paquete City Safety, que es como Volvo denomina al sistema de detección de obstáculos en entorno urbano con frenada de emergencia); dos, evitar la colisión lateral con vehículos que circulan en el ángulo muerto del espejo retrovisor (apoya al BLIS, Blind Spot Information System); tres, corregir la trayectoria del coche si el conductor invade el carril contrario por error (Oncoming Lane Mitigation system). Otra mejora es el sistema que detecta vehículos aproximándose al dar marcha atrás, que ahora cuenta con frenado automático. El sistema de frenado es ahora electrohidráulico, por lo que desaparece la conexión física entre el pedal y las pinzas de freno.
El sistema multimedia del XC90 2020 tendrá compatibilidad no solo con Apple CarPlay, como hasta ahora, sino también con Android Auto.