Se han estrenado 675 series esta semana y hasta alguna película.

Es posible que haya exagerado un poco, pero no demasiado. La cosa se ha vuelto tan masiva que es ya inmanejable.

Cada semana (por trabajo) veo siete u ocho series y otras tantas películas. Naturalmente, siempre se me escapan cosas y, algunas veces, esas cosas son buenas. La mayoría de las veces doy gracias por habérmelas perdido.

En diez días llega a España otra plataforma (otra más) que -supongo- aprovechará el hecho de que Netflix haya decidido apretar el acelerador con el bloqueo a las cuentas compartidas. La recién llegada se llama Skyshowtime y contiene más de 10.000 horas de programación. Se dice pronto, 10.000 horas.

Aún no hay una lista extensiva de todo lo que va a incluir, pero se sabe que los catálogos completos de Universal y Paramount estarán disponibles. Seguramente, no ya de entrada, porque entonces en lugar de 10.000 horas, serían 100.000. También tienen un buen número de series, y con un poco de suerte llegarán Tulsa King y Poker face. La primera la protagoniza Silvester Stallone y es un despiporre maravilloso sobre un gánster de Nueva York que al salir de la cárcel se ve obligado a trasladar su negocio a Tulsa; la otra es una serie cojonuda sobre una tipa que puede distinguir a cien kilómetros si estás mintiendo o estás diciendo la verdad. Si todo va bien, incluso podría llegar la legendaria Frasier, una de las mejores series de la historia, que ahora no está disponible en ninguna parte.

La cuestión es que ya no sé cuántas plataformas hay en nuestro país y cuánto dinero debería gastarse uno para tenerlas todas. Tampoco es que haga falta, pero resulta que al final el capitalismo audiovisual tampoco tiene freno. Si debo recomendar, creo que con Netflix, HBO, Fimin, Disney +, Prime video, Skyshowtime y Flixolé, lo tienes todo cubierto. Ahora en serio, no tengo ni idea. Supongo que la mejor para tapar esa necesidad de sentarse con la familia los viernes es Netflix. Si uno tiene niños pequeños, Disney +. Filmin para los muy cinéfilos y HBO para los nostálgicos de la edad dorada de las series.

Para lo demás, consulten a un vidente.

Esta semana recomiendo que se acerquen al cine a ver Ant-man and the wasp: quantumania… solo y exclusivamente si son fanáticos de Marvel. Si no es así, se la pueden saltar. La buena noticia es que solo dura dos horas y la mala noticia es que se hace muy larga. Lo cierto es que ya hace muchas, muchas películas que no conecto con Marvel. Ni con sus películas, ni con sus series, ni con sus nuevos superhéroes, ni con nada de nada.

Supongo que Endgame era tan grandiosa que ahora todo me parece poco, pero es que ni el Dr Strange, ni el último Spiderman, ni la tortura de Wakanda, ni el señor hormiga. Tampoco me interesa nada el multiverso (por lo menos hasta ahora) y los nuevos villanos no podrían importarme menos. La única que espero con cierta ilusión es la tercera entrega de Los guardianes de la galaxia, aunque el especial navideño fuera una basura de las que hacen época. Si no saben que había un especial de navidad, todo eso que se ahorran.

Y finalmente, les recomiendo la serie de Cormoran Strike en HBO. Clásica serie inglesa de impecable factura, bien dialogada, bien dirigida y con un sensacional dueto protagonista: Tom Burke y Holliday Grainger. Una de esas parejas que parecen sacadas de una novela de Dashiell Hammett, con química y aires de bareto lleno de humo donde todos llevan sombrero y pistola.

Hay tres temporadas. Háganme caso y échenle un ojo.

Hala, hasta pronto.

T.G.R.