He conducido solo durante media hora el Fiat 500 2021. Ha sido la versión de 118 CV, con la carrocería de techo de lona, por el centro de Madrid. Lo primero que me ha llamado la atención ha sido que rueda con más finura porque el aislamiento de las vibraciones que produce el contacto de los neumáticos con el suelo es mucho mejor. El acústico no puedo valorarlo, porque del 500 anterior no he probado una versión descapotable.
La aceleración que proporciona el motor es más que suficiente para desenvolverse por ciudad. Tarda 9,0 segundos en alcanzar los 100 km/h desde parado, el mismo tiempo que un Honda e, que es un poco más potente y también más grande (ficha técnica comparativa del Fiat 500 y el Honda e). Y aunque no es un coche explosivo en este sentido, cuando ya está en movimiento, la inmediatez de respuesta del motor eléctrico supone siempre una ventaja respecto a un coche de combustión. Fuera de núcleo urbano, donde no lo he conducido, seguramente también sea un vehículo suficientemente ágil en el que desplazarse. La velocidad máxima es de 150 km/h.
Hay tres modos de conducción llamados Normal, Range y Sherpa. Lo que más diferencia al primero de los otros dos es el nivel de retención del motor eléctrico, porque en el normal no se produce (al levantar el pie del pedal del acelerador el coche sigue avanzando por su inercia), pero en los otros se puede llegar a conducir el coche en muchas situaciones sin tener que usar el pedal del freno. El modo Sherpa está ideado para obtener la mayor autonomía posible. Y lo consigue limitando la velocidad máxima a 80 km/h, cambiando la respuesta del acelerador y desactivando el climatizador, la calefacción de los asientos y el desempañado de los retrovisores (el conductor puede reactivar todos los elementos si lo desea).
Cuando la autonomía es de 24 kilómetros o menos se activa automáticamente un cuarto modo de funcionamiento, el modo Tortuga. Limita la potencia y bloquea el consumo eléctrico de los componentes no esenciales.
También me ha parecido llamativo el consumo, que considero bajo. Al menos durante este trayecto de 32 minutos por el centro de Madrid a una velocidad media de 19 km/h. El ordenador del coche indicaba 14,9 kWh/100 km tras una conducción normal, tranquila, con alguna aceleración puntual.
La pantalla del cuadro de instrumentos muestra mucha información: dos ordenadores parciales, el navegador (si lo tiene) y el sistema multimedia son algunas de las posibilidades. Los datos relativos a la conducción se muestran de manera clara. Son la velocidad, la autonomía, el porcentaje de carga de la batería, el consumo medio e instantáneo y un gráfico que informa al conductor de la solitud de energía o la cantidad que se regenera.
La postura de conducción ha mejorado. Ahora se va más cómodo, por la posición del asiento y de los pedales, y porque el volante se puede regular también en profundidad. Además hay más sensación de espacio. El Fiat 500 2021 no tiene palanca de cambio, en su lugar hay unos botones en la consola para seleccionar el sentido del movimiento.