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Cada vez escuchamos más el término «motor eléctrico de flujo axial». La causa no es otra que cada vez hay más coches con uno o más motores de este tipo. El Lamborghini Temerario es uno de los últimos ejemplos. ¿Qué diferencia a los motores axiales de los motores eléctricos «normales»? ¿Por qué están ganando atención últimamente?

Con el siguiente vídeo tratamos de arrojar algo de luz sobre este asunto. Explicamos qué es un motor de flujo axial, cómo funciona y cuáles son sus beneficios y desventajas con respecto a los radiales (los «normales»).

Esta no es una tecnología estrictamente novedosa (los motores axiales se inventaron antes que los radiales y ambos por el siglo XIX), ni el típico avance que promete mucho y luego se convierte en humo. No obstante, lo cierto es que por el momento este tipo de motor eléctrico solo está presente en híbridos enchufables, como el ya citado Temerario y en otros deportivos como el McLaren Artura. Pero si los rumores se confirman, este año los veremos aplicados en un vehículo 100 % eléctrico. Posiblemente sea en el inminente AMG GT 4 puertas.

Antes de cerrar esta pequeña introducción, me gustaría advertir que hay casos concretos en los que los teóricos beneficios de los motores axiales no existen o son de menor magnitud de lo que comento en el vídeo. Me refiero en particular a los motores radiales de Lucid, que consiguen densidades de par equiparables a los axiales. No obstante, hay que argumentar a favor de los axiales, que estos no han recibido tanta atención y han experimentado menos desarrollo que los radiales. En cualquier caso, en los próximos años veremos si los motores axiales encuentran su hueco en el mercado del vehículo eléctrico.