Amigos y amigas,

¿Qué tal van?

Aquí me tienen, en plena fase -3. Cada vez que veo una foto o un video en el que la peña hace el burro, bajo una fase más. Bueno no, no es verdad, porque entonces estaría en fase -567. Acabo de ver lo de la agencia de viajes falsa que en realidad era la tapadera para un gimnasio ilegal. ¿Qué clase de imbécil tienes que ser para jugarte la vida -la tuya y la de los demás- por ir a hacer pesas? Por un gintonic con los colegas podría tener algo de comprensión, pero ¿por una mierda de hora en el gimnasio? Hay que ser gilipollas.

A esa gente no basta con multarla, hay que mandarla al espacio exterior. Sin escafandra. En pelotas.

En fin.

Esta semana he visto dos cosas para que ustedes no tengan que verlas.

La primera se llama Artemis Fowl y ha llegado a Disney +.

Por lo que se comenta, adaptan una serie de libros. No les voy a engañar: yo no tenía ni pajolera idea de que había unos libros y después de ver la película aún me interesa menos.

Salen Colin Farrell y Judy Dench, pero parece que salen en la película porque vieron luz en el plató y entraron a ver si daban algo: hacía años que no veía a alguien tan desganado haciendo algo. Después de una hora de película, seguía sin entender de qué cojones me estaban hablando. Un niño, su padre desaparecido, un país de hadas, etc. Mire, no es para mí. Gracias.

Si se la quieren poner a sus chavales/as, pues adelante. Yo ya les he advertido.

La otra tampoco ha mejorado el día, pero tiene muchas más cosas. Obviamente.

La pueden encontrar en Netflix y se llama Da 5 bloods. Es una película de Spike Lee y trata sobre cuatro tipos (ex -soldados) que vuelven a Vietnam después de 50 años, para recuperar un tesoro que habían enterrado allí y recuperar el cadáver de su capitán.

No parece mal planteamiento, pero el problema es que Lee quiere contar demasiadas cosas. Por un lado, están el recuerdo de la guerra y la imposible de vencer al pasado; por el otro, esa suerte de manifiesto socio-político que impregna casi toda la carrera del director afroamericano. A veces le sale de coña (Haz lo que debas, Clockers, La última noche o Plan oculto), y a veces no (Da 5 bloods).

Y ojo, me gusta mucho Delroy Lindo y la película tiene momentos potentes, como el inicio con ese discurso de Muhammad Ali o el juego entre pasado y presente utilizando los mismos actores, o esa escena en el club de Saigon que es carne de meme.

Pero el conjunto no funciona, la película es excesivamente larga y llega un momento en el que resulta difícil discernir el mensaje que Lee trata de hacernos llegar.

En cualquier caso, nunca entré en la película y por eso me resulta complicado recomendársela. Pero que quede claro que le da mil patadas a esa cosa de Artemis.

Lo que sí debo recordarles es que esta semana estrenan en Calle 13 la segunda temporada de Condor. Una de las mejores series del último lustro.

Un thriller de espionaje a la vieja usanza con guion de hormigón armado. Absolutamente maravillosa.

Hala, abrazos/as.

T.G.