He conducido dos versiones del Tiguan, la 1.5 eTSI de 150 caballos y la Diesel 2.0 TDI de 193 caballos y tracción total (4Motion). En ambos casos, el nivel de equipamiento era el R-Line. En el caso del Tiguan (no así en otros Volkswagen), el nivel de equipamiento R-line implica la misma suspensión que el resto de versiones. La diferencia radica en que sólo con el nivel de equipamiento R-Line se puede añadir opcionalmente una suspensión deportiva así como la amortiguación adaptativa (con 15 niveles de dureza seleccionables) que estaba disponible en las unidades que he probado. Otra diferencia del R-Line es que las llantas más pequeñas tienen un diámetro de 19 pulgadas.
Volkswagen ha hecho un coche que inequívocamente se identifica como un modelo de esta marca. De todo, destacaría su equilibrio y agrado general de uso, con pocas pegas y muchos puntos satisfactorios.
Con llantas de 19 pulgadas y neumáticos 255/45, está más cerca de los SUV de tacto deportivo que de los de planteamiento más confortable. No llega a ser tan firme, rígido, ágil y directo como un Renault Rafale, pero sí está claramente alejado de un Citroën C5 Aircross, un coche ideal para viajar por vías de pocas curvas.
No obstante, si se instala la suspensión de dureza variable con 15 ajustes posibles (incluida dentro del paquete «Hola deportividad plus») la sensación de conducción y comodidad de marcha varía de forma importante en función del reglaje que se elija.
Volkswagen dice que ha tratado de reducir el ruido de rodadura en este Tiguan 2024 frente al modelo anterior; es posible, pero no lo podremos constatar hasta que lo probemos por nuestras carreteras habituales. Las carreteras por las cuales ha transcurrido la presentación tenían un asfalto muy áspero, desgastado y presentaba claras imperfecciones. En consecuencia, el ruido de rodadura era elevado, al menos con las ruedas de 19 pulgadas, aunque no tanto como en un Renault Rafale.
Además, también había una pequeña y molesta vibración que, aparentemente, tenía su origen en las pantallas o en alguna zona próxima a ellas. Según Volkswagen, los Tiguan disponibles en la presentación eran unas de las primeras unidades producidas y, probablemente debido a ello, no tenían un acabado óptimo de todos sus elementos (también lo comprobaremos cuando probemos el Tiguan con detenimiento).
El motor de gasolina de 150 caballos tiene muy buena respuesta en cualquier circunstancia y da una aceleración correcta. Funciona de forma discreta, no hace mucho ruido y tampoco vibra en exceso. Este motor casa muy bien con el Tiguan (en realidad, también en otros coches del Grupo Volkswagen que lo pueden llevar) aunque el consumo de carburante en determinados escenarios no es especialmente bajo, ni está al nivel que alcanzan algunos rivales con sistemas de impulsión híbridos tradicionales (tecnología que no tiene el Tiguan pues sólo hay híbridos ligeros o híbridos enchufables).
En un recorrido por autovía y carreteras de segundo orden, a un ritmo ágil y con varias aceleraciones a fondo, el consumo que indicó el ordenador fue de 8,2 l/100 km. No es un valor excesivo para un SUV de tamaño medio, ni mucho menos, pero, por ejemplo, con un Renault Rafale híbrido de 200 caballos es posible conseguir valores parecidos conduciendo a un ritmo incluso más veloz. En otras pruebas que hemos hecho, hemos comprobado que el consumo de este Tiguan es superior al de un Renault Austral E-Tech full hybrid 200 CV o un Nissan Qashqai e-Power 190 CV.
El Tiguan Diesel de 193 caballos y tracción total da más empuje que el gasolina de 150 caballos cuando se pisa a fondo, algo normal dada la diferencia de potencia. También tiene un consumo inferior, que no sé cuantificar con precisión pero que probablemente esté en torno al 20%. El Tiguan 2.0 TDI es algo más ruidoso y áspero de funcionamiento que el de gasolina especialmente a baja y media velocidad. A velocidades normales de autovía el funcionamiento de ambos motores pasa muy desapercibido en el habitáculo.
Esta versión, al disponer de tracción 4Motion, tiene un programa de conducción específico para nieve (Snow), superficies sin asfaltar (Offroad) y también hay control de descenso de pendientes.