SsangYong Korando (2019) | Información general

28/07/2020 |Fernando Ríos (@RiversChains) y Mario Garcés (@mgarces83)

El SsangYong Korando de cuarta generación es un SUV de 4,45 metros de longitud que resulta más cómodo que ágil. Su interior es práctico y amplio en relación al tamaño exterior de la carrocería. La presentación interior es sencilla pero correcta. Da un buen compromiso entre precio y equipamiento. Las pequeñas lagunas que pueda tener frente a sus alternativas derivan principalmente del ajuste de algunas ayudas a la conducción y del equipamiento multimedia, así como del funcionamiento un tanto peculiar de, al menos, el motor de gasolina más potente.

Está a la venta desde 19 500 € con un motor de gasolina de 148 CV y desde 24 500 € con uno Diesel de 136 CV. El motor más potente es también de gasolina y tiene 163 caballos. Por esta versión hay que desembolsar como mínimo 19 750 euros. Con los motores de gasolina es el modelo de su tamaño y potencia más asequible (listado de todoterrenos de 4,40 a 4,50 m y motor de gasolina de entre 140 y 175 CV). Con el Diesel, los hay que cuestan menos (listado con motor Diesel de 115 a 150 CV). La diferencia del precio de partida en función del tipo de combustible no se debe sólo al motor sino también a que el de gasolina se comercializa con una línea de equipamiento más sencilla —llamada Line— que no está disponible con el Diesel.

La carrocería mide 4,45 metros de longitud, 1,87 m de anchura y 1,62 m de altura. Es 4,2 centímetros más larga, 4,0 cm más ancha y 9,0 cm más baja que la de la anterior generación del Korando (información del SsangYong Korando 2017). La distancia entre ejes crece 2,5 centímetros. Algunas de sus alternativas son el Mitsubishi Eclipse Cross, el Opel Grandland X, el Peugeot 3008 y el Kia Sportage. Listado de todoterrenos de entre 4,35 y 4,55 metros de longitud.

Según nuestras mediciones, el habitáculo es muy amplio, más que el del modelo anterior (que ya era espacioso) y más que el de la mayoría de modelos contra los que compite. Es especialmente grande el espacio para las piernas en las plazas posteriores, que con 76 centímetros está muy por encima del que ofrecen modelos como el Citroën C5 Aircross (67 cm), el SEAT Ateca (71 cm) o el Kia Sportage (72 cm). La anchura entre puertas y la altura libre hasta el techo en esta misma fila también son grandes, aunque hay alternativas aún más capaces (listado de mediciones). La banqueta de esta fila de asientos es fija, sin posibilidad de ajuste, pero los respaldos se pueden colocar en dos ángulos de inclinación distintos: 27,5º y 32,5º.

El volumen del maletero es de 423 litros, pequeño en relación con el tamaño de la carrocería e inferior al de modelos como el del Škoda Karoq (521 litros), el Peugeot 3008 (520 l), el Opel Grandland X (514 l), el SEAT Ateca (510 l), el Kia Sportage (503 l) o el Hyundai Tucson (488 l). Para organizar la carga y mantenerla sujeta, la parte del piso más cercana al borde de carga se puede colocar en posición vertical, de manera que se crean dos espacios diferenciados (imagen). También hay un sitio especialmente diseñado para dejar guardada la cortinilla cubre equipaje cuando no se usa.

El puesto de conducción está bien resuelto desde el punto de vista de la ergonomía porque la mayoría de los botones, mandos y ruletas quedan muy a mano y su funcionamiento resulta intuitivo. Como el asiento está situado más alto que en un turismo, el acceso al habitáculo y la visibilidad hacia el exterior son un poco mejores.

En función del nivel de equipamiento seleccionado, la instrumentación puede ser una convencional con dos indicadores de agujas separados por una pantalla central monocroma; o una pantalla de 10,25 pulgadas (fabricada por LG) con varios modos de visualización de la información (imagen). Esta última es la que tenían todas las unidades que hemos probado y nos ha parecido correcta por resolución como por visibilidad en condiciones de luz adversas (por ejemplo cuando le da el sol directamente). Aunque pueda no tener un aspecto muy sofisticado, su funcionamiento y claridad es ejemplar frente al de otras pantallas de instrumentación en las que hay un exceso de parafernalia inútil.

El sistema multimedia se maneja desde una pantalla que funciona correctamente pero que sirve para controlar una interfaz de aspecto pobre y que da poco margen de personalización. No puede tener, ni opcionalmente, un navegador (al menos en España) pero es compatible con CarPlay de Apple y Android Auto de Google, que suplen esta carencia con la posibilidad de acceder a alguna aplicación de navegación (imagen).

Los materiales con los que está fabricado todo el habitáculo, así como los ajustes entre las distintas piezas que lo componen, son mejores que en cualquier otro modelo que SsangYong comercializa en la actualidad (al menos en España). No son materiales especialmente lujosos, pero son agradables a la vista y al tacto y parecen estar muy bien ensamblados entre sí. En las impresiones del interior contamos con más detalle estos y otros particulares.

Dinámicamente, el Korando 2020 es claramente superior al modelo anterior. Sigue sin ser una referencia en ningún aspecto, pero su conducción satisfará a quien busque un SUV cómodo y sencillo. La suspensión da un buen nivel de confort, el aislamiento acústico es correcto y todos los mandos relacionados con la conducción (pedales, dirección y cambio de marchas) oponen poca resistencia al uso. En estos aspectos tiene un desempeño similar a los de un Renault Kadjar, mientras que en un Mazda CX-30 o un Peugeot 3008 son claramente más precisos y ágiles (y no más incómodos).

La gama está compuesta por dos versiones de gasolina de 1,5 litros de cilindrada, con 148 y 163 CV y otro Diesel de 1,6 litros y 136 CV, todos sobrealimentados por un turbocompresor. El segundo de ellos, que es el único que hemos probado por el momento, funciona con suavidad y es capaz de mover al Korando con agilidad, pero tiene poca fuerza cuando gira por debajo de 2000 rpm y su corte de inyección está situado a tan solo 5600, por lo que su margen de utilización es más pequeño de lo normal en un motor de gasolina. Su consumo de carburante es muy sensible al uso que se haga del acelerador, pero tiende a ser de normal a alto. Las prestaciones son buenas siempre y cuando se lleve el motor en su zona de rendimiento óptima (impresiones de conducción).

La caja de cambios manual se maneja sin esfuerzo, tiene unos recorridos largos y un guiado poco preciso. La automática opcional, fabricada por AISIN, tampoco tiene un funcionamiento especialmente agradable: funciona con suavidad, pero el resbalamiento del convertidor de par es muy acusado y resulta lenta cuando tiene que reducir varias marchas. Tiene tres modos de funcionamiento: normal, Sport (apura más el cambio a una marcha superior) y Winter (arranca en segunda velocidad para evitar que las ruedas patinen sobre superficies con poca adherencia). También es posible cambiar de manera manual mediante movimientos longitudinales sobre la propia palanca o mediante unas levas que hay tras el volante (imagen).

La tracción puede ser delantera o total de tipo conectable que funciona mediante un embrague multidisco. La suspensión en el eje delantero es de tipo McPherson, mientras que atrás hay un sistema multibrazo. En función del acabado elegido, las llantas pueden ser unas de 17 pulgadas con neumáticos 225/60, o unas de 18 pulgadas con neumáticos 235/55.

Hay cuatro niveles de equipamiento disponibles, denominados Line, Urban, Premium y Limited. Desde el más sencillo, SsangYong incluye de serie elementos como el control de descenso de pendientes, el ordenador de viaje, las llantas de aleación, los retrovisores exteriores con plegado automático o la alarma antirrobo. Las versiones más costosas, además incluyen unos faros de ledes, una cámara trasera de ayuda al estacionamiento (que da una buena calidad de imagen), un techo solar eléctrico, la mencionada instrumentación mediante pantalla o la tapicería de piel.

SsangYong aúna todos sistemas de seguridad y ayuda a la conducción en un paquete denominado SSAS (Sistema de Asistencia de Seguridad SsangYong), que además es de serie en todos los Korando. Incluye elementos como la frenada automática de emergencia con reconocimiento de peatones, el sistema de mantenimiento de carril, el cambio automático de luces, el programador de velocidad activo, la detección de vehículos en el ángulo muerto de los retrovisores, el detector de fatiga del conductor, la alerta de distancia de seguridad con aviso de avance del vehículo precedente o el reconocimiento de algunas señales de tráfico.

Para la carrocería hay siete colores distintos: Blanco Grand, Negro Space, Gris Silent, Naranja Pop, Azul Dandy, Gris Platinum y rojo Cherry.

Según nuestro comparador de seguros, el precio mínimo de una póliza a todo riesgo sin franquicia para un Korando G15T de 163 CV con cambio manual y tracción delantera es 242 euros y lo ofrece la compañia Mapfre. Es una póliza de buena calidad (7,03 puntos sobre 10) y con una excelente relación entre calidad y precio (8,52 puntos sobre 10). El tomador de este ejemplo es una mujer de 37 años que reside en Cuenca, recorre unos 15 000 kilómetros al año y aparca en un garaje comunitario.