Esta es la séptima generación del Mercedes-Benz Clase S —o Mercedes-Benz Clase S 2021; código de generación W 223—. Reemplaza a la sexta generación (código W 222), que apareció en 2013 y fue renovada en 2017. Es un vehículo nuevo, con un diseño diferente, multitud de novedades de equipamiento y algunas diferencias en la gama de motores. Es un coche extraordinario por el confort que proporciona a los ocupantes, por su avanzado equipamiento tecnológico y por la imperturbabilidad con que mantiene la trayectoria en cualquier tipo de carretera.
Está a la venta desde 108 150 euros con un motor Diesel de 286 caballos (versión S 350 d) y la carrocería de 5,18 m (todos los precios del Mercedes-Benz Clase S de carrocería corta) y desde 109 975 euros con la carrocería larga de 5,29 m (todos los precios del Mercedes-Benz Clase S con carrocería larga). Además, hay otro Clase S con motor Diesel de 330 caballos (S 400 d 4Matic) y otro de gasolina de 435 con un sistema de hibridación ligera (S 500 4MATIC). Este último es el que hemos probado y del que damos más información en el apartado Impresiones de conducción. En todos los casos el motor es de seis cilindros y 3,0 litros de cilindrada; la caja de cambios es automática de convertidor de par y nueve relaciones (9G-Tronic).
Pronto llegará otra versión con motor de gasolina de seis cilindros de 367 CV (S 450 4MATIC) y una con un motor de gasolina de ocho cilindros (S 580). En 2021, habrá un Clase S híbrido enchufable (S 580 e) con una autonomía homologada en modo eléctrico de unos 100 kilómetros. Más información del Clase S híbrido enchufable. También habrá un motor V12 de gasolina, así como versiones AMG y Maybach.
Los tres principales rivales del Mercedes-Benz Clase S son el Audi A8, el BMW Serie 7 y el Lexus LS. El Mercedes-Benz es, con diferencia, el más costoso, como se puede ver en esta ficha comparativa de los cuatro (todos, salvo el Lexus, que es híbrido, tienen un motor Diesel de 286 caballos). Actualmente, también es el más avanzado tecnológicamente y el que logra un mayor refinamiento en marcha.
La carrocería de menor longitud tiene una batalla de 3,11 m, mientras que la mayor tiene una de 3,22 m. La anchura y la altura son idénticas: 1,95 y 1,50 metros (ficha comparativa). Con respecto al anterior Clase S, el nuevo es más largo, ancho y alto (ficha comparativa). El volumen del maletero también crece y ahora tiene 550 litros, por lo que es más grande que el del Audi A8 y el BMW Serie 7, sus dos principales alternativas.
Hay dos estilos de tiradores para las puertas. Unos de tipo asa de aspecto tradicional y otros que cuando no se utilizan se ocultan automáticamente en la puerta (imagen; son como los que lleva por ejemplo un Tesla Model S y un Land Rover Velar). Mercedes-Benz no dice que con estos últimos la aerodinámica del Clase S mejore, cuyo coeficiente aerodinámico (Cx) es, en el mejor de los casos, de 0,22, un valor muy bajo.
Los motores de gasolina tienen una red eléctrica que funciona a 48 voltios de la que se alimenta el compresor eléctrico del sistema de sobrealimentación, así como un motor eléctrico que, entre otras funciones, ayuda al motor de combustión en las fases de aceleración. Los de seis cilindros son los mismos del Clase S 2017 —el código de identificación de los de gasolina es M 256 y el de los Diesel es OM 656—, sobre los que hay abundante información técnica en este artículo.
El interior de este Clase S es completamente distinto al de cualquier otro modelo actual de la marca porque la zona central del salpicadero es una pantalla de gran formato orientada en vertical. De este modo, Mercedes-Benz abandona el diseño de dos pantallas contiguas en formato apaisado —cuadro de instrumentos y sistema multimedia, imagen—. Además, el número de botones se ha reducido drásticamente, hay 27 menos que en el modelo anterior, aunque se mantienen mandos mecánicos para elementos como las luces y los limpiaparabrisas. Aunque es una decisión controvertida, al menos Mercedes-Benz ha diseñado unas de las mejores pantallas, si no las mejores. Damos más información en el apartado Impresiones del interior.
En total, puede haber hasta cinco pantallas, tres de ellas en la zona trasera. La central delantera puede ser de 11,9 pulgadas (de serie; resolución de 1624 por 1728 píxeles) o 12,8 (en opción; resolución de 1888 por 1728 píxeles). Ambas tienen respuesta háptica (es decir, que reaccionan con una vibración sobre el dedo ante ciertas acciones) y la de mayor tamaño, además, un panel de tipo OLED, que da más contraste y es más eficiente energéticamente que uno de LED. La del cuadro de instrumentos también puede ser de dos tipos, la normal o una con un sistema de visualización en tres dimensiones, en ambos casos de 12,3 pulgadas y una resolución de 2400 por 900 píxeles. Hemos probado las dos pantallas opcionales y son de una calidad muy elevada, aunque hace falta mucho tiempo para aprender a utilizar todo lo que ofrecen.
Desde la pantalla central, los usuarios pueden identificarse —vía PIN, huella dactilar (vídeo), por reconocimiento facial o por voz (vídeo)— para que se carguen sus preferencias (emisoras de radio y otros ajustes). Estos datos están almacenados en internet, por lo que en el futuro un usuario podrá utilizarlos en distintos modelos de Mercedes-Benz.
También es novedad un sistema de proyección de información sobre el parabrisas (head-up display) con realidad aumentada. Superpone sobre el campo de visión del conductor, y en el lugar adecuado de la vía, las indicaciones del navegador (vídeo) y de los asistentes de conducción. Este head-up display proyecta la información con una profundidad equivalente a una distancia de 10 m y en un área de 77 pulgadas. El sistema de sonido opcional Burmester High-End 4D es igualmente nuevo. Tiene 31 altavoces, algunos de ellos dentro de los asientos y una mayor cantidad de opciones de configuración.
El Clase S 2021 estrena la segunda generación del sistema MBUX. Ahora está interconectado con más elementos del coche y, en combinación con unas cámaras colocadas en el techo, interpreta los movimientos de los pasajeros para activar automáticamente funciones. Mercedes-Benz da los siguientes ejemplos: «Si el conductor mira hacia la luneta trasera por encima del hombro, el asistente para el interior abre automáticamente la persiana parasol. Si el conductor busca en la oscuridad algo en el asiento del acompañante, el asistente conecta automáticamente la luz. Basta con una mirada a uno de los retrovisores exteriores para poder ajustarlo directamente, sin necesidad de seleccionarlo previamente. También se reconocen movimientos naturales de las manos, y el conductor y los pasajeros pueden abrir el techo corredizo sin necesidad de tocar ningún mando (vídeo). Con ayuda del gesto de favoritos (colocar la mano con el dedo índice y el dedo corazón formando una V) pueden activarse las funciones deseadas».
El asistente de voz ha sido mejorado y reconoce qué pasajero da la instrucción, esté sentado delante o detrás. También identifica algunas instrucciones sin necesidad de comenzar la frase con las palabras de activación «Hey Mercedes».
Entre los elementos de seguridad de que dispone, Mercedes-Benz anuncia algunos elementos que ya están disponibles en otros modelos, como una función que eleva la carrocería completa, «PRE-SAFE Impulso Lateral», ante la inminencia de un golpe por un costado (Audi presentó algo parecido en el A8 2018, aunque en este caso sólo levanta el lateral afectado). Su funcionamiento se apoya en las capacidades de la suspensión opcional E-ACTIVE BODY CONTROL, que es regulable en altura y dureza y se adapta al estado de la calzada gracias a una serie de sensores que «leen» la carretera. También tiene la capacidad de inclinar la carrocería hacia el interior de la curva al activar el modo CURVE. Otro dispositivo es la dirección en las ruedas traseras «con un amplio margen de ángulo de giro». Hay dos opciones, una que gira las ruedas posteriores hasta 4,5 grados y otra hasta 10 grados. En este último caso el diámetro de giro baja de los 11 metros incluso en la variante de carrocería larga, por lo que es un excelente dato para una berlina de gran tamaño.
La capacidad de hacer maniobras de forma automatizada es mayor y también la de vigilar el tráfico circundante. El sistema que alerta a los pasajeros de la presencia de vehículos que se aproximan por detrás al abrir la puerta ahora es capaz de detectar el movimiento de la mano antes de que accionen el tirador, para anticiparse en el aviso. En tal caso se enciende un testigo triangular rojo y se activa un juego de luces ambientales.
Hacia la segunda mitad de 2021 se podrá pedir una opción llamada DRIVE PILOT, con la que el coche tendrá un nivel 3 de conducción autónoma, si bien solo estará disponible en Alemania, donde ya existe un marco legislativo que regula dicho nivel de conducción autónoma. La disponibilidad de este equipamiento en otros países dependerá de cómo avance su legislación a este respecto. Lo mismo ocurrirá con el sistema que permite al vehículo estacionarse autónomamente (nivel 4), sin necesidad de que haya nadie dentro del habitáculo. Para este último caso, es necesario que la infraestructura esté preparada, algo que ya sucede en el aparcamiento P6 del aeropuerto de la ciudad de Stuttgart.
Los faros son siempre de ledes y llevan de serie el sistema que Mercedes-Benz llama MULTIBEAM LED (cada faro tienen una matriz de 84 ledes que se encienden y apagan individualmente para iluminar lo máximo posible sin deslumbrar). En opción está el sistema Digital Light, que añade a cada faro un módulo con tres ledes de muy alta potencia. La luz de estos tres ledes se refleja hacia la carretera mediante 1,3 millones de microespejos (estos ocupan una superficie similar a la uña del pulgar de la mano), creando de esta manera una especie de proyector con 1,3 millones de píxeles (2,6 millones en total si contamos ambos faros). Estos píxeles de luz crean un haz que se adapta a las condiciones de circulación con una precisión muy superior al que crean los faros MULTIBEAM LED (hasta 100 veces más según Mercedes-Benz). Además, pueden proyectar imágenes sobre el asfalto, como una excavadora (para anunciar una zona de obras) o una señal de STOP (todavía no hay una legislación que permita usar esta función).
Una innovación es el airbag frontal para los pasajeros de atrás, que se despliega desde la parte posterior de los respaldos delanteros y tiene una estructura tubular ideada para soportar tanto a pasajeros adultos como a niños en sus sistemas de retención (este airbag solo está disponible para el Clase S de carrocería larga). Los cinturones de seguridad tienen nuevos cierres que van iluminados. Un airbag central que se despliega entre los pasajeros delanteros para evitar que se golpeen entre sí.
Mercedes-Benz asegura que el coche tiene más de 50 dispositivos electrónicos que pueden actualizarse remotamente (a través de internet, una operación también conocida como OTA, del inglés «over-the-air). Entre ellos están incluidos todo el sistema MBUX, el software de la pantalla de la instrumentación, los sistemas de ayuda a la conducción y los faros MULTIBEAM LED.