Me ha parecido un coche cómodo para viajar a velocidades normales por todo tipo de carreteras
En autovía, la suspensión absorbe correctamente las irregularidades y no es de esos coches que hay que sujetar el volante con fuerza cuando pisa una junta en pleno apoyo.
Por carreteras más lentas, el balanceo y cabeceo de la carrocería unido a que la dirección es algo lenta (tiene 3,11 vueltas de volante entre extremos), invita a viajar con tranquilidad. En ese tipo de vías, a un ritmo ágil, los neumáticos mixtos (nuestra unidad llevaba nos BF Goodrich Traction T/A en medida 215/65R16 H+S) marcan el límite.
El control de estabilidad (Honda lo denomina VSA) no es de los que entran en funcionamiento continuamente, ni limita mucho la aceleración cuando se activa. Se puede desconectar mediante un botón que hay en la zona izquierda inferior del salpicadero (imagen); cuando se desactiva también lo hace el control de tracción.
Los frenos, con disco en las cuatro ruedas (un poco más grandes de diámetro los traseros, 305 mm frente a 300 de los delanteros), son según nuestras mediciones algo justos para detener el coche.
El cambio de marchas es rápido y se maneja con suavidad. Tiene un bloqueo electrónico que impide meter marcha atrás en vez de sexta (ambas se encuentran abajo, a la derecha).