Anoche estuve de fiesta en casa de unos amigos. Habían recibido una felicitación de Navidad, ellos sí, de los príncipes de Asturias y sus hijos.

Como los príncipes de Asturias son príncipes de todos, les reproduzco aquí la felicitación, para extenderla a todos. Así de paso la ven y la juzgan, que es lo que hice yo anoche entre copa y copa de champán.

La felicitación tiene formato de díptico. Al abrirlo, en la página de la izquierda para el lector, página par, aparece una foto de la familia. El pie de foto sería: «De izquierda a derecha: Letizia, Sofía, Leonor, Felipe.»

(A Leonor y a Sofía no las distingo. No tengo ni idea de cuál es cada una. Me he guiado por el orden de las firmas, aparentemente inverso al de la foto a juzgar por la posición de la firma de los padres)

Familia de los príncipes de Asturias. Letizia, Leonor, Sofia, Felipe.

Les amplío detalle de los herederos al trono:

Herederos al trono. Sofía, Leonor, Felipe

Si no fuera porque no escribo en una revista de las que escriben de estas cosas diría que Felipe ha perdido mucho con el paso de los años y me preguntaría quién le ha elegido la camisa para la foto.

Lo que sí me pregunto, trabaje donde trabaje, es qué pinta una foto de la familia para una felicitación de Navidad. No es que me importe mucho, pero me lo pregunto.

Sobre el texto de la felicitación no voy a comentar casi nada. Pero un poco sí. Sólo voy a decir una cosa. Me parece difícil hacerlo peor y a la vez apenas me siento capaz de mejorarlo. Miren. Va para todos ustedes:

Felicitación navideña de los príncipes de Asturias y su familia

«Con nuestros mejores deseos de una muy feliz Navidad que sea fuente de esperanza para todos y nos llene de ánimo para el Año Nuevo 2012 que ahora comienza.»

Letizia firma «Letizía, Princesa de Asturies», si la vista no me falla. (Corazón, menuda cara de susto tienes en la foto)

Felipe firma «Felipe, Príncipe de Asturias»

Leonor le pone ojos al león de su firma y Sofía, bien instruida, le pone tilde a su nombre.

De las preposiciones, las locuciones adverbiales y los adverbios no digo nada. Yo no sabría hacerlo mejor. Creo que tampoco peor.

Ay, mi Leti, tantas noches trabajando juntos y luego resulta que no somos capaces ni de escribir una felicitación de Navidad con gancho. No valemos para ná.