No sé si ustedes lo entenderán, pero probar coches y publicar las impresiones me genera ansiedad. Cuando era joven hice que mucha gente se equivocara al comprar un coche por culpa de lo que yo leía en las revistas. Decían una cosa y luego los coches no eran así (en ocasiones ni de lejos). Yo me sentía estafado y me dolía enormemente que esos periodistas no fueran rigurosos o no se esforzaran mucho para contar las cosas con mucha precisión o que simplemente se dejaran llevar por su cariño hacia la marca o hacia otras personas que no fueran sus lectores. Esa preocupación ahora me genera tensión, porque sé que de lo que decimos en km77.com puede depender la compra y el gasto (muy elevado en muchos casos) de muchas personas. Por ese motivo, estas palabras de HijodelBiento, que tiene una experiencia de tres años en un coche similar, son un bálsamo. Gracias.