Buenas amigos/as,

He tardado un poco más de lo habitual en actualizar pero el Festival de Venecia tiene estas cosas: una vez metido en el embudo es casi imposible salir de él. Especialmente los primeros días, cuando parece que todas las estrellas del mundo mundial se ponen de acuerdo para pasarse por aquí.

He visto unas cuantas películas (algunas muy buenas, otras buenas y algunas malas/muy malas/aberrantes) pero este post está dedicado a una que vi ayer y que me pareció absolutamente sensacional. Además tiene un título muy apropiado para este blog: La carretera.

Como casi todos y todas sabréis La carretera es la adaptación cinematográfica del libro homónimo de Cormac McCarthy que cuenta la historia de un padre y su hijo (cuyos nombres no aparecen en ningún momento –ni en el libro, ni en la película) que tratan de sobrevivir después que la tierra haya quedado arrasado por un evento sin determinar y que ahora es recorrida por bandas de caníbales y asesinos de toda clase.

Había ciertas dudas sobre si la película lograría ni siquiera rozar la excelencia del libro (se llego a decir que los primeros pases de prueba del filme habían sido un desastre y que los productores habían obligado al director, el australiano John Hillcoat, a rehacer la película de cabo a rabo) y ya en los primeros compases de su primer visionado en Venecia se puedo ver que todo lo que se había dicho hasta ahora no eran más que chorradas: La carretera es un peliculon alucinante.

Seca, tensa, pausada, inteligente, mordaz, bella hasta decir basta (el trabajo de fotografía del español Jorge Aguirrerasobe es tan increíble que cuesta definirlo con palabras), La carretera se erige desde ya como una de las favoritas a los Oscar, tanto en su parte técnica (la mencionada fotografía y el diseño de producción exceden cualquier expectativa) como artística: Viggo Mortensen efectua tal exhibición de talento que a estas alturas (y sabiendo que aun quedan muchas películas importantes por ver) resulta impensable creer que alguien podrá arrebatarle la estatuilla al mejor actor.

Los flashbacks están metidos con la puntería de un francotirador (Charlize Theron no ha estado mejor en su vida) y escenas como el hallazgo de la despensa (terrible), la casa donde padre e hijo parecen llevar durante unos días una vida relativamente normal, o el encontronazo con una banda de caníbales en un bosque son francamente impresionantes.

Me pondría a comentar más cosas y lo cierto es que me apetece mucho hacerlo pero le jodería la película a todos aquellos que no han leído el libro y aquí no estamos para eso. No señor/a.

En cuanto la estrenen ni se os ocurra perdérosla: es una experiencia que merece la pena.

Lo prometo.

T.G.

P.D.: seguiremos informando…