Hoy es mi cumpleaños. Mi décimo cumpleaños embarcado en km77.com. Podría elegir cualquier otro regalo, pero me quedo con el que tengo.

Hace 10 años por estas fechas estábamos a punto de lanzar km77.com. Trabajábamos cuatro personas, una para el diseño, otra para la base de datos, una tercera con cometidos varios y yo. Las tres eran muy jóvenes, con poca experiencia laboral. En aquella época yo todavía no entendía cómo funcionaba internet. Navegaba todo lo que podía, pero no entendía el proceso por el cual yo veía tantas páginas diferentes en mi ordenador. Le llamábamos jocosamente el hiperespacio. ¿De dónde salía todo aquello?

Recuerdo el primer día que vi a través de internet fotos y textos que antes tenía en mi ordenador. Era un conglomerado de cosas desordenadas. Estaba allí, en un navegador con un http// arriba de todo. El contenido de mi ordenador lo podía ver todo el mundo. El sueño de un periodista. Sin medios, por poco dinero (todavía existía la peseta), mediante un FTP  (yo no tenía ni idea de qué era), envié los archivos a un lugar (no sabía a dónde) y toda la humanidad, internet mediante, podía leerlo y verlo si les daba la gana. Sin gastos de papel, de imprenta, de distribución. Un sueño de varios años convertido en realidad. Un sueño formado por imágenes deslabazadas. La vía estaba abierta. El primer paso. En ese momento empecé a entender el proceso. Antes todo era magia, hiperespacio.

De aquellas cuatro personas iniciales, hemos pasado a las 20 que trabajamos ahora en km77.com.  Hoy les doy las gracias a todas ellas. A las que estuvieron y a las que están. Sin su esfuerzo de cada día este proyecto habría fracasado. Quiero dar las gracias en especial a quienes trabajan ahora en km77.com, por su entusiasmo diario, por la ganas de hacerlo mejor, por las peleas continuas con las miles de dificultades, por su entrega y por pensar siempre cómo mejorar, cómo informar mejor.

Yo estoy en una esquina de la redacción y a veces me quedo con la mirada pegada. Siempre me han fascinado las personas que ponen todo su empeño en realizar mejor su labor. En una ocasión, me emocioné (o casi) en un restaurante al ver a dos camareras trabajar en equipo, cómo colaboraban para poner mejor los manteles, cómo se ayudaban, cómo ponían los cubiertos y la otra los supervisaba para que estuvieran perfectamente alineados desde cualquier punto de vista. Era un placer verlas, mimándose entre ellas en cada detalle para hacerlo mejor.

Me pasa de vez en cuando en km77.com. Al escuchar las sugerencias de unos y otros, al ir a probar un coche y en la redacción, al limpiar un coche para devolverlo, en una sesión de fotos o al discutir entre dos o más la manera de mejorar la información, de clasificarla, de presentarla. El placer de trabajar en km77.com es enorme. Hemos pasado muchos años de dificultades, de ahorro masivo, de condiciones poco satisfactorias. La ilusión siempre ha sido la misma, el esfuerzo, las ganas de hacerlo mejor. No se ha notado de pantalla para fuera, pero hemos trabajado apiñados, en lugares incómodos, sin medios apropiados. Ni un reproche, ni un mal gesto.

Hoy que es mi cumpleaños sólo escribo para quienes me rodean en este equipo. Gracias.