Hace 100 años, hace sólo 100 años, seguro que no había un solo edificio en este país con un aparcamiento subterráneo para automóviles. Hace sólo cien años.

¿Cuántos automóviles habría en España en los turbulentos años 20 del siglo XX? ¿Iban Antonio Maura, Eduardo Dato o Allendesalazar en automóvil a presidir el consejo de ministros?

Nací en Tenerife y no recuerdo nada de mi vida en la isla hasta que no regresé a ella varios años después de salir. La primera casa que recuerdo fue una en Tarragona, construida en 1961, que tenía un amplio garaje subterráneo con trasteros. El garaje estaba lleno de coches y en las calles también había muchos coches aparcados en las aceras.
En los años 60 ya había muchos coches en las calles. Pero supongo que 20 años antes, justo después de la guerra civil española, todavía habría pocos coches. Hasta que no empezaron a fabricarse los Seat 600 en Barcelona y en los años 50, supongo (no tengo ningún dato) que poseer coche en España sería una rareza.

Hoy en día nos rodean los coches por todos lados y no nos extraña. Miramos hacia adelante y hay coches. Miramos por el espejo retrovisor y hay coches. Miramos alrededor y estamos en un coche.

Siempre pienso en que si Carlos V viera una Mobylette (quizá alguno de ustedes no sepan qué es eso) se caería de espaldas. Hoy, lo he escrito demasiadas veces, pero es que me sigue sorprendiendo, todos somos más ricos que Carlos V.

En el siglo XXI no se entiende un edificio nuevo sin plazas de garaje para cada vivienda. Antes, en las mejores casas, de menos pisos, habría establos para los caballos y vaquerías repartidas por todos lados. Siempre cuando pienso en Madrid de hace 100 ó 150 años recuerdo la excelente novela Fortunata y Jacinta. ¿Cuántos coches de caballos habría en Madrid hace 150 años? Ni siquiera existía o acababan de construir el acueducto de la calle Bailén, que sería principalmente para peatones.

¿Quién fue el arquitecto que se atrevió a construir un edificio con garaje subterráneo pensado para vehículos de motor en España y no para coches de caballos? ¿En qué año y en qué ciudad?

Posiblemente una búsqueda por internet me dé la respuesta. Pero me gusta más preguntárselo a ustedes. En realidad, me gustan más las preguntas que las respuestas. Quizá, lo que ocurre es que me gusta más imaginar que saber. No hace falta que respondan 🙂