La RAE, La Real Academia Española de la Lengua, fija, brilla y da esplendor, o algo así. La RAE, sacó una nueva web hace unos días y petó. Intenté encontrar una palabra fácil, yo siempre busco palabras fáciles, y petó. Me dejó colgado minutos y minutos. Les envié un tuit y me contestaron, muy finamente, con un tuit tipo: «Estamos teniendo algunos problemas con el estreno del nuevo portal. Esperamos que se resuelvan en breve.» ¿Algunos, a qué llaman algunos? Yo, si fuera mi empresa, los llamaría todos. «Estamos teniendo todos los problemas con el estreno del nuevo portal. Esperamos que se resuelvan en breve.»


Eso fue el día 25 de septiembre y, hoy, tres de octubre, los problemas con el estreno del nuevo portal no se han resuelto. Tan poco se han resuelto que en la dirección de acceso a la RAE, en su dominio, sólo aparece el viejo portal. ¿Viejo? ¿Por qué lo llamamos viejo? ¿Por qué era nuevo su sustituto? ¿Qué significa viejo y nuevo? El portal al que accedo ahora me sirve perfectamente, no necesito más emperifollos, no necesito más ambiciones, que Jesulín se quede en su casa. ¿Por qué hay que cambiarlo?

Desde el inicio de los tiempos hay voces en la industria de internet que me instan, conminan, apremian, instigan para que cambiemos el diseño de km77.com. «¡Sois unos antiguos! Cambiad». Yo, que tengo pocos complejos, o que los tengo muy elaborados, he resistido, pie en pared, a las veleidades de cambio, a las tentaciones atentatorias. «Vade retro, Satán» me cantaban las entrañas.

No me alegro de que en La RAE tengan los mismos problemas que nosotros. La institución, la institución que brilla, fija y da esplendor está en internet en las mismas manos que nosotros, en las manos de quienes atentan contra la razón, contra el buen gusto, contra la sobriedad, están en manos temblorosas, que te dejan con el relojito dando vueltas y horas y horas cuando les preguntas qué significa temporal.

La RAE acertará o no en su empeño de siglos, en su empeño de fijar el lenguaje, de darle brillo. Lo que necesitamos los usuarios de internet es una herramienta que nos permita consultar con facilidad las opiniones que emanan de su seno, teta nutricia de tantos, que nos alimentamos también se sus equivocaciones.

¿Para qué quieren cambiar la web? ¿Qué nos van a dar que no tengamos ahora? ¿Qué pretenden? ¿Qué carencias pretenden enmascarar?

Ayer, en una conversación privada, en la que no sabía que estaba yo, periodista, el presidente de una gran empresa dijo que su empresa no es ni debe ser tecnológica. «Nuestra empresa es y está por y para dar servicio a las personas» dijo.

Lo escuché con el mismo asombro con el que leí que Vargas Llosa decía: «No es lo mismo libertad que libertinaje». ¿Acaso alguien duda de que la tecnología sólo es tecnología si está al servicio de las personas?

La RAE ha dado marcha atrás. Su web es la misma que era hace un mes. Bendita marcha atrás. El destino nunca está delante.

( No saben lo que me alivia que la RAE tenga los mismos problemas que tenemos en km77.com )