Una empresa que alquilara cuidados, precauciones y buen servicio tendría negocio asegurado. Yo siempre alquilaría buen servicio, además del producto en cuestión. Me deshago de los bares y restoranes que me atienden con esmero, en las tiendas cuyos dependientes me informan, atienden con amabilidad y me ayudan a encontrar lo que necesito, en la atención telefónica cuando resuelven mis problemas o lo intentan con ganas. Soy cliente fiel de quien me trata bien como cliente. Sin adulaciones ni falsas hipocresías. Me basta con amabilidad, eficiencia y buen trato.

En los comercios, además de venderte productos, alquilan sus servicios (incluidos en el precio del producto) por un rato. Esa parte del negocio, que la cobran, se les olvida.

Este verano, dos amigos diferentes han tenido problemas con empresas de alquiler de coches. Una amiga en Marruecos.

Alquiló un coche con Europcar, por internet, desde Madrid para recogerlo en Tánger. Lo pagó por internet para recogerlo a partir de las 13:00 horas de un día de principios de julio. Por el motivo que fuera, en lugar de pasar a recogerlo a las 13:00, fueron a las oficinas sobre las 17:00 de la tarde. Como el coche ya estaba pagado ni se le ocurrió preocuparse por llegar a una hora u otra. El coche estaba alquilado y pagado. Lo apropiado es dejarlo en la oficina hasta el último minuto, por si el cliente quiere llegar a falta de pocos segundos, subirse al coche, comprobar que funcionan los intermitentes y bajar (Eso, o medirlo, podríamos hacerlo perfectamente en km77.com).

Pues bien, cuando llegaron a por el coche a la oficina de Europcar en Tánger, no había coche para ellos. Su coche ya no estaba. Quizá se lo alquilaran a otros. Fuere lo que fuere, ya no estaba. En la oficina les mostraron una hoja de condiciones en la que ponía que el cliente se tiene que presentar puntual (máximo dos horas de retraso). De lo contrario pierde su opción a alquilar el coche.

Se quedaron sin coche de alquiler. Hasta el día siguiente no les ofrecieron otro y no les devolvieron el dinero.

En la página web de Europcar pone lo siguiente:

8.2 (Si) Se han proporcionado los datos de la tarjeta de crédito – Mantenimiento de la reserva garantizado:

Si en el momento de la reserva especificó los datos de su tarjeta de pago y Driver ID (o solo su Driver ID si al mismo están asociados los detalles de su tarjeta) la oficina de alquiler de Europcar está obligada a proporcionarle el vehículo solicitado hasta la hora de cierre de la oficina o hasta las 12:00 h del mediodía del día siguiente a su fecha y hora de
recogida en el caso de oficinas abiertas las 24 horas, los 7 días de la semana. En caso de que no recoja el vehículo durante el periodo de garantía, se le aplicará un cargo de «no-show». (Por favor consulte el cargo «no-show»
sección IX)

Al día siguiente sí les ofrecieron coche, sin aire acondicionado. Por lo que me cuentan, su paciencia se agotó. (Y ni siquiera habían mirado las condiciones reales en la página de internet). Finalmente les ofrecieron otro coche, con aire acondicionado, un Toyota Corolla (sedán), ¡¡que tenía más de 80.000 kilómetros!!

Lo aceptaron. Ante la posibilidad de quedarse sin vacaciones (o de un arrebato que les llevara a quemar la oficina, se me ocurre a mí) aceptaron el coche. Tenía aire acondicionado, pero demasiados kilómetros en manos ajenas como para poder considerarlo un coche seguro.

Cuesta mucho leer las condiciones que detallan el contrato para alquilar un coche. No hay forma de hacerlo sin fallecer de sopor y ceguera. Aun así, es altamente recomendable dedicarle 25 minutos a las cláusulas de los contratos y no fiarse de las condiciones improvisadas que muestran impresas en un papel en cualquier oficina del mundo.

Uno alquila en empresas de presunto prestigio para tener la tranquilidad de que le entregarán un coche en buenas condiciones y de que no intentarán engañarle. No siempre es así, ni siquiera en las marcas presuntamente serias.

Ya lo saben, vayan con cuidado ahí fuera.