En más de una ocasión surge la necesidad de ponerse al volante de un coche que no es el propio, cuando un amigo te presta su vehículo durante unos días, un familiar te deja el suyo porque el tuyo está en el taller o simplemente quieres echarle una mano a alguien que no puede conducir. Sin embargo, ante esta situación surge una duda frecuente: ¿es legal conducir un coche sin estar incluido en su seguro?
En España, la ley exige que todo vehículo que circule esté cubierto por un seguro obligatorio, pero eso no implica necesariamente que todos los conductores tengan que figurar expresamente en la póliza. En determinados casos, conducir un coche ajeno es perfectamente legal, siempre que se cumplan las condiciones que marcan las aseguradoras.
¿Cuándo se puede conducir un coche sin aparecer en el seguro?
La clave está en el uso que se haga del vehículo. Si se trata de un uso esporádico, la mayoría de las pólizas permiten que cualquier persona con carnet de conducir en vigor pueda ponerse al volante. Este tipo de cobertura es habitual en situaciones puntuales, como un viaje o una urgencia, y suele estar incluida de forma implícita en los contratos de seguro estándar.
Por llevarlo a la práctica, algunas aseguradoras como Mapfre permiten conducir el coche siempre y cuando se superen los 25 años de edad, y no hacen objeciones sobre la frecuencia de uso del vehículo. En cambio, otras como Mutua Madrileña hacen especial hincapié en que el uso debe ser ocasional por aquella persona que no está incluida en la póliza de seguro del vehículo.

Hay dos factores que conviene tener en cuenta: la edad del conductor y su experiencia al volante. Algunas compañías limitan la cobertura a conductores mayores de 25 años o con más de dos años de antigüedad en el carnet. Si quien conduce no cumple estos requisitos, y la póliza no lo contempla expresamente, el seguro podría negarse a asumir los daños en caso de accidente.
Si la persona va a conducir el vehículo con frecuencia, lo recomendable es que el titular la incluya como conductor ocasional en el contrato. Así se evitan problemas con la aseguradora en caso de siniestro, ya que la cobertura será completa.
¿Qué pasa si el coche no tiene ningún seguro?
Aunque, como hemos comentado, sí se puede conducir el coche de otra persona bajo ciertas condiciones, lo que nunca está permitido es circular con un vehículo sin seguro obligatorio. La Ley 21/2007 lo deja claro y hacerlo puede llevar consigo sanciones que van desde los 601 euros hasta los 3.005 €, dependiendo del tipo de vehículo, si es reincidente y el tiempo que lleve sin estar asegurado.
Además de la multa, el coche puede ser inmovilizado y llevado al depósito municipal. Y en el caso de que el vehículo sin seguro provoque un accidente, la situación se complica aún más, ya que los daños a terceros correrán a cargo del propietario o del conductor, sin que intervenga ninguna aseguradora. Y el coste económico puede ser muy elevado, ya que la responsabilidad civil incluye tanto los daños materiales como las posibles lesiones que sufran los afectados.
Como hemos visto, conducir el coche de otra persona no es ilegal siempre que el vehículo esté asegurado y el conductor cumpla con las condiciones que pone la aseguradora. Pero si se va a usar de forma habitual, lo más prudente es formalizarlo en la póliza.
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