En 2014, BMW tiene un único curso de conducción. Se denomina Experiencia M y tiene un día de duración. Consta de una parte teórica y una práctica bastante extensa en la que se conducen los últimos modelos deportivos de BMW: el M3, M4 Coupé y M235i.
La única convocatoria para 2014 es el próximo 24 de octubre en el Circuito del Jarama (Madrid). El precio es 1300 euros. Cualquiera se puede apuntar, pues no hace falta ser cliente, futuro cliente de BMW, ni tener un determinado nivel de manejo del coche. Las inscripciones se pueden realizar en la cuenta de correo info@bmwdrivingexperience.es o en el teléfono 902 102 259. BMW Driving Experience. Gama de modelos disponibles

En la parte práctica, el alumno va acompañado en todo momento por un monitor que le enseñará a conocer el coche, la mejor forma de trazar cada curva y a aprovechar las cualidades dinámicas de cada modelo. El objetivo no es aprender a derrapar; de hecho, no está permitido desconectar por completo todas las ayudas a la conducción. Eso sí, si el alumno tiene un buen nivel de conducción y aceptable prudencia, es posible que el monitor le permita circular a un ritmo muy elevado, en el punto donde se consigue una gran aceleración lateral en curva, justo en el límite de adherencia de los neumáticos.
BMW Driving Experience. Gama de modelos disponibles
Este curso también es una buena oportunidad para aquellas personas que estén interesadas en comprar alguno de los modelos que se conducen.  Por ejemplo, se pueden comprobar las grandes diferencias de frenada que hay entre un M3 o un M4 con discos de freno normales o cerámicos. También sirve para hacerse una idea bastante clara del funcionamiento de las diversas ayudas a la conducción.  Por ejemplo, a mi me quedó muy claro la enorme variación de comportamiento, y entrega de potencia del motor, que existe cuando se circula con todas las asistencias electrónicas funcionando y cuando se activa el modo más permisivo «MDM».
BMW Driving Experience. BMW M4 Coupe
Una de las cosas que aprendí del modo MDM, es que su funcionamiento cambia a expensas de los movimientos que hace el conductor con el volante. Por ejemplo, si el coche empieza a derrapar por exceso de aceleración, y el conductor no trata de corregir la situación haciendo contravolante, el sistema no actúa hasta que el coche se ha descolocado de forma muy evidente. Sin embargo, si el conductor hace contravolante para «indicar» al coche por dónde quiere ir, el control de estabilidad actúa antes para conseguir ese cambio de dirección.
 

Cogolludo