Amigos y amigas,

Felicidades en primer lugar a los colchoneros/as por la Liga. Mis condolencias a los merengues, obviamente. El culé que escribe estas líneas permanecerá callado hasta la próxima temporada, en la que espero un ridículo sideral de mis tropas o -como mucho- otro añito de transición. Veremos.

He vuelto para hablarles de un par de cosas.

La primera es una serie que me ha encantado y que puede verse en Star (Disney +).

La serie adapta un personaje de Marvel llamado M.O.D.O.K. y lo hace con tanta retranca que es imposible que no te guste. Si tienes un mínimo sentido del humor, algo de conciencia comiquera y un poco de cultura pop, hay un 110% de posibilidades de que te lo pases pipa.

M.O.D.O.K. explica la historia de un supervillano cabezón que quiere dominar el mundo y le sale regulero. Sus colegas son imbéciles, su familia no le hace caso, sus planes para la sumisión global no funcionan y habla de sí mismo en tercera persona todo el rato. Receta perfecta para la autodestrucción.

No me la esperaba y ha sido la gran alegría del fin de semana con ese tono descacharrado, como si el despiporre surgiera de forma orgánica en la serie.

Lo dicho: una de las cosas más locas que he visto en años y la demostración de que Marvel está a años luz de la competencia.

Con eso y el finale de Mare of Eastown, con la enorme Kate Winslet, ya doy por bueno el mes de mayo.

Sin embargo, de lo que todo el mundo ha hablado estos últimos días es de la novena (si no me fallan los cálculos) entrega de Saw.

Sí, hay otra película de Saw. Yo no tengo la culpa, lo juro.

Esta vez han cambiado de muñeco, aunque el otro molaba mucho más, y también de asesino. Sí, el asesino también molaba más.

El guion sigue siendo más o menos el mismo: un señor que se dedica a torturar a peña para hacerles pagar por cosas que han hecho. La única diferencia es que esta vez solo se carga policías. Por lo demás, han bajado un poco el ritmo con la tortura y tampoco es que se lo hayan currado demasiado en ese aspecto. Ya se sabe, la gracia de la franquicia residía en saber cómo iban a matar a alguien esta vez. Pues ni eso.

El problema reside ya de entrada en que el -improbable- responsable del proyecto es Chris Rock. Supongo que Rock debe de estar en uno de esos momentos en la vida de cualquier cómico que se precie en los que cree que debe interpretar algún papel dramático para que se le reconozca su valía. Así que el hombre recluta a Samuel L.Jackson y se va a ver a los señores del estudio y les dice que por qué no resucitan Saw con él de protagonista y productor.

Y miren, no. Ni con Chris, ni con Samuel, ni con nada.

Eso sí, han hecho algo de dinero en taquilla, así que es posible que haya otra, y otra, y otra y otra. Y así hasta el infinito.

Yo lo dejo a su criterio. Si se aburren mucho, vayan.

Ah sí, y he visto un western llamado First cow. No he acabado de entender la locura cinéfila por la película, que es como una siesta de dos horas, pero qué cojones sabré yo.

Mírenla, si quieren.

Yo iría a por M.O.D.O.K.

Abrazos/as,

T.G.