Polestar ha anunciado en su página web una nueva colaboración con Google que refuerza su apuesta por la conducción inteligente. La marca sueca —del grupo chino Geely— de vehículos eléctricos se convierte en el primer fabricante en integrar la nueva función de guía de carril en tiempo real de Google Maps directamente en el cuadro de instrumentos de su modelo Polestar 4. Esta herramienta, impulsada por inteligencia artificial, promete una navegación más precisa y segura, sobre todo en autopistas o en entornos urbanos con mucho tráfico.
¿Cómo funciona la guía de carril?
El sistema se desplegará inicialmente en Estados Unidos y Suecia a través de una actualización OTA. Se basa en el análisis en tiempo real de la carretera utilizando una de las cámaras frontales del vehículo. Con ayuda de algoritmos potenciados por la IA, el coche identifica la posición del carril, las marcas viales y la señalización, proyectando la información en la pantalla de 10,2 pulgadas situada frente al conductor. De este modo, además de indicar qué carril debe ocupar el vehículo, también muestra visualmente la posición actual y ofrece indicaciones anticipadas para los próximos cambios de carril.
Mercedes-Benz o BMW, entre otros, cuentan con sistemas de identificación del carril basados en mapas de alta precisión. Polestar lo hará, de la mano de Google, con apoyo de la inteligencia artificial, Al mostrarlo en el cuadro, el conductor no tendrá que desviar la mirada ni girar la cabeza, ya que la información estará delante de sus ojos.
La colaboración entre Polestar y Google da un paso más
La relación entre Polestar y Google se remonta a 2020, cuando el Polestar 2 se convirtió en el primer coche del mundo con el sistema Google integrado de fábrica, incluyendo el asistente de voz y la versión nativa de Google Maps. Desde entonces, ambas compañías han colaborado estrechamente en el desarrollo de nuevas funciones de infoentretenimiento y navegación.
Andrew Foster, director de producto de Google Maps, ha destacado que el objetivo de esta nueva función es «ayudar a los conductores a circular con más confianza» y establecer «un nuevo estándar de navegación en la industria del automóvil».
Más allá del impacto tecnológico, este anuncio refuerza la tendencia del sector hacia una integración más profunda entre fabricantes de automóviles y empresas de software. Estas funciones inteligentes, actualizables por vía remota, permiten que los vehículos evolucionen con el tiempo, incorporando nuevas mejoras sin tener que pasar por el taller o cambiar de vehículo. Sin embargo, esta cada vez más frecuente dependencia del software, hace que los coches ya no solo se definan por su motor o diseño, sino por la calidad de su sistema operativo y de las funciones que este pueda ofrecer.
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¿Y para cuando una prueba de conducción del Polestar 4?