¡Ese pronto, Esperanza!

Entiendo perfectamente el cabreo de Esperanza Aguirre. Entiendo perfectamente el arrebato, la reacción instantánea, las ganas de irse, de dejar plantados a esos policías, tantas veces chulitos, que se demoran en la detención, que se regodean con la pérdida de tiempo a la que te someten. Entiendo a Esperanza Aguirre. Yo he tenido muchas veces […]