Pido disculpas a los trabajadores de km77.com, de arpem.com y a todas las personas que leen km77.com y arpem.com. Me he equivocado. Rectifico.

Esta nota titulada «Un tribunal alemán da la razón a km77: declaran ilegales los limpiaparabrisas del Tesla Model 3«, publicada el pasado jueves 6 de agosto a última hora de la noche no la tenía que haber publicado nunca. Desconozco si lo que publiqué es correcto o incorrecto. Lo que sí sé es que no tengo capacidad para contrastarlo y por tanto no debía haberla publicado nunca.

Desconozco si algún tribunal alemán ha declarado ilegales los limpiaparabrisas del Tesla Model 3, ni siquiera si ha criticado su funcionamiento. No puedo contrastar nada de lo que está escrito en alemán. Me tengo que fiar de lo que dicen otros. Y eso es un error inaceptable para un periodista. O consigo una traducción jurada de una sentencia que hable de los limpiaparabrisas del Tesla, o consigo que una persona de confianza me la traduzca, o me tengo que callar periodísticamente hablando. No lo digo con ironía. Lo digo convencido. Son las reglas del periodismo riguroso que me exijo a mí mismo y a todos los que escribimos en km77.com y en arpem.com.

Contrastar los mensajes que le llegan es tarea esencial de un periodista. Lo repito constantemente a los trabajadores de esta casa. El pasado jueves por la noche yo no lo hice. No entiendo alemán, pero no puede ser una excusa. O estás seguro de lo que publicas, conoces bien lo que dice la fuente original, o te callas. El jueves pasado, después de un día intenso de trabajo, me relajé, sin darme cuenta ni siquiera de que me relajaba.

Recibí un mensaje, realicé un búsqueda en internet. Los medios en los que leí que un tribunal alemán había declarado ilegales los limpiaparabrisas del Tesla Model 3 me parecían suficientemente fiables. Incluso traducían la sentencia. Estaba cansado y me relajé. Todos ellos eran medios que promueven el coche eléctrico. La persona que me envió el mensaje, además de un hombre siempre muy bien informado y exigente con la información, es conocedor profundo de Tesla, de su negocio y de sus coches, aunque tampoco habla alemán.

Me equivoqué. Nunca tenía que haber publicado esa nota. No sé qué ha dicho el tribunal alemán. No puedo saberlo. Ahora me envían enlaces a lo que me dicen que es una sentencia y a su traducción. Si me creyera esos mensajes cometería el mismo disparate que cometí el jueves. Me dicen que la sentencia dice una cosa y que dice otra. No soy yo, que no hablo alemán, quien deba participar en ese debate. No sé qué dice la sentencia y no voy a contribuir a propagar más rumores, cábalas y desinformaciones.

No me fio. No debo fiarme de lo que me diga nadie. No sé qué dice la sentencia. Lo único que sé es que si no soy capaz de entenderla por mi mismo tengo que rectificar mi primera nota sobre una sentencia de un tribunal alemán. Pido disculpas a todos por haber propagado desinformación. Siempre he sido contrario a hacerlo. Me equivoqué y rectifico.

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De lo que sí doy fe es de que he probado en muchas condiciones diferentes el limpiaparabrisas del Tesla Model 3 y su modo de funcionamiento es contrario a los mínimos exigibles en seguridad. Me da igual que un tribunal alemán los declare legales, ilegales o mediopensionistas. Yo y los periodistas de km77 que hemos probado el Tesla bajo la lluvia estamos todos de acuerdo en este punto. Hay personas que consideran que es un sistema seguro. No tengo nada que discutirles. Cada uno con su vida y con su seguridad puede hacer lo que quiera. Yo, para quien se fie de mí, afirmo que es un mal sistema y que en determinadas condiciones puede ser muy peligroso. Digan lo que digan los tribunales de cualquier país del mundo y digan lo que digan quienes consideran que es un sistema impecable. doy fe de que lo que digo yo y de que lo que decimos en km77 lo decimos porque consideramos que es rigurosamente cierto y rigurosamente útil para quien nos lee y para quen se fía de nosotros. No pedimos que nadie lo haga. Cada uno que se fie de quien quiera. Sólo faltaba.