Cuando nos compramos un coche, creemos que con cambiar aceite y filtros periódicamente y llevarlo al taller a que le hagan la pertinente revisión es suficiente, pero la realidad es otra muy distinta. La forma en la que conducimos nuestros vehículos en el día a día marcará tanto la vida útil del mismo como la frecuencia con la que tendremos que pasar por nuestro mecánico de confianza.
Lo cierto es que muchos conductores no lo saben, pero hay ciertos hábitos que todos hemos cometido más de una vez y que, repetidos durante meses y años, pueden traducirse en grandes problemas en el motor, en la transmisión o incluso en la batería de nuestro coche.
Acelerar en frío es perjudicial
Es uno de los errores más comunes y, por desgracia, es también uno de los más perjudiciales. Cuando el motor del coche está frío, el aceite aún no ha alcanzado la temperatura adecuada y, como consecuencia de esto, no lubrica correctamente todas las piezas, por lo que el desgaste en cilindros, pistones y otras piezas será mayor. Es evidente que si vas con prisa porque llegas tarde a una reunión o a una cita médica, lo último que vas a pensar es en esperar a que este importante líquido coja temperatura. Sin embargo, trata de evitar exigirle mucho al motor en los primeros metros del trayecto.

Sin embargo, si tienes tiempo para hacer las cosas bien, la forma correcta de arrancar un motor en frío es la siguiente:
- Deja funcionar el motor en ralentí durante unos 30 o 60 segundos antes de iniciar la marcha.
- Evita acelerar fuerte hasta que el motor esté a una temperatura óptima.
Son dos simples hábitos sencillos de cumplir, y harán que las piezas mecánicas de tu coche no se resientan antes de tiempo.
Otros errores que cometemos
El segundo error es especialmente común y tiene que ver con un mal uso del embrague, por lo que solo sucede en los vehículos de transmisión manual. Algunos conductores tienen la costumbre de apoyarse en el pedal del embrague, manteniéndolo ligeramente pisado mientras esperan en un semáforo. El problema también aparece al hacer los cambios de marcha con brusquedad, sin ejecutar bien la sincronización entre el pedal y la palanca.
Este mal hábito lo que hace exactamente es desgastar antes de tiempo el disco de embrague, el volante bimasa e incluso tirar por la borda la estabilidad de la caja de cambios. Si no quieres tener que cambiar antes de tiempo estas piezas, pisa el embrague solo cuando sea necesario, es decir, para cambiar de marcha. Tras pisarlo, deberás soltarlo suavemente.
El tercer y último fallo que cometemos es el de apurar el depósito de combustible hasta el último litro de reserva, es decir, llevar tanque de gasolina con 1 o 2 litros y no parar a rellenarlo hasta que es exclusivamente necesario. Es cierto que este hábito es menos común, pero casi todos conocemos a alguien que espera hasta el último momento para repostar.

Y es un error importante porque están remando en la dirección opuesta de la que creen estar haciéndolo, ya que estarán perjudicando al sistema de inyección y a la bomba de combustible, y esto podría hacerles pasar por el taller y tener que realizar un importante gasto económico. Recuerda que la gasolina o el diésel contienen algunas impurezas que suelen quedarse en el fondo del depósito, y si no hay combustible en él, la bomba y los inyectores absorberán lo que sea que quede, tragando esas impurezas y provocando importantes averías que son bastante costosas.
Es importante recalcar que estos errores no siempre derivan en averías, pero lo cierto es que, si se repiten con frecuencia, puede suceder que el coche esté más tiempo en el taller que en tu plaza de garaje. Te ofrecemos estos consejos por si cometes alguno de estos errores y te resultan útiles para reducir el riesgo de averías.
Lo de no apurar el depósito no lo acabo de ver.
Todos los tanques de coche que he visto tienen una sola salida y en el fondo del depósito, no es como las motos que tienen o tenían dos niveles de salida, el normal y al fondo la reserva.
Lo de las impurezas solo aplica en un caso concreto: siempre lo llevas lleno y después de años de uso apuras hasta la reserva. Ahí es posible que se acumulasen partículas (sobre todo en el diesel) y salgan todas de golpe, atascando el filtro y los inyectores.
El motivo más común de desaconsejar ir siempre en reserva es otro: la bomba del combustible se lubrica/refrigera con el propio combustible. Si el nivel de diesel o gasolina es bajo, esa lubricación/refrigeración puede no ser constante y a la larga dar problemas en la bomba.
Irónico, Nada nada, esto lo hacen 4 frikis, en especial los usuarios que más se averían sus vehículos, simple y llanamente por esto
Gràcies! 🙂