El mercado español del automóvil cerrará 2025 con una recuperación que, aunque es moderada, marca un cambio de tendencia tras años de incertidumbre. Los incentivos estatales, los programas autonómicos y una oferta electrificada cada vez más accesible han permitido acercarse de nuevo a los 1,2 millones de matriculaciones. A partir de esta base, la industria anticipa que 2026 será un año decisivo, en el que o se consolida la recuperación o se corre el riesgo de estancarse justo cuando la transición energética exige el máximo esfuerzo.
En este contexto, la activación del Plan Auto+, que sustituye al MOVES III, y del Plan Nacional de Renovación del Parque, contemplados en la Ley de Movilidad Sostenible, se antoja clave. Aunque Faconauto, en su informe, considera viable alcanzar un mercado de 1,3 millones de unidades si se ponen en marcha de inmediato, el consenso en la industria es más prudente: el escenario lógico se sitúa entre 1,25 y 1,3 millones, condicionado al ritmo de los incentivos y a la capacidad para mantener precios competitivos.
Incentivos y electrificación: las claves
La electrificación ha sido una de las claves de este año. Las ventas de modelos eléctricos, híbridos enchufables e híbridos convencionales se han acelerado gracias a que ahora las ayudas son más accesibles. Además, también influye, según el informe, una mayor red de recarga y la llegada de modelos con precios más contenidos. Todo ello ha permitido alcanzar tasas próximas al 25% de electrificación.
Para 2026, la industria estima que la cuota podría acercarse al 33%, un objetivo realista siempre que se mantenga la estabilidad en los planes públicos de apoyo. La experiencia del Reinicia Auto+ en la Comunidad Valenciana ha demostrado que cuando los incentivos se gestionan con procesos simples y rápidos, la demanda responde. Además, tras la DANA de Valencia, muchos se vieron obligados a tener que adquirir un nuevo vehículo, lo que también favoreció esta tendencia. La continuidad o ampliación de planes autonómicos será igual de importante que las ayudas estatales, ya que su impacto en la demanda ha sido decisivo en 2025.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que el contexto ahora es más favorable, debido a la estabilización de la inflación, a una mayor renta disponible y a tipos de interés más bajos, lo que favorece el acceso a la financiación. Además, el mercado vuelve a tener plazos de entrega que están más cerca de los habituales, uno de los principales problemas de los últimos años.
Renovación del parque, ¿cómo funciona?
La Ley de Movilidad Sostenible establece un máximo de tres meses para activar el Plan Nacional de Renovación del Parque, cuyo objetivo es retirar los vehículos más antiguos, mejorar la seguridad vial y reducir emisiones. Su puesta en marcha en 2026 tendría un doble efecto: estimular la demanda y reforzar la industria española, que necesita un volumen de mercado cercano a los 1,3 millones para sostener las inversiones y garantizar empleo.
Los concesionarios, tras un 2025 de márgenes muy ajustados, afrontan el próximo ejercicio con un contexto más estable. La previsión es mantener en torno a 165 000 empleos, mientras aterrizan nuevas marcas (especialmente asiáticas) y crece la necesidad de talento especializado, sobre todo en posventa.
España tiene una oportunidad
Y si este ha sido el año en el que el mercado ha dado un paso adelante, 2026 puede confirmar que el parque automovilístico español deja atrás la inestabilidad. El país dispone de un marco legal y estratégico para avanzar en la descarbonización sin comprometer a los compradores, y cuenta con una industria fuerte que solo necesita estabilidad para acelerar inversiones. Por tanto, el reto ahora es el de ejecutar los planes dentro del plazo legal, sin olvidarse de que los incentivos sigan siendo accesibles para el comprador.
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