Esta noche moría Karl Malden, el maravilloso actor de –entre muchas otras cosas- Las calles de San Francisco. Su rostro nasal me recuerda a muchas tardes viéndole correr por aquellas calles empinadas y por eso le rindo mi pequeño homenaje, aquí, en este blog. Descansa en paz Karl, eres muy grande.

Bueno, no sé cuantos de vosotros habréis ido a ver Transformers 2 (que ha batido todos los récords habidos y por haber en la taquilla estadounidense) pero sigo esperando que me llevéis la contraria, que –al fin y al cabo- es de lo que se trata. Os recuerdo mi opinión: me abuuuuuuuurre.

Y ahora, señoras y señores, vayamos al tema que va a ocupar este post, aunque sea a codazos, y que no es otro que el estreno de la última película del maravilloso Michael Mann. Un tipo –según dicen- tan insoportable en persona como brillante en la gran pantalla. Su ultimo trabajo (“¡obra maestra!” gritan algunos) se llama Public enemies y cuenta con un reparto de esos de campanillas: Johnny Depp, Christian Bale, Marion Cotillard, etc.

El film explica la historia de John Dillinger, uno de los gansters más famosos de todos los tiempos (aunque no respondiera a la definición de “ganster” tal como la conocemos hoy en día). Dillinger atracó un sinfín de bancos, asaltó cuatro comisarías y asesinó a un buen número de oficiales de policia, pero –sin embargo- para los ciudadanos de a pie era una especie de Robin Hood con traje y metralleta. ¿Por qué?, se preguntarán algunos/as (y aunque no se lo pregunten me dispongo a contestar). Pues, por dos razones: 1) porque estamos en pleno auge de la Gran Depresión y este buen hombre atacaba al corazón del sistema: el brazo armado de la ley y a los siempre vilipendiados banqueros (con razón, afirman voces autorizadas, yo –como hombre prudente que soy- no digo nada). Y 2) porque era un tipo con buena planta bien vestido y guapote. Y eso amigos/as siempre vende. En los años 30 o en el s.XXI.

Depp interpreta a Dillinger y Christian Bale al agente del FBI que le persigue, con lo cual el duelo interpretativo está servido (dejadme que apueste por Depp aun creyendo que Bale es un actor de primera).

No he visto la película así que no me voy a tirar al rollo, pero siendo como es obra de un tipo que ha hecho Heat (obra maestra), El dilema (obra maestra), Collateral (excelente) o que fue el primero en sacar al personaje de Hannibal Lecter (en Manhunter, 1986, interpretado por el fabuloso Bryan Cox) en la gran pantalla, entenderéis que mi fe esté más que justificada.

Siempre recordaré la primera vez que vi a Robert de Niro y Al Pacino sentados en la misma mesa en Heat, sabiendo que uno de los dos la va a palmar en breve y aun así revelando su auténtica naturaleza [nota: os adjunto la escena doblada, pero -por favor, por favor- echadle un vistazo en versión original. Hacedme caso]. Lo del tiroteo posterior en el banco (mejor escena de tiros de la historia del cine) ya lo dejamos para otra ocasión.

¿Os gusta el señor Mann? ¿Os apetece Public enemies o presionamos y obligamos a la multinacional a aplazar el estreno?

El poder está en nuestras manos…

Salud amigos/as, de lo demás ya hablaremos otro día.

T.G.