El Mercedes-Benz EQA es un coche eléctrico con carrocería de tipo SUV construido sobre la plataforma del Mercedes-Benz GLA, denominada MFA2. Su carrocería mide 4,46 metros de longitud y por lo tanto, es una alternativa a modelos como el Lexus UX 300e y el Volkswagen ID.4. Ya está a la venta por 49 900 euros (ficha técnica y de equipamiento).
La única versión que se comercializa por ahora es la denominada EQA 250, que tiene un motor de 190 caballos, tracción delantera y una autonomía de 426 kilómetros (según el ensayo WLTP). Este motor mueve con mucha soltura el vehículo, al menos a velocidades de ciudad, que es donde hemos probado el EQA. Su funcionamiento es muy suave y silencioso, como suele suceder con los motores eléctricos, pero en este caso nos parece que va especialmente fino.
El EQA 250 cuesta exactamente lo mismo que el Lexus UX 300e, que tiene 204 caballos y una autonomía inferior, de 315 km. El Volkswagen ID 4 es notablemente más asequible; por ejemplo, con 170 CV y 345 km de autonomía está disponible por 38 085 euros (ficha técnica comparativa). A lo largo de 2021 llegarán dos versiones más, una de más de 272 CV con tracción total y otra con una autonomía superior a los 500 km (WLTP).
La batería del EQA 250 es de iones de litio, está ubicada bajo el piso, entre los dos ejes de ruedas, y pesa «unos 500 kilos». Funciona a una tensión máxima de 420 V, tiene una capacidad útil de 66,5 kWh y sus celdas están agrupadas en cinco bloques. La refrigeración es mediante líquido (permite gestionar mejor la temperatura que mediante un sistema de aire forzado, pero supone un peso mayor) y tiene una garantía de 8 años o 160 000 km, lo que antes suceda.
Según Mercedes-Benz, son necesarios 30 minutos para cargar la batería del 10 al 80 % en una toma de corriente contínua a 100 kW de potencia; y 5 horas y 45 minutos para pasar del 10 al 100 % en una toma de corriente alterna a 11 kW (lo máximo que admite el cargador embarcado de serie). La toma de carga del coche está en la aleta trasera derecha (imagen). Como en la mayoría de coches eléctricos, es posible programar la carga o consultar el estado de la misma desde una aplicación móvil, que en este caso se llama «Mercedes me».
El motor del EQA 250 lo fabrica ZF, es inducción (asíncrono) y produce 190 CV y 375 Nm de par. Con él, el EQA es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos y alcanzar 160 km/h de velocidad máxima. Tanto el Lexus UX 300e como el Volkswagen ID.4 tienen motores más potentes (204 CV en los dos casos) y aceleran mejor desde parado, mientras que el Škoda Enyaq iV 60, con 179 CV, acelera exactamente igual. La velocidad máxima es idéntica en los cuatro modelos (ficha comparativa).
La futura versión de tracción total (4MATIC) tendrá un segundo motor en el eje trasero. Este será síncrono (con rotor de imanes) y el encargado de mover el coche en la mayoría de las situaciones. El delantero intervendrá en caso de que la centralita de gestión determine que es necesario para mantener la estabilidad del vehículo.
Para reducir el consumo energético en la medida de lo posible, Mercedes-Benz dice haber trabajado en muchos elementos de la carrocería, si bien el coeficiente aerodinámico (Cx)es exactamente el mismo que el del GLA, 0,28. La parrilla, por ejemplo, está tapada por completo, los bajos están carenados, las llantas tienen un diseño exclusivo que favorece el flujo del aire, el entorno de los faros y el capó ha sido hermetizado y el alerón posterior es mayor que el del GLA. Con el mismo objetivo, Mercedes-Benz ha instalado una bomba de calor de serie para caldear el habitáculo, un sistema más eficiente que una resistencia eléctrica de tipo PTC. Además, el sistema de gestión térmica está pensado para contribuir a calentar el habitáculo con el calor residual de la batería, el motor y el inversor.
El conductor puede modificar la intensidad de la frenada regenerativa mediante las levas que hay detrás del volante. Hay cuatro niveles predefinidos (D+, D, D- y D--) y uno automático (Dauto) que cambia el nivel de retención en función de las condiciones de circulación. También hay un sistema de asistencia a la conducción que da recomendaciones para realizar una conducción eficiente (se llama asistente ECO). Da indicaciones, por ejemplo, del momento adecuado en el que hay que levantar el pie del acelerador para aprovechar la inercia del coche y además puede llegar a asistir desacoplando la transmisión.
El salpicadero tiene un aspecto prácticamente idéntico al del GLA (imagen). Como en este, hay dos tamaños de pantalla disponibles para la instrumentación y el sistema multimedia: las de serie, que son de 7,0 pulgadas, y las opcionales, de 10,25 pulgadas. El sistema de navegación incluye una función llamada Electric Intelligence, que calcula la ruta más rápida para llegar al destino teniendo en cuenta las paradas necesarias para recargar, la orografía, las condiciones meteorológicas o el tráfico.
Además también cuenta con el sistema MBUX, con un reconocimiento de órdenes vocales que admite lenguaje coloquial, y, opcionalmente, con un navegador con indicaciones mediante realidad aumentada (en la pantalla central se muestra la imagen que capta la cámara frontal y sobre ella, unas flechas sobreimpresas).
El maletero del EQA tiene 340 litros de capacidad, 95 menos que el GLA del que deriva (imagen). Los tres rivales directos mencionados recurrentemente en este texto tienen uno de mayor capacidad (ficha comparativa). El portón tiene un sistema de apertura y cierre automáticos.
La suspensión tiene el mismo esquema que el GLA: McPherson en el eje delantero y paralelogramo deformable en el trasero (con cuatro brazos). Hay dos tipos de amortiguadores: los de serie, normales, y los opcionales, que están controlados electrónicamente y cuentan con varios ajustes predefinidos. Nosotros hemos probado estos últimos en el modo de conducción «Comfort» y nos ha parecido que dan un buen confort de marcha. Las llantas de serie son de 18 pulgadas, aunque opcionalmente se pueden elegir de 19 o 20.
Además de la de serie (Progressive), hay dos líneas de equipamiento que incluyen varios elementos que modifican ligeramente el aspecto del coche (llantas, molduras, tapizado de los asientos, alfombrilas o pedales, entre otros). Se llaman Electric Art y AMG Line y son opcionales. Además, como suele ser habitual con cada lanzamiento de Mercedes-Benz, durante un año estará disponible una versión llamada «Edition 1» que incluirá muchos elementos que en otras líneas de equipamiento son opcionales (llantas de 20 pulgadas o asientos de piel) y detalles decorativos distintivos.
De serie, todos los EQA incluyen la cámara trasera de ayuda al estacionamiento, el asistente de mantenimiento de carril, el sistema de frenado automático de emergencia en ciudad con reconocimiento de peatones, unos faros de ledes con encendido y apagado automático de luces de carretera y la calefacción para los asientos delanteros. Opcionalmente también se puede pedir un sistema de información proyectada en el parabrisas, un programador de velocidad activo capaz de detener el vehículo o el sistema URBAN GUARD, que incluye una alarma con protección antirremolque, localización vía satélite y reconocimiento de colisiones cuando el vehículo está estacionado.
Aunque el EQA está basado en el GLA, tiene varios detalles estéticos que lo distinguen, tanto en el exterior como en el interior. Por fuera es distinta la parte frontal, que incluye una parrilla carenada y una banda luminosa de fibra óptica que une visualmente los faros (imagen). En la parte posterior, los pilotos también están unidos entre sí y además la matrícula va situada bajo el portón; imagen (en el GLA esta en el mismo; imagen). Por dentro, los cambios más llamativos están en las molduras decorativas, que son de color azul o dorado, y en la información que ofrecen tanto el sistema multimedia como la instrumentación (adaptada al sistema de impulsión eléctrico).
El EQA se fabrica en Rastatt (Alemania) y Pekín (China).