Este es el primer prototipo que Aston Martin presenta del Valkyrie. En el salón del automóvil de Ginebra 2017 presentó unos bocetos y dio a conocer su nombre definitivo (hasta entonces era AM-RB 001). Está desarrollado en colaboración con el equipo Red Bull de F1. Por el momento no hay información sobre el tipo de motor que tendrá y su potencia.
El modelo definitivo será un deportivo de muy altas prestaciones con un aspecto muy parecido al de este prototipo. Aston Martin dice que su diseño permite alcanzar «niveles de fuerza descendente extraordinarios» sin apenas colocar alerones que sobresalgan de la parte superior de la carrocería, para lo que ha trabajado en el flujo que circula por la parte inferior y ha añadido unas pequeñas entradas de aire frontales bajo el parabrisas que no estaban previstas en el diseño inicial. Las áreas no estructurales de la carrocería no son definitivas.
Tiene capacidad para transportar dos pasajeros. Muchos elementos de su diseño están inspirado en los vehículos de competición de Fórmula 1 y Le Mans, la mayoría de ellos para reducir el peso. Los asientos están anclados directamente al monocasco, de forma que los ocupantes adoptan una posición ligeramente reclinada, con los pies un poco por encima de las caderas. Los cinturones de seguridad son arneses, de cuatro puntos de sujeción los de serie y de seis unos opcionales (para quienes tengan la intención de usarlo mucho en circuito).
El volante es extraíble para facilitar la entrada y salida del habitáculo y como medida de seguridad adicional en caso de accidente (imagen). En él se aúnan la mayoría de controles necesarios durante la conducción y una pantalla de tipo OLED para la instrumentación.
Aston Martin dice haber prestado atención especial a la superficie acristalada del habitáculo para favorecer la visibilidad hacia adelante y hacia los lados, puesto que carece de ventana trasera y de retrovisor interior. El motor va colocado en la parte trasera y la entrada de aire de admisión pasa por encima del techo del coche. Por estas razones y para disminuir la resistencia aerodinámica, ha prescindido de espejos retrovisores exteriores. Esta función la desepeñan dos cámaras laterales orientadas hacia atrás y dos pantallas situadas junto a los pilares delanteros.
La carcasa de los faros está hecha de aluminio anodizado y son «entre un 30 y un 40 por ciento más ligeros que los faros más ligeros disponibles en un Aston Martin de producción». El anagrama delantero tiene 70 micras de espesor («un 30 % más estrecho que un cabello humano»), está hecho de aluminio grabado químicamente y cubierto por una capa de laca. Lo denominan Lacewing. Según la marca, un anagrama convencional añadiría peso innecesario (un 99,4 % más) y una pegatina no estaría a la altura de la calidad del coche.
La luz de freno central va montada en la aleta vertical del techo. Es muy pequeña («la luz de freno central más pequeña del mundo»), de 5,5 mm de anchura y 9,5 mm de altura, para reducir en lo posible el peso y la resistencia aerodinámica al avance.