Escuchar y oír. Aire y viento.

No entiendo qué ocurre con el idioma español que nos empeñamos en quitarle el sentido a las palabras, a trastocarlo y a hacerlas inútiles. No soy capaz de repetir las frases que tan bien dibujaba Lázaro Carreter una y otra vez cuando se quejaba de la falta de filo del lenguaje con el que pretendemos expresar pensamientos, ideas y figuras. Utilizar escuchar en lugar de oír duele en los oídos. Y aire en lugar de viento duele por lo menos en el corazón.