Dios, envíame una lata de gasolina
Hola amigos/as, Me encuentro en Roma, donde llueve a cántaros. Si fuera más romántico, les diría que asomado a mi ventana veo los paraguas moverse como pequeñas manchas de colores sobre un lienzo negro y blablablá, pero la verdad es que estoy en un hotel apartado del centro y aquí no se ve […]
Últimos Comentarios