Amigas y amigos,

Les escribo después de leer una noticia sobre una nueva cepa del virus mucho más agresiva que la anterior y que han detectado en el Reino Unido. No he sabido discernir (o igual ya no he querido seguir leyendo con la atención necesaria) si se refiere a que se contagia mucho más rápido o a que mata mucho más. Yo espero y deseo que sea solo lo primero, porque no estoy preparado para lo segundo.

Y si es lo segundo, que la vacuna sea realmente eficaz y que cubra cualquier cepa, variante, remake, reboot, secuela o spin-off del virus de los cojones.

Por favor lo pido.

Pero vengo hoy aquí a hablar de otra cosa.

El viernes fui al cine a ver dos películas. No una; dos.

La primera fue Wonder woman 84. Lo cierto es que es un espectáculo verla en un cine  y que algunas escenas son muy disfrutables, pero al final -en pocas palabras- es una oportunidad perdida a todos los niveles.

Sí, ella esta muy bien porque Gal Gadot es una actriz cojonuda. Sí, los efectos especiales y el diseño de producción y la banda sonora son de primera clase.

No, el guion no es bueno. No, la dirección es regular. No, no hace falta que dure dos malditas horas y media. Y encima resucitan al personaje clave de la manera más chapucera posible. Mal, amigos de DC, mal.

Si seguimos así, Marvel os va a estar pasando la mano por esa cara vuestra, por los siglos de los siglos.

No hay mucho más que decir. Bueno, sí. Lo de ambientarlo en los años 80: meh. Queda bien en los trailers y poca cosa más.

Lo que realmente me sorprendió, y a lo mejor es que el año es raro y mi nivel de exigencia no es el habitual, es Host.

Host es una peli de terror de presupuesto ridículo, guion sencillo y puesta en escena extremadamente efectiva. Habla de cinco chicas que deciden contratar a una médium para hacer una sesión de espiritismo por zoom. La clásica mala idea que sale muy mal.

No voy a hacer spoilers, ya pueden imaginar que la cosa va a torcerse muy rápidamente.

Lo que me gusta (mucho) de la peli es que va al grano. Dura 56 minutos, ni uno más ni uno menos. Utiliza todos los elementos a su alcance para construir una narrativa sólida (para su propósito, que es asustar). Está bien trabajada visualmente y -sobre todo- a nivel sonoro. Si a ello le sumamos que las actrices son extremadamente convincentes y que hay un par de sustos de categoría Premium, llegamos a la inexorable conclusión: la película da miedo.

Ya sé que es lo primero que se le pide a una peli de género (lo de que transmita miedo), pero últimamente ha sido difícil ver terror-terror.

Pues bien: Host es una muy buena película de terror.

Lo más admirable es conseguir hacer algo así con tan pocos recursos y que te quede tan bien. Así que un aplauso fuerte para Rob Savage, el director, al que habrá que seguirle la pista.

Si tienen la oportunidad, vayan al cine a verla. No es lo mismo que verla en casa, en la pantalla de un ordenador. Créanme.

Hablamos otra vez antes de Navidad, pero felices fiestas. Y como siempre: sean precavidos.

Abrazos/as,

T.G.