El SsangYong Torres es un SUV de 4,70 metros de longitud que sobresale por su facilidad de uso y por su sencillez. Pero no una sencillez en términos peyorativos, sino más bien prácticos: es confortable, tiene un habitáculo muy amplio, está razonablemente bien acabado y su conducción resulta agradable. No es el mejor en ningún aspecto en concreto, pero tampoco tiene grandes fallos que lo hagan desaconsejable frente a sus alternativas, que por lo general son más caras. Se trata, en definitiva, de un vehículo que deja una buena impresión entre lo que se paga y lo que se recibe a cambio. Hablamos en detalle sobre estos y otros asuntos en las impresiones del interior y de conducción.

Se puede adquirir desde 32 000 euros, un precio que lo sitúa entre los modelos de tamaño similar más asequibles del mercado (listado de SUV de entre 4,6 y 4,8 m de longitud). Únicamente los SWM G01, DFSK 580 y F5 y MG HS cuestan menos, pero también hay que tener en cuenta que casi todos incluyen menos equipamiento de serie (la excepción es el MG) y que sus prestaciones son peores. El Korando, otro SUV de SsangYong con el que el Torres comparte estructura, es mucho más asequible (hay unos 7000 euros de difrerencia a igualdad de motor y cambio), pero es un coche más pequeño (mide 25 cm menos de longitud), tiene un maletero menos capaz y un equipamiento algo más sencillo (ficha comparativa).

El Torres está disponible con un único motor. Es de gasolina de cuatro cilindros y 1,5 litros de cilindrada que desarrolla 163 CV —el mismo que SsangYong usa en el Korando y también en los Tivoli y Tivoli Grand—. Es un motor que funciona con suavidad, que se oye poco en el habitáculo y que mueve con agilidad al Torres (tabla de prestaciones), pero al que le falta elasticidad y que, por tanto, obliga a utilizar el cambio con frecuencia para obtener una respuesta intensa (a pesar de ser turboalimentado). Le corresponde la etiqueta C de la DGT porque no cuenta con ningún sistema de hibridación, pero para quien la etiqueta ECO sea un atributo deseable, SsangYong comercializa por 2750 € una adaptación para que funcione también con gas (GLP). A lo largo de 2024 SsangYong añadirá a la gama una variante eléctrica del Torres.

También es posible elegir entre disponer de tracción a un eje (el delantero) o total de conexión automática mediante un acoplamiento con un embrague multidisco. Con la primera se puede optar entre un cambio manual o uno automático, mientras que con la tracción total el cambio es siempre automático (de convertidor de par), ambos de seis relaciones. La versión con tracción total tiene un mando para bloquear el embrague del acoplamiento central, obligando al sistema a repartir equitativamente el par entre los dos ejes (se desactiva a más de 40 km/h donde vuelve a funcionar en modo automático).

En el salpicadero de todos los Torres hay tres pantallas —una para la instrumentación, otra para el sistema multimedia y otra para manejar las funciones principales del climatizador— que tienen un desempeño correcto, sin más. La de la instrumentación es, quizá, la que más márgen de mejora tiene porque apenas permite personalizar la información (solo la parte central, la reservada para el ordenador de viaje) y no muestra los datos con especial claridad (el cuentarrevoluciones apenas se ve, por ejemplo). El sistema multimedia no tiene navegador en ninguna de las versiones, pero como es compatible con Apple CarPlay y Android Auto (con cable, eso sí), se trata de un mal menor.

El habitáculo del Torres es, en general, amplio. En las plazas traseras hay mucho espacio longitudinal (para las piernas) y, sobre todo, altura libre al techo (en esta cota es el mejor de entre sus alternativas; mediciones del interior). El maletero tiene 463 o 599 litros de capacidad, en función de la versión elegida (el primer dato corresponde a las versiones de GLP y de tracción total y la segunda, al resto). La diferencia se halla en el doble fondo compartimentado que hay bajo el piso de las versiones de gasolina y tracción delantera, que tiene 136 litros.

El Torres se puede elegir con tres niveles de equipamiento, llamados Trend, Life y Adventure. De serie, todos ellos incluyen sensores de proximidad delanteros y traseros, cámara trasera de ayuda al estacionamiento, faros de ledes, climatizador de dos zonas, freno de estacionamiento automático, llantas de aleación o control de descenso de pendientes. A todo ello, la versión Life añade faros antiniebla, sistema de acceso y arranque sin llave y asientos de piel (con calefacción en el caso de los delanteros, al igual que el volante). Por último, la versión Adventure incluye unas llantas más grandes (de 20 pulgadas), unos asientos delanteros con ajustes eléctricos y ventilación (además de calefacción), calefacción en los asientos traseros, un sistema de iluminación ambiental y un portón con apertura y cierre automatizados. Aquí se pueden consultar las diferencias entre estos tres acabados. 

Los asistentes a la conducción del Torres son los habituales en vehículos de este tipo. Desde el acabado más sencillo son de serie los siguientes: frenada automática de emergencia en ciudad, sistema de alerta por cambio involuntario de carril (puede intervenir sobre la dirección), advertencia de fatiga del conductor y sistema de reconocimiento de señales de tráfico. Las versiones más equipadas incluyen, además, el detector de vehículos en el ángulo muerto, el programador de velocidad activo, o la alerta por tráfico cruzado al circular marcha atrás.

Para la carrocería hay siete colores distintos: Grand White, Iron Metal, Platinum Grey, Forest Green, Cherry Red, Dandy Blue y Space Black. Las llantas son siempre de aleación, aunque su diámetro varía en función del acabado elegido (las hay de 17, 18 y 20 pulgadas). 

SsangYong dice que ha elegido el nombre Torres porque «está inspirado en los espectaculares paisajes del Parque Nacional Torres del Paine, ubicado en la Patagonia en el sur de Chile, elegido Reserva de la Biosfera por la UNESCO». Además, tras la compra de SsangYong por el grupo KG Mobility, se va a producir un cambio de nombre de la marca que pasará a llamarse KGM.