El motor es una evolución del V6 de Alfa Romeo, que llega hasta 3,2 litros de cilindrada por un aumento de la carrera del cilindro con relación al 3 litros del Alfa 166 y el GTV. Su potencia máxima es 250 CV a 6.400 rpm; según Alfa Romeo: «Para incrementar la potencia, habría sido suficiente intervenir en la distribución, la alimentación y la electrónica».
Si han aumentado la carrera es porque lo que Alfa Romeo persigue con este coche no es un deportivo extremo, sino un coche que resulte satisfactorio en uso normal. Obtiene el par máximo a un régimen elevado (300 Nm a 4.800 rpm), pero el motor V6 de 3 litros da también el par máximo a un régimen alto y no es poco elástico (265 Nm a 5.000 rpm).
Para ser un deportivo, ni la potencia ni el par máximo son cifras altas con relación a la cilindrada del coche. Un par máximo de 300 Nm es lo que da el seis cilindros de BMW, en versión de 3 litros de cilindrada.
El aumento de cilindrada está acompañado de otros cambios en la distribución, los conductos de admisión y escape, los pistones, la refrigeración (ahora con radiador de aceite) y —necesariamente— el control electrónico del motor. La relación de compresión de este motor es más bien alta, 10,5 a 1.
Algunos datos de prestaciones y todos los de consumo del 147 GTA son semejantes a los del 156 GTA. El 147 alcanza 246 km/h de velocidad máxima frente a los 250 del 156. No es extraño que esto ocurra; a igualdad de todos los demás factores es más fácil conseguir un bajo factor de resistencia cuanto más largo sea el coche.
Alfa Romeo anuncia los mismos datos de aceleración hasta 100 km/h y consumo en ambos modelos GTA, a pesar de que el 156 es 50 kg más pesado que el 147 (1.485 frente a 1.435 kg). Acelera hasta 100 km/h en 6,3 segundos mientras que el consumo medio es 12,1 litros cada 100 km. Sin embargo, la aceleración de 0 a 1000 m la hace el 156 en 25,9 segundos frente a los 26,1 del 147 GTA, siempre según datos oficiales.
También comparten los desarrollos de transmisión, que son cortos; dan la velocidad máxima —246 km/h— en sexta velocidad y a unas 6.470 rpm (la potencia máxima es a 6.200 rpm).
De momento tiene una caja de cambios manual de seis velocidades, pero hay prevista una caja con embrague pilotado (Alfa Romeo lo denomina Selespeed), en la que «prima la rapidez de los cambios de marcha tanto a bajo como a alto régimen». En los actuales cambios Selespeed (el 156 GTA Selespeed no sé), los cambios a una marcha superior son claramente más lentos (dentro de unos registros buenos) cuando el motor gira despacio que cuando el motor gira rápido.
El 147 GTA parte de un tipo desuspensión igual al del resto de la gama: un paralelogramo deformable en el eje delantero y un McPherson en el trasero. A partir de aquí, Alfa Romeo ha modificado algunos aspectos del bastidor para que el coche sea más rápido en su respuesta, más estable sin hacer dificultosa su conducción (el 156 GTA es un coche relativamente fácil de conducir deprisa), y para mantener una absorción razonable de la suspensión.
En el eje delantero Alfa Romeo ha reforzado y ha cambiado la posición de algunos de los brazos de la suspensión. También tiene unos casquillos distintos, así como unos amortiguadores más duros, unos muelles y una barra estabilizadora menos flexible.
En la suspensión trasera también cambia la posición de anclaje de los brazos de suspensión y el tarado de muelles y amortiguadores es más duro, a la vez que la barra estabilizadora es más gruesa.
El equipo de frenos es el mismo que en 156 GTA. Tiene discos ventilados en el eje delantero con discos de 305 mm y con pinzas Brembo de cuatro pistones. Atrás tiene discos macizos de 276 mm de diámetro.
El 147 GTA tiene control de estabilidad de serie. Alfa Romeo no se lo puso al 156 GTA «porque no hace falta y limitaría su faceta deportiva». Tiene otras ayudas electrónicas, como antibloqueo de frenos con distribuidor electrónico de frenada, antipatinamiento (ASR), bloqueo de ruedas en tracción hasta 40 km/h (TCS) o control de retención (MSR).