Suzuki S-Cross (2017) | Información general

12/03/2020 |Enrique Calle (@QuiqueCalle) y Carlos Fernández (@CarlosFP_77)

El Suzuki S-Cross 2017 es una actualización del S-Cross 2014. Mide de 4,3 metros de longitud y su altura es 1,58 metros, es decir, sus proporciones están más cerca de las de un todoterreno (este tipo de vehículos suelen superar los 1,6 metros de altura) que de las de un turismo familiar (no suelen llegar a 1,5 metros de altura).

Está a la venta por 20 595 € (precio, equipamiento y ficha técnica de todas las versiones) con un motor de gasolina de 140 caballos y desde 22 395 con otro, también de gasolina, de 129 CV y asociado a un sistema de hibridación ligera (Mild Hybrid) gracias al que dispone de distintivo medioambiental ECO. La tracción puede ser a las ruedas delanteras o conectable automáticamente a las cuatro. El cambio de marchas es manual en la versión de 129 CV y puede ser manual o automático en la de 140 CV.

Su precio nos parece competitivo para lo que ofrece y se sitúa en un punto intermedio entre sus principales alternativas. Por ejemplo, el Mazda CX-30 o el Nissan Qashqai son algo más caros con motores de gasolina de potencia parecida y un equipamiento que también es similar (ficha comparativa). También hay varios modelos claramente más económicos, como el Dacia Duster, el Fiat 500X o el Mitsubishi ASX (ficha comparativa), aunque tienen menor equipamiento de serie que el Suzuki. Entre los vehículos de sus características con tracción a las cuatro ruedas, este Suzuki está entre los más económicos. 

Con la llegada S-Cross 2017 se introdujeron dos nuevos motores de gasolina, llamados 1.0 VVT y 1.4 VVT, de 111 y 140 CV respectivamente; solo el más potente sigue a la venta. También existió una versión con motor Diesel, de 120 CV, que se pudo pedir con un cambio automático doble embrague y seis relaciones (TCSS), además del manual. 

La novedad más reciente que presenta el S-Cross es la adición a la gama, en marzo de 2020, de la versión 1.4 VVT Mild Hybrid. El motor térmico es esencialmente el mismo que el de la versión de 140 CV, pero tiene menos potencia (129 CV), cambios en el sistema de inyección (ahora hay inyectores con siete orificios) y una relación de compresión distinta (ahora es 10,9 a 1 en lugar de 9,9 a 1). Va asociado a una red de 48 V con un motor-generador de 14 kW (este va conectado al motor térmico mediante una correa) y una batería de iones de litio (de 0,38 kWh de capacidad; va situada bajo el asiento del acompañante delantero). Este sistema sirve para arrancar el motor de combustión por sí solo, recuperar energía en las fases de recuperación y apoyar al motor de combustión en las aceleraciones, pero no puede mover el coche por sí mismo como, por ejemplo, sí lo hace el de un KIA Niro Híbrido, un modelo técnicamente muy distinto al de Suzuki.

Como en otros sistemas de hibridación ligera, el apoyo del motor eléctrico se da siempre a bajo régimen y, por tanto, no aumenta la potencia máxima del conjunto. Para el conductor, el funcionamiento de este sistema es prácticamente imperceptible, salvo por la suavidad con que arranca el motor térmico tras las detenciones. Nos ha parecido un motor agradable, relativamente refinado, que  entrega la potencia con progresividad y da unas prestaciones que permiten al vehículo desenvolverse con agilidad en cualquier tipo de terreno.

Una de las mayores ventajas de esta versión respecto a la 1.4 VVT de 140 CV es que el consumo homologado es mucho más bajo (hasta 1,1 l/100 km de diferencia; ficha comparativa). Nosotros lo hemos probado durante una presentación a la prensa, solo por vías rápidas y carreteras de doble sentido, y en estas condiciones nos parece difícil obtener un consumo medio real inferior a 7,0 l/100 km si se circula a ritmo normal. Por otra parte, la principal desventaja de esta versión es la diferencia en el precio de compra, de 1800 euros respecto a la de 140 CV, que puede quedar amortizada por el potencial ahorro en combustible y el aprovechamiento de las ventajas relativas al distintivo ambiental ECO, como las tarifas reducidas de aparcamiento en las ciudades. 

La altura libre al suelo de la carrocería es ligeramente mayor que en el modeo anterior (hay 18 cm, en lugar de 16,5, debido a un cambio de neumáticos). Aun con dicha ganancia, la altura sigue siendo escasa para circular por zonas complicadas, aunque más que suficiente para rodar por caminos que no estén perfectos. Este S-Cross también se diferencia del anterior por varios cambios en el aspecto que detallamos al final de este texto y un nuevo sistema multimedia opcional compatible con los protocolos de conexión Apple CarPlay y Android Auto.

El S Cross resulta agradable de utilizar en el día a día y deja la impresión de que está diseñado para que sea práctico. El acceso al habitáculo resulta muy cómodo por la posición de los asientos, pues no van tan cerca del suelo como en un turismo, ni tan elevados como los de algunos todoterrenos. Además, el conductor tiene buena visibilidad, pues la superficie acristalada es relativamente grande, los pilares laterales son más bien estrechos (para lo normal hoy en día) y la línea de las ventanillas queda claramente por debajo de los hombros de los ocupantes. El salpicadero es sencillo, su diseño limpio y casi todo se encuentra con facilidad (imagen). Lo que nos ha gustado menos es la pantalla táctil central (disponible en las versiones más equipadas, imagen) pues es complicado manejarla en marcha (como la mayor parte de las pantallas de este tipo) ya que, mientras se conduce, cuesta encontrar el icono que se necesita. El interior es amplio para cuatro ocupantes si no se monta el techo solar (imagen); este elemento resta unos centímetros de altura en las plazas posteriores (más información en el apartado Impresiones del interior).

Es cómodo de suspensión e invita a una conducción relajada en curvas, que es lo normal en casi todos los todoterrenos con los que compite. Aunque no es un vehículo para correr en curvas, en una autovía o en cualquier carretera en la que no haga falta un vehículo ágil, se desenvuelve muy bien. Según hemos comprobado en nuestras maniobras de esquiva, reacciona con suavidad ante cambios bruscos de carril y el control de estabilidad está ajustado para que prime la seguridad.

La única versión que hemos probado en profundidad (fue en 2017, cuando salió el modelo) es una de las que ya no se comercializa: motor Diesel de 120 caballos, cambio de marchas manual y tracción total. Esta nos parece muy satisfactoria por el empuje que da su motor y la entrega de potencia. Pero lo mejor es, sin duda, lo poco que gasta. Obtivimos un gasto medio próximo a 5,0 l/100 km en diversos tipos de utilización, que es muy poco en un coche del volumen del S-Cross y, más aun, que tiene tracción total (que aumenta el peso y la resistencia mecánica al avance). Esta versión es un poco ruidosa en frío, pero no llega a ser exagerado. Más información en el apartado Impresiones de conducción.

El S-Cross se vende con dos niveles de equipamiento: GLE y GLX. La diferencia de precio entre uno y otro es de 525 euros (ficha comparativa). GLE nos parece el más interesante, pues ya consta de elementos que pueden resultar muy útiles en el día a día: arranque y acceso sin llaves, asientos calefactados, cámara trasera de aparcamiento, climatizador (que cumple bien su función), programador de velocidad activo y faros de ledes. Este sistema de iluminación da un haz largo, ancho y uniforme pero relativamente poco intenso: sería mejor si fuera un poco más potente.

El nivel de equipamiento GLX tiene navegador, control acústico de aparcamiento, techo solar y tapicería de cuero. Esos dos últimos elementos no nos han gustado: el techo solar porque, como se ha mencionado antes, resta unos centímetros de altura. Y, en segundo lugar, la tapicería de cuero resulta fría cuando la temperatura exterior es baja. 

La longitud del S-Cross 2017 es la misma que la del modelo de 2014 (4,30 metros), pero ahora es dos centímetros más ancho (1,79 m) y uno más alto (1,59 m) debido a algunos de los cambios que se mencionan a continuación. La caída del capó es menos pronunciada, la rejilla es más grande y está colocada en una posición más vertical y el parachoques es diferente. Los faros tienen un diseño distinto y, a diferencia del anterior, pueden tener ledes para realizar sus funciones de iluminación. Los pilotos no cambian de forma, pero las luces de posición y de freno ahora son de ledes en vez de bombillas halógenas.

Para la carrocería hay cuatro colores adicionales: Azul Esfera, Gris Mineral, Marrón Canyon y Rojo Energetic. El Suzuki S-Cross se comercializa en otros países con el nombre SX4 S-Cross. La garantía del fabricante para este modelo es 5 años. 

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