El Hyundai i30 es un turismo de cinco puertas que está disponible con tres carrocerías: i30 5p (la que tratamos en este artículo, mide 4,34 metros de longitud), i30 Fastback e i30 CW. Su precio de venta parte de 22 420 euros con un motor de gasolina de 110 CV (precios de toda la gama). Como se observa en este listado comparativo, es uno de los vehículos más baratos de su segmento.
En km77 hemos probado la versión 1.0 TGDI de 120 CV con sistema de hibridación ligera (desde 26 495 euros). Es una versión recomendable por la suavidad con que funciona su motor de tres cilindros, pero no tanto por las prestaciones que ofrece, que son discretas. Su consumo de combustible es moderado, ni muy alto ni muy bajo. Más información en las Impresiones de conducción.
Este Hyundai i30 lleva en venta desde mediados de 2020 y es la actualización de mitad de vida del i30 de tercera generación, que lleva en el mercado español desde 2017 (información y prueba del Hyundai i30 5p modelo-año 2017). A lo largo de estos años, Hyundai ha realizado cambios en la gama. Uno de los más significativos sucedió en 2022, cuando Hyundai eliminó las versiones Diesel —hubo dos, 1.6 CRDi de 116 CV y 1.6 CRDi de 136 CV, esta última con hibridación ligera; fichas técnicas—.
En abril de 2024, Hyundai cambia muy ligeramente el frontal —nuevo patrón para la parrilla y para las entradas laterales de aire—, introduce nuevos diseños de llantas y renueva la paleta de colores para la carrocería con siete nuevas pinturas: Abyss Black Pearl, Ecotronic Grey Pearl, Ultimate Red Metallic, Jupiter Orange Metallic, Meta Blue Pearl, Cypress Green Pearl y Sailing Blue Pearl. En el interior, es nuevo el tinte para la parte superior del salpicadero (un poco más grisáceo) y hay más plástico negro brillante rodeando la zona de la palanca de cambios. En lo relativo al equipamiento, ahora hay más elementos incluidos de serie, como los faros y pilotos de ledes y una instrumentación de pantalla de 4,2 pulgadas (de 7,0 en opción y en los niveles de equipamiento más altos).
Con estos cambios, el i30 5p se mantiene en una posición competitiva frente a sus rivales. Sigue siendo un coche que, por encima de todo, sobresale por su facilidad de uso y por su sencillez. Es cómodo y está bien acabado.
El sistema multimedia puede tener una pantalla táctil de hasta 10,25 pulgadas, conexión inalámbrica para CarPlay y Android Auto y la tecnología Bluelink Connected Services. Con esta función, que es gratuita durante los primeros cinco años, se puede conectar el vehículo con un teléfono móvil y así realizar varias acciones en remoto: abrir y cerrar las puertas, mandar una dirección al navegador, conectar el sistema de climatización o incluso consultar la ubicación del mismo.
Por ergonomía, el i30 es uno de los mejores modelos a la venta. Aunque puede tener pantallas de grandes dimensiones (la unidad que hemos probado no las tenía), Hyundai, con buen criterio, ha mantenido varios mandos físicos para controlar aquellas funciones que se utilizan con mayor frecuencia: climatizador, volumen del sistema de sonido o activación y desactivación de algunos asistentes a la conducción. Un Peugeot 308, por ejemplo, tiene un interior más llamativo y un aspecto más despejado, pero hay que apartar la vista de la carretera durante más tiempo para realizar cualquier ajuste. Por espacio interior se encuentra en una posición ventajosa frente a sus rivales salvo por el hueco para las piernas en la fila trasera, que es normal. Sobre estos y otros aspectos damos información abundante en las Impresiones del interior del i30 (2017), que son plenamente aplicables al modelo 2020.
La gama de motores está compuesta exclusivamente por motores de gasolina. Los hay sin hibridar —1.5 DPI de 110 CV y 1.0 TGDI de 120 CV— y con un sistema de hibridación ligera de 48 voltios —1.0 TGDI 48 V de 120 CV y 1.5 TGDI 48V de 160 CV—. A estos últimos les corresponde el distintivo ambiental ECO de la DGT (a los demás el C). Todos van asociados a una caja de cambios manual de seis velocidades, aunque opcionalmente se puede pedir una automática de doble embrague y siete relaciones para el 1.0 TGDI 48V de 120 CV.
Adicionalmente, hay dos versiones deportivas denominadas i30 N (250 CV) e i30 N Performance (280 CV), de las que damos más información en este artículo específico.
La caja manual de las versiones que tienen un sistema de hibridación ligera se denomina iMT (de intelligent Manual Transmission). Su característica más llamativa es que tiene un embrague controlado electrónicamente que permite desacoplar el motor de la propia transmisión cuando no se pisa ningún pedal. De esta manera, sin que el conductor tenga que hacer nada especial, es posible circular por inercia y con el motor apagado en algunas situaciones, incluso cuando hay una marcha seleccionada (una función que, hasta la fecha, solo se daba en las transmisiones automáticas). Su funcionamiento, además, pasa desapercibido para el conductor y los ocupantes, ya que se produce con total ausencia de vibraciones y ruidos.
Hay cuatro niveles de equipamiento disponibles: Essence, Klass, Tecno y N-Line. Hasta principios de 2022 también hubo uno llamado N-Line X. Los i30 N-Line y N-Line X tienen un aspecto que los asemeja a los i30 N: llantas de 18 pulgadas, faros oscurecidos, doble salida de escape, carcasas de los retrovisores de color negro, asientos con mayor sujeción lateral, pedales acabados en aluminio y volante de cuero perforado con pespuntes de color rojo y neumáticos Michelin Pilot Sport 4, entre otras cosas. Hyundai también ha modificado ligeramente la suspensión de los i30 N-Line y N-Line X para que sea un poco más firme que en el resto de niveles de equipamiento.
El i30 puede tener muchos sistemas de seguridad y ayuda a la conducción. Entre ellos están el Lane Following Assist (mueve ligeramente la dirección para mantener el coche centrado en el carril), el Leading Vehicle Departure Alert (alerta al conductor cuando detecta que el vehículo precedente ha iniciado la marcha y nosotros no), la alerta de presencia de vehículos en el ángulo muerto (que tiene capacidad de intervenir sobre el motor y reducir la velocidad de avance), el de tráfico cruzado al circular marcha atrás (puede llegar a detener el vehículo) y el de frenada de emergencia en ciudad, que incluye detección de bicicletas (además de peatones).