El Serie 5 es todo un escaparate tecnológico de BMW. Puede tener multitud de elementos de equipamiento poco o nada habituales que sirven de ayuda a la conducción y que persiguen lograr una mayor seguridad.

Uno de ellos es el de visión nocturna «Night Vision». Una cámara de infrarrojos —colocada en la parrilla, en el mismo eje que el conductor y, por tanto, de sus ojos—capta  el calor que irradian los objetos. En la pantalla del navegador se muestra la imagen, en tonos que van del blanco al negro (imagen). Lo más claro es lo más caliente. Tiene una función capaz de reconocer peatones o ciclistas. Si estima que se encuentra en una zona potencialmente peligrosa (próxima a la calzada, por ejemplo el arcén o en la acera) advierte al conductor mediante un triángulo amarillo que aparece superpuesto en la imagen. Si está en frente del coche, el triángulo parpadea. Como lo normal no es ir mirando la pantalla a la vez que se conduce, la utilidad de este sistema es relativa. Si se equipa el coche con este dispositivo, me parece totalmente recomendable el sistema de proyección de información sobre el parabrisas («Head up Display») porque la advertencia aparece también en este sistema, que sí se encuentra en el campo de visión del conductor. El sistema de visión nocturna tiene varias limitaciones. Sólo funciona a más de 5 km/h, a los ciclistas los reconoce siempre que vayan en bicis «normales», los peatones deben estar a cierta distancia y la temperatura ambiente no debe ser mayor de unos 25 grados.

En el siguiente vídeo hay un ejemplo de funcionamiento del Head up Display:



El sistema de reconocimiento de señales me parece prescindible. Funciona leyendo las señales verticales colocadas en los laterales o sobre la calzada. También reconoce bien las señales amarillas de obras y las que indican el fin de las limitaciones pero en ocasiones no lee alguna señal —puede estar mal colocada o quedar oculta por un camión, por ejemplo— y si nos fiamos de su indicación podemos estar excediendo el límite de velocidad y ser multados.

No ha acabado de gustarme el que advierte que hay otro vehículo en el ángulo muerto de los retrovisores. No porque funcione mal, que no lo hace, sino porque creo que el testigo que avisa al conductor —con forma de triángulo y colocado en la base del retrovisor— se ve poco. Pero es mejor tenerlo que no tenerlo.

Sin duda, la opción que sí pagaría es la del ya mencionado sistema de proyección de información sobre el parabrisas «Head-Up Diplay» (imagen). Muestra de su buen funcionamiento es que me acostumbro rápidamente a consultar la información en ese dispositivo cada vez que pruebo un BMW que lo lleva y, sobre todo, que en el siguiente coche lo echo de menos. Permite controlar la velocidad a la que circulamos, el estado del programador de velocidad, las indicaciones del navegador (que son muy claras) y otras advertencias. Es posible ajustar la altura y la intensidad de la proyección. Si lo tiene, también muestra la velocidad máxima permitida en ese punto de la vía y una posible colisión contra otro vehículo.

El «Sourround View», que es como BMW llama al conjunto de cinco cámaras exteriores, puede servir de ayuda, tanto para facilitar las maniobras como para evitar pequeños golpes o un posible accidente en un cruce. De esto último se encargan las dos cámaras que hay en los laterales del paragolpes delantero. Son útiles al llegar a un cruce con poca visibilidad (imagen y vídeo) o al salir de un garaje estrecho. Basta con asomar medio metro el coche para poder ver si viene otro vehículo hacia el cruce o un peatón por la acera, por ejemplo.

Las otras tres cámaras son para la función llamada «Top View». Dan una imagen cenital del coche —salvo de la zona delantera—. Son de mucha ayuda para aparcar porque permiten ajustar bien el coche contra el bordillo sin golpearlo con la rueda o no dañar la carrocería contra algún obstáculo (un bolardo de poca altura), con la ventaja de que en vez de mirar en tres retrovisores basta con prestar atención a una única pantalla.

Las dos cámaras traseras se pueden desconectar y ver sólo la imagen de la trasera a mayor tamaño. En este caso se superponen unas líneas que indican la trayectoria del coche (imagen). Las dos cámaras laterales van colocadas en la parte inferior de los retrovisores y la cámara trasera sobre la matrícula. Si circulamos con lluvia, las cámaras se pueden ensuciar mucho, sobre todo la posterior. Una solución sería poner un surtidor de agua a presión, como la que tiene el sistema de visión nocturna o ocultarlas de algún modo cuando no son necesaria, tal y como BMW ha hecho en la que tienen el nuevo BMW Serie 6 Cabrio (vídeo).