Subaru renueva la actual generación (código SK) del Forester que fue presentada en 2018 (más información). Lo hace, principalmente, con cambios estéticos en el frontal del coche y mejoras en algunos elementos de equipamiento. Solo se puede adquirir con un sistema híbrido de 150 CV (distintivo ECO) y tracción total, con un precio de partida de 35 400 € (listado de versiones y precios).
No hay novedades en el interior. Como el Forester 2019, el 2022 es un SUV amplio y con un acceso muy sencillo porque las puertas son grandes (imagen). El maletero tiene un volumen de 509 litros, que no es mucho en relación a sus alternativas, pero grande en términos absolutos y fácil de aprovechar por sus formas (imagen). La proporción entre superficie acristalada y chapa es mayor de lo habitual, eso produce un interior más luminoso y favorece que el conductor tenga mejor visibilidad de lo que le rodea. El sistema multimedia sigue siendo una pantalla táctil de ocho pulgadas (imagen) compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
Lo menos satisfactorio seguramente es el sistema híbrido. Las prestaciones pueden resultar un poco justas a la hora de adelantar (acelera de 0 a 100 km/h en 11,8 segundos) y el consumo homologado es mucho más alto que sus alternativas (listado, ordenado de mayor a menor consumo, de SUV con etiqueta ECO, tracción total y tamaño parecido).
Subaru combina un motor de gasolina de 150 CV (atmosférico de tipo bóxer con 2,0 litros de cilindrada) con uno eléctrico (motor síncrono) de poca potencia, 17 CV. La potencia máxima conjunta es de 150 CV, es decir, ambos motores no dan la potencia máxima simultáneamente. Como la batería es de muy poca capacidad (de iones de litio de 0,57 kWh) solo puede circular en modo eléctrico a un máximo de 40 km/h y no más de 1,6 km (ambos valores son muy optimistas, difícilmente se consiguen en condiciones normales de circulación). El conductor no tiene a su disposición un botón con el que obligar al sistema propulsor a circular en modo eléctrico. Es el propio sistema el que decide en cada momento qué motor utilizar. En la prueba del Forester 2018 hay más información sobre esto.
¿Qué cambia en el Forester 2022?
Los cambios estéticos de mayor calado se hallan en el frontal, donde son nuevos los faros (más pequeños y con el fondo negro), la parrilla (más grande y también negra) y el parachoques (frontal del Forester 2019 y frontal del Forester 2022). El resto de la carrocería se mantiene prácticamente sin variaciones. El habitáculo permanece igual.
El conjunto de sistemas de ayuda a la conducción —EyeSight Driver Assist Technology— ha sido mejorado. El campo de visión de las dos cámaras frontales (imagen) es «casi el doble» que en el Forester 2019 y hay nuevas funciones como la de centrado en el carril (antes el Forester evitaba salirse del carril, pero no mantenía el coche centrado entre las líneas) y la de asistencia en la dirección en maniobras evasivas (modifica la trayectoria del coche). Subaru, al igual que Tesla, prescinde de radar para los asistentes a la conducción.
El sistema Driver Monitoring System tiene una nueva función: reconocimiento de gestos con la mano (imagen) para subir o bajar la temperatura del climatizador. Si se levanta el puño, baja la temperatura dos grados; si se abre la palma, los sube. A mí no me ha parecido una función especialmente útil porque el Forester tiene mandos mecánicos (dos ruletas) para ajustar la temperatura de fácil localización. Este sistema reconoce hasta cuatro conductores diferentes mediante un escaneo facial y ajusta automáticamente a las preferencias de cada uno la posición del asiento, de los retrovisores exteriores, del climatizador y la información mostrada en la instrumentación. También vigila si el conductor mira o no hacia la carretera. Para la detección se usa una cámara colocada bajo la visera de la pantalla del ordenador
La suspensión (muelles y amortiguadores) han recibido un ligero reajuste para, en palabras de Subaru, «proporcionar un confort de marcha más refinado y un manejo más ágil». Tendría que subirme en un Forester 2022 y, seguidamente, en uno 2018 para poder apreciar las diferencias. La generosa altura libre al suelo (22 centímetros), se mantiene pero el ángulo de ataque mejora ligerísimamente (1,3 grados) por el diseño del nuevo paragolpes delantero.
Los elementos de asistencia a la conducción off-road han sido modificados. La selección hecha con el mando X-MODE (ajusta el sistema de tracción, frenos y motor) se mantiene en estado latente superados los 40 km/h y al bajar de esa velocidad, se reactiva automáticamente (antes se desconectaba al pasar ese límite).
La luz interior ahora tiene ledes en vez de bombillas, el retrovisor es diferente y, en el maletero, hay dos argollas extra colocadas en el techo (imagen) que hacen un total de 10. La carrocería está disponible con tres colores nuevos (Autumm Green Metallic, Brilliant Bronze Metallic y Cascade Green Silica).
Equipamiento, precio y alternativas
La gama está estructurada en tres niveles: Sport Plus (35 400 €), Executive (37 900) y Executive Plus (39 900). De serie, todos traen faros de ledes, el conjunto de asistentes a la conducción EyeSight, los sistemas X-MODE y SI-DRIVE (gestiona el funcionamiento del motor y del cambio según el programa de conducción seleccionado), el equipo multimedia y los asientos calefactados (en ningún caso pueden estar ventilados).
El nivel Executive añade asientos delanteros con ajustes eléctricos y memoria (para el del conductor), entrada y arranque sin llave, portón automático, cristales tintados, cámaras (trasera y laterales), cambio automático de luces (HBA), retrovisor interior de oscurecimiento automático y frenada de emergencia marcha atrás (RAB). La versión Executive Plus cuenta, además, con tapicería de cuero Nappa negro o bitono (negro y marrón) y techo solar.
De los SUV de tamaño parecido con tracción a las cuatro ruedas (listado ordenado por precio), el Forester es el más barato de entre los que tienen el distintivo ECO de la DGT, junto con el Ford Kuga 2.5 FHEV (el Kuga tiene 190 CV). El Toyota RAV4 Hybrid 220H se comercializa desde 37 900 € y es mucho más potente (222 CV), mientras que el Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV (que es Diesel de 136 CV) cuesta 38 703 € y el Sportage HEV (híbrido de 230 CV), 46 153 €.