El Opel Mokka e es la versión eléctrica del Opel Mokka, un crossover de 4,15 metros de longitud. Tiene un motor de 136 caballos, una batería de 50 kilovatios hora de capacidad bruta y una autonomía WLTP de 324 kilómetros. Está en venta por 35 400 euros (todos los precios de la gama Mokka e).
A diferencia de los Mokka de combustión, el precio del Mokka e está más en la línea de sus competidores. Tan solo el Peugeot e-2008, que tiene el mismo sistema de impulsión del Opel, es más barato. Un Hyundai Kona eléctrico (136 CV) es ligeramente más caro y su autonomía es inferior (ficha técnica comparativa). Otra posible alternativa es el DS 3 Crossback E-TENSE, si bien este modelo es sensiblemente más costoso (ficha comparativa).
La conducción del Mokka e, como la del cualquier otro coche eléctrico, sobresale por la suavidad de funcionamiento del motor. No vibra y apenas suena. Curiosamente, la respuesta de este al acelerador no siempre es inmediata. La es cuando llevamos el pedal pisado y lo hundimos más para ganar velocidad. Pero si no lo estamos tocando y volvemos a él, la respuesta se demora un instante, como si fuera un motor de combustión de poca cilindrada con turbo. Esto es así en cualquiera de los tres modos de conducción disponibles: Normal, Eco y Sport.
Entre estos tres modos hay diferencias importantes. En Eco, el rendimiento del motor queda limitado a 82 CV y 180 Nm de par, en Normal a 109 CV y 220 Nm, mientras que en Sport no hay limitaciones y el motor da 136 CV y 260 Nm. En todo caso, si se pisa a fondo el acelerador, el Mokka e acelera con la máxima rapidez que pueda en ese momento. Los modos de conducción también afectan a la asistencia de la dirección, pero no a la suspensión, porque los amortiguadores son de dureza fija.
Como en los Mokka con motor de combustión, la suspensión me parece más confortable en ciudad que en autopista porque gestiona mejor los baches que le llegan a poca velocidad que aquellos que mueven las ruedas con rapidez. No obstante, en el Mokka e me ha dado la sensación de que este contraste es menos acusado y que resulta, en términos generales, ligeramente más cómodo que el Mokka.
Con el aislamiento acústico del habitáculo ocurre lo mismo que en el Mokka. En ciudad, a baja velocidad, se viaja bien (en el Mokka e incluso mejor porque no hay un motor de combustión metiendo ruido). Pero en autopista, a alta velocidad, se escucha un silbido procedente de alguna parte del frontal del vehículo que puede llegar a molestar.
Sobre el consumo de energía, no puedo dar cifras bien fundamentadas porque el coche lo he probado poco. En un tramo de autopista de 15 km, a 120 km/h constantes, la media estuvo en torno a 23 kWh/100 km. En un recorrido de ciudad de unos 6 km, con poco tráfico y pocas paradas, me quedé en 10 kWh/100 km. En todos los casos, con el climatizador conectado en modo automático a 21 ºC y una temperatura exterior de unos 17 ºC. La prueba del Peugeot e-208, que es idéntico por motor y batería, puede resultar útil para hacerse una mejor idea del consumo y la autonomía.
Algunos componentes del sistema de impulsión, como el cargador embarcado, se hayan debajo del maletero. Esa es la razón por la que este tiene un volumen de 310 litros y no de 350 como los Mokka de combustión. Sus dos principales alternativas, el e-2008 y el Kona eléctrico, tienen mayor capacidad, 405 y 332 litros respectivamente (también ambos son más largos que el Mokka e, sobre todo el e-2008; ficha comparativa).
La batería es de iones de litio, está ubicada debajo del piso del habitáculo y no resta espacio para los pasajeros (mediciones del interior). No obstante, su presencia sí se nota porque la parte del suelo del coche donde están anclados los asientos (los delanteros y los traseros) es un poco más voluminosa y no deja recoger los pies hacia atrás como en los Mokka con motor de combustión. De los 50 kWh de capacidad que tiene, 46 kWh son útiles. La potencia máxima de carga con corriente continua(DC) es de 100 kW y, con corriente alterna (AC), de 11 kW.
Los datos de la instrumentación siempre se consultan en una pantalla, de 7 o 12 pulgadas según el nivel de equipamiento, mientras que la pantalla central es de 7 o 10 pulgadas. La información que muestran ambas es la misma que en los Mokka de combustión, excepto por un par de menús específicos con algunos datos del funcionamiento del sistema de impulsión. El equipo multimedia es compatible con on Apple CarPlay y Android Auto.
Los niveles de equipamiento son los mismos que en cualquier otro Mokka —Edition, Business Elegance, GS Line y Ultimate— y los elementos disponibles, también. Algunos de ellos son faros de ledes matriciales, zona de recarga inalámbrica para teléfonos móviles, programador de velocidad activo, sistema de mantenimiento automático en el carril y masaje para el asiento del conductor.
Como es común en los coches eléctricos, existe una aplicación para teléfonos móviles, llamada myOpel, desde la que se pueden consultar datos del vehículo —como cuál es la autonomía y dónde está estacionado— realizar algunas acciones en remoto —como encender la calefacción o abrir las puertas—.