El Mercedes-Benz GLB 2026 es un SUV de tamaño medio con cinco o siete plazas que reemplazará a dos modelos de la gama actual: el GLB y el EQB (estos dos son en realidad el mismo coche, pero uno lleva motores de combustión y otro eléctricos). Mide 4,73 metros de longitud, tendrá versiones eléctricas e híbridas y se enfrentará a modelos como los Audi Q5 y Q6, el BMW iX3 o los Lexus NX y RZ. No obstante, ninguno de estos tiene la posibilidad de tener tres filas de asientos; si incluimos esa variable en la búsqueda, los resultados son más escasos: listado de SUV híbridos y eléctricos con 7 plazas de entre 4,65 y 4,85 m de longitud. Las primeras unidades llegarán en primavera de 2026, pero ya se pueden hacer pedidos desde 55 925 euros (precios y fichas técnicas).
La gama inicial está compuesta por dos versiones eléctricas llamadas GLB 250+ y GLB 350 4MATIC, ambas con el apellido «EQ technology». La más sencilla tiene un motor de 272 CV que mueve las ruedas traseras y que toma la energía de una batería con 85 kWh útiles con química de tipo NCM. La autonomía homologada es de 631 km y sus prestaciones, las siguientes: de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos y 210 km/h de velocidad máxima.
La segunda versión eléctrica tiene el mismo motor de 272 CV en el eje trasero, pero además tiene otro de 109 CV que mueve el delantero cuando las circunstancias lo requieren (de esta manera tiene tracción total). La potencia máxima conjunta es de 354 CV y, aunque la batería es la misma que la versión básica, su autonomía es un poco menor, de 614 km. Eso sí, la aceleración desde parado es mucho mejor: 5,5 segundos para alcanzar los 100 km/h (1,9 s menos); la velocidad máxima no cambia.
En ambos casos, el sistema eléctrico es de 800 V y admite recargas en corriente continua a un máximo de 320 kW (opcionalmente también puede recargar en postes de 400 V, a diferencia del CLA). Según Mercedes-Benz, en un punto de carga que pueda suministrar dicha potencia solo son necesarios 10 minutos para recuperar 260 km de autonomía en el caso de la versión 250+ y 255 en la 350 4MATIC. En corriente alterna, el cargador embarcado admite un máximo de 22 kW y además es de tipo bidireccional (es decir, que además de cargar la batería, puede hacer lo propio con dispositivos externos).
Para la frenada regenerativa hay cuatro programas distintos, como es habitual en Mercedes-Benz: D-, D, D+ y D auto (este último adapta automáticamente la retención en función de factores como la velocidad, el tráfico o la orografía del terreno). La capacidad máxima de regeneración es de 200 kW y el sistema de climatización, mediante una bomba de calor.
Un detalle técnico llamativo y, por ahora, poco usual, es que en las dos versiones eléctricas disponibles al inicio de la comercialización, Mercedes-Benz utiliza una transmisión de dos velocidades en el eje posterior para mejorar la eficiencia. La primera velocidad hace una reducción de 11:1 a 1 y la segunda, de 5:1. El cambio de primera a segunda no se da en un momento fijo, sino que depende de la aceleración solicitada, el modo de conducción seleccionado o la carga de la batería. Eso sí, por encima de 110 km/h el coche circula siempre con la segunda velocidad engranada.
Más adelante, Mercedes-Benz ampliará la gama con otras versiones eléctricas (es probable que una de ellas sea técnicamente similar al CLA 200, donde tiene 224 CV y una batería LFP de 58 kWh) y una híbrida no enchufable con tres niveles de potencia. De esta última, los únicos detalles facilitados son que tendrá un motor de gasolina de 1,5 litros de cilindrada (código M252), uno eléctrico de 27 CV integrado en la caja de cambios (que es de doble embrague y tiene ocho relaciones) y una pequeña batería con 1,3 kWh de capacidad. Funciona con una red eléctrica adicional de 48 voltios, como en la mayoría de vehículos híbridos ligeros, pero en este caso puede mover el coche sin la intervención del motor de combustión siempre y cuando la demanda de potencia sea pequeña.
Del habitáculo, el aspecto que más llama la atención es el salpicadero, en el que hay hasta tres pantallas unidas bajo una misma superficie —sistema MBUX Superscreen, recientemente estrenado en la gama CLA—. El tamaño de cada una de las pantallas (y también su diseño) coincide con el del CLA: 10,25 pulgadas para la instrumentación y 14 tanto para la del sistema multimedia como para la que hay frente al pasajero (que será opcional).
El sistema operativo del MBUX Superscreen es el MB.OS, que según la marca es más rápido que el del modelo anterior, tiene más funciones, un navegador más eficaz e intuitivo en su funcionamiento (Google Maps) y un asistente de voz virtual que permite una interacción con el coche más fluida y natural. Este mismo sistema operativo también se encarga del funcionamiento de los asistentes a la conducción y de algunas funciones del sistema propulsor eléctrico (sobre todo relacionado con la carga de la batería).
En el nuevo GLB podrá haber cinco o siete plazas y dos o tres filas de asientos, como en los GLB y EQB actuales. Eso sí, Mercedes-Benz afirma que en las dos primeras filas de asientos hay más espacio libre hasta el techo y en la segunda, también más hueco para las piernas (lo comprobaremos tan pronto como podamos medir una unidad). Las versiones de siete plazas tendrán de serie unas banquetas con ajuste longitudinal y respaldos con varios ángulos de inclinación en la segunda fila, una funcionalidad que será opcional en las versiones de cinco plazas. En la tercera, Mercedes-Benz afirma que podrán viajar confortablemente personas de hasta 1,71 metros de estatura.
Otro de los aspectos más llamativos del nuevo GLB es el techo panorámico opcional, que además de tener un sistema con el que se puede cambiar su opacidad de manera automática —tiene una lámina de cristal líquido que reacciona a la corriente eléctrica—, incluye iluminación ambiental con proyección de numerosas estrellas (imagen). De serie, el GLB llevará un techo panorámico más sencillo, sin estas funcionalidades (ni siquiera una cortinilla) pero con un tratamiento que reduce la entrada del calor de la luz solar al habitáculo.
La capacidad del maletero difiere en función de la configuración de asientos que se pida: 540 litros en las versiones de cinco plazas y 480 l en las de siete (con dos en posición de servicio, eso sí). Abatiendo los respaldos de la segunda fila —que están divididos en tres porciones; 40:20:40—, pasa a tener 1715 y 1605 l de capacidad, respectivamente. Además hay un segundo maletero bajo el capó (o «frunk») de 104 litros donde, según Mercedes-Benz, es posible llevar «tres balones de fútbol, una caja de bebidas o una tienda de campaña compacta».
Además de los elementos de equipamiento mencionados a lo largo de este texto, el GLB 2026 podrá llevar otros como unas llantas de hasta 20 pulgadas, una suspensión adaptativa, una parrilla con 97 estrellas y el logotipo de la marca retroiluminados (en las versiones eléctricas), los limpiaparabrisas VISION CONTROL (el líquido se proyecta directamente desde la propia escobilla y de manera uniforme), los raíles de techo o los faros matriciales MULTIBEAM LED (de serie son más sencillos, LED high performance).