Honda CR-V (2019) | Impresiones del interior

07/02/2019 |Pablo David González (@PD_Gonzalez) y Alfonso Herrero (@alf_reguart)

La fila delantera es espaciosa en todas las direcciones y los asientos tienen un mullido y unas formas que los hacen cómodos, aunque a nuestro juicio no tanto como los del CR-V anterior, que recogían muy bien el cuerpo. Solo el del conductor puede tener ajustes eléctricos y únicamente si se elige el nivel de equipamiento Executive, el más caro (no obstante, el ajuste lumbar eléctrico es siempre de serie). El volante se puede regular en profundidad y altura (manualmente). La postura de conducción corresponde a la de un SUV, es decir, se va sentado más alto con respecto al piso que en un turismo y con las piernas más flexionadas.

Los plásticos del salpicadero tienen buen aspecto y están bien ajustados. Los listones decorativos pueden ser de imitación de aluminio (imagen) o madera (imagen). En las plazas delanteras hay muchos huecos para vaciarse los bolsillos, incluido uno de gran tamaño bajo el apoyabrazos central (imagen). Muchos de ellos (cajón en el salpicadero, guantera y bolsas de las puertas) no tienen un recubrimiento de goma o textil para que lo que se deposita ahí no resbale con facilidad y no haga ruido con las vibraciones. Honda conserva la pieza almohadillada en la consola donde apoya la pierna derecha del conductor, pero la del lado del pasajero es ahora un plástico duro.

El cuadro de instrumentos está compuesto por una pantalla central de 7 pulgadas donde se muestra mucha información (imagen) y un indicador a cada lado —para el nivel de combustible y la temperatura del motor— mediante una escala luminosa que no siempre se lee bien. Con el nivel de equipamiento Executive también hay un sistema de proyección de información sobre una lámina de plástico (imagen), la misma solución que usa Peugeot en el 5008.

El velocímetro digital, el cuentarrevoluciones y el indicador de marcha recomendada ocupan un espacio permanente en el área superior de la pantalla de la instrumentación. En la parte inferior, el conductor puede decidir qué información del ordenador de viaje visualizar. Algunas posibilidades son los datos de consumo y autonomía, las indicaciones del GPS y la radio seleccionada (imagen). Como sucedía en el anterior CR-V, y en general en todos los Honda, la navegación por los menús del ordenador de viaje es tediosa por la forma en que están organizados y por la cantidad de pulsaciones que en ocasiones hay que hacer hasta llegar a la opción deseada. Los mandos de manejo están en el lado izquierdo del volante (imagen), aunque para realizar algunas acciones, como cambiar del ordenador parcial A al B o hacer un reseteo de los datos, hay que pulsar un bastoncillo fino y alargado que sale de la parte superior derecha de la instrumentación.

El manejo del sistema multimedia «Honda Connect» (de serie en todos los niveles de equipamiento, menos en Comfort) es más intuitivo que el de la instrumentación, pero la calidad de los gráficos de la pantalla —también de 7 pulgadas—, su sensibilidad al tacto y la velocidad de respuesta del procesador informático transmiten la impresión de estar utilizando un sistema de calidad media-baja, lejos de algunos más avanzados como el SYNC3 de Ford y el Columbus de Škoda. El sistema de navegación Garmin del CR-V no tiene en consideración el estado del tráfico en el cálculo de las rutas y su base de datos de carreteras no se actualiza de forma automática, por lo que es preferible utilizar el navegador del móvil a través de las aplicaciones Android Auto de Google o CarPlay de Apple.

Las puertas traseras abren en un ángulo de hasta 85 grados, que es más de lo que hemos medido en cualquier otro coche. A modo de referencia, en un Nissan X-Trail el ángulo máximo es 80º, en un Peugeot 5008 es 68º, en un Mitsubishi Outlander y en un Škoda Kodiaq es 67º, mientras que en un Volkswagen Tiguan Allspace es 66º. Esta característica del CR-V facilita que el acceso al interior y las tareas para colocar a un niño en su silla.

Las fijaciones Isofix están en las plazas laterales y se localizan tras una cubierta del tapizado que hay que levantar (antes no la tenían y era más complicado anclar las sillas). Con dos sillitas infantiles ocupándolas, no queda espacio entre ellas para que alguien se pueda sentar. Quien tenga esta necesidad es mejor que opte por el Peugeot 5008, que además tiene Isofix en la plaza central.

En las versiones de siete plazas, esta fila de asientos se puede desplazar 15 centímetros en sentido longitudinal; en las versiones de cinco plazas, no porque es fija. En ambos casos, hemos medido 80 centímetros de espacio para las piernas (en la versión de siete plazas colocando la fila en la posición más retrasada), por lo que es mejor en esta medición que el Škoda Kodiaq (75 cm), el Mitsubishi Outlander (75 cm), el Volkswagen Tiguan Allspace (75 cm) y el Peugeot 5008 (78 cm). El respaldo tiene dos inclinaciones diferentes. Tabla comparativa de mediciones del interior.

El mecanismo de acceso a la tercera fila nos parece complicado. Primero hay que tirar de una cincha y desplazar el asiento a lo largo de los 15 centímetros; luego, tirando de otra, hay que pivotar todo el asiento hacia delante. Es una operación difícil para un niño porque requiere demasiada fuerza, a pesar de los muelles neumáticos que la asisten. El aspecto positivo, que lo hay, es que deja un acceso libre de obstáculos. En el plástico del marco de la puerta hay un hueco donde meter la mano para ayudarse a subir.

Estás dos plazas traseras —que se pueden usar a la vez o independientemente— tienen espacio suficiente para un niño. La altura hasta el techo limita su uso a aquellos que midan más de 1,70 metros. El espacio para las piernas disponible depende de la posición en la que se coloque el asiento de la segunda fila a lo largo de sus 15 cm de regulación, pero tampoco es grande y, sobre todo, obliga a ir con las piernas muy flexionadas porque el piso está muy alto. El Outlander y el Kodiaq son preferibles si se necesita espacio en esta fila; ambos cuentan con la ventaja de que sus carrocerías son nueve centímetros más largas (ficha técnica comparativa).

Otras diferencias entre las versiones de cinco y siete plazas son la situación del carrete del cinturón de seguridad la plaza central —colocado en el techo en la de cinco, en el respaldo del asiento en la de siete— y la cortinilla cubre equipaje o, mejor dicho, su ausencia en el CR-V de siete plazas.

La versión de cinco plazas tiene 561 litros de capacidad en el maletero. Son 28 litros menos que antes, pero sigue siendo uno de los más capaces. No obstante, hay alternativas con más maletero, como el Peugeot 5008 (702 l), el Škoda Kodiaq (650 l), el Toyota RAV4 (580 l) y el Nissan X-Trail (565 l). La versión de siete plazas tiene 472 litros con cinco asientos en uso y 150 litros si los siete están en posición de servicio (imagen). En el primer caso, le mejoran el Kodiaq y el Outlander (560 y 519 litros respectivamente); en el segundo, solo el Kodiaq (270 l), el resto ofrece una capacidad de carga similar.

Con independencia de si es la versión de cinco o siete plazas, el tablero que hace de piso del maletero se puede colocar a dos alturas (imagen e imagen). En la superior, queda enrasado con el borde de carga y con los respaldos de los asientos traseros cuando están abatidos (imagen). Los asientos de la segunda fila de las versiones de cinco plazas se abaten accionando unas palancas que hay en los laterales del maletero (imagen e imagen), o bien, utilizando los tiradores de la parte superior de los respaldos (imagen). En las versiones de siete plazas, la segunda fila se abate tirando de una cinta de tela que sale de los respaldos (son unas cintas como las que se ven en esta imagen para los asientos de la tercera fila).

Honda ha corregido la iluminación en el maletero. Antes había una luz en el techo, cuyo haz no servía de nada si se quería buscar algo con la cortinilla colocada; en el nuevo hay dos puntos de luz, uno a cada lado de las paredes maletero. Cada una tiene su interruptor, por si se quieren desconectar. También hay una toma de corriente de 12 voltios en el lateral izquierdo (imagen). En las versiones de cinco plazas con motor de gasolina, hay una rueda de repuesto de emergencia bajo el piso (imagen). En el resto (versiones de siete plazas e híbridas), hay un conjunto de utensilios para la reparación de pinchazos. 

El portón de apertura eléctrica —que solo se tiene si se adquiere el equipamiento Executive— tiene dos mejoras. Ahora es posible abrirlo y cerrarlo con un gesto del pie (dando una patada al aire debajo del parachoques) y también se puede programar el ángulo de apertura (en el anterior era un problema al instalar ciertos cofres en el techo, dado que golpeaba contra ellos al abrirlo). Ambas funciones están disponibles en modelos de la competencia desde hace tiempo.

Todos los asientos, excepto la plaza central trasera, pueden tener la función de calefacción. En el caso de los traseros, solo la banqueta; en los delanteros también los respaldos. Para el volante también hay disponible un sistema de calefacción. Hay cuatro tomas de corriente USB, dos en las plazas delanteras (de 1,0 y 1,5 A, imagen) y dos en las traseras (de 2,5 A; imagen) pero ninguna superficie de recarga inalámbrica.