Mercedes-Benz SL 63 AMG y SL 65 AMG (2012) | Información general

07/05/2012 |Javier Moltó

La segunda generación del Mercedes-Benz SL 63 AMG, que tiene un motor turboalimentado de ocho cilindros en V y 537 caballos de potencia, ya está a la venta. Se puede adquirir desde 181 500 €. Con el paquete «AMG Performance», que cuesta 17 523 €, la potencia máxima llega a 564 caballos (resulta interesante repasar el listado de equipamiento del SL 63 AMG, incluso para quien no piense comprarlo, porque da mucha información solo con pinchar en los diferentes paquetes para ver lo que contienen).

El SL 65 AMG (630 CV) también estará disponible en los próximos meses, si bien en el momento de escribir esta crónica todavía desconocemos su precio, que se situará alrededor de los 270 000 €, una estimación tomando como referencia el precio del SL 63 AMG. Son las dos versiones más potentes del Clase SL. En el anterior Clase SL, las versiones AMG daban 525 y 612 caballos respectivamente (más información).

La lista de descapotables de potencia parecida es larga y tan solo dos de ellos son más asequibles que el SL AMG, el Jaguar XKR y el XKR-S; el Audi R8 Spyder y el Porsche 911 Turbo Cabriolet tienen un precio similar (listado de descapotables, ordenado por precio, con motor de entre 500 y 600 CV). Si hacemos la búsqueda de cupés, hay varios que son mucho más asequibles, como el Nissan GT-R, el Chevrolet Corvette y el Jaguar XKR-S. El Audi R8 5.2 FSI y el Porsche 911 Turbo también cuestan algo menos (listado de cupés con motor de 500 a 600 CV, ordenado por precio).

He conducido el coche bajo un diluvio durante gran parte del recorrido. Necesito hacerlo en mejores condiciones para opinar sobre su respuesta cuando se le intenta sacar partido a los 564 caballos de las dos unidades que he llevado. A velocidades alcanzables por casi cualquier otro coche resulta cómodo y agradable de conducir. Amplío la información en Impresiones de conducción. Uno de los inconvenientes del SL AMG como descapotable es que el techo ni se abre ni se cierra mientras el coche avanza. Para cubrir o descubrir el coche es necesario estar completamente parado. En todos los SL, no sólo en los AMG, hay tres opciones de techo (más información del Mercedes-Benz SL no AMG).

Los AMG se distinguen visualmente de las otras versiones del Clase SL por su aspecto exterior — paragolpes, parrilla, alerón y faldones de distinto diseño (galería de imágenes)— y por elementos decorativos del habitáculo (galería de imágenes). Mecánicamente, la diferencia se basa en la mayor potencia de sus motores.

SL 63 AMG

El SL 63 AMG tiene la velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h —300 km/h con el paquete «AMG Performance»— y acelera de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos, casi el mismo tiempo que emplea un XKR-S y más que un R8 5.2 y un 911 Turbo (ficha comparativa).

Su motor tiene menor cilindrada que el anterior (5,5 litros, 750 centímetros cúbicos menos) y 12 caballos más de potencia. La potencia máxima, 537 CV, puede incrementarse hasta 564 CV si se adquiere el paquete «AMG Performance». Es el mismo motor que llevan las versiones AMG del Clase E y del Clase CLS, pero con más potencia (información técnica).

Con relación al SL 63 anterior, que era atmosférico, es destacable la reducción del consumo del 30%. El consumo medio del SL actual es de 9,9 litros cada 100 kilómetros y el del anterior era de 14,1 litros (comparativa de fichas técnicas). ¡El consumo urbano ha descendido de 21,7 a 13,9 litros cada 100 kilómetros! Buena parte de esta reducción de consumo se debe a que ahora tienen un sistema de parada y arranque automático del motor («ECO start/stop») en las detenciones. El SL 63 AMG es de los descapotables de más de 450 CV que menos gasta, sólo por detrás de otros modelos de Mercedes-Benz, aunque claramente menos potentes como el E 500 de 408 CV y el SL 500 de 435 CV. Un Jaguar XKR Cabrio de 510 CV o un Ferrari California de 460 CV consumen por encima de 12,0 l/100 km (listado comparativo).

El cambio es el automático de siete velocidades que Mercedes-Benz denomina «AMG Speedshift MCT». No es la caja de siete relaciones que tienen otros modelos de Mercedes-Benz («7G-Tronic Plus»), ya que tiene un embrague multidisco en baño de aceite, en lugar de un convertidor de par. Tiene cuatro programas: «C» («Controlled Efficiency»), «S» («Sport»), «S+» («Sport Plus») y «M» («Manual»). Con cada uno aumenta la velocidad a la que se producen los cambios en un 20, 40 y 50% respecto al modo «C». Hay una función («Race Start») que permite salir desde parado con la máxima aceleración posible.

Las llantas de aleación de serie son de 19 pulgadas y van montadas en neumáticos 255/35 delante y 285/30 detrás. El sistema de frenos está formado por discos de 390 milímetros delante y de 360 detrás. Opcionalmente, hay disponible un equipo con discos cerámicos.

Las dos versiones AMG del Clase SL tienen suspensión activa «ABC» («Active Body Control»), con dos programas: «Sport» y «Comfort». El SL 65 AMG tiene unas especificaciones diferentes a las del SL 63 AMG —y a las del resto de versiones del Clase SL que pueden tener este tipo de suspensión—.

La dirección asistida es eléctrica con asistencia variable, sin desmultiplicación variable. El control de estabilidad tiene tres modos de funcionamiento, incluido uno («SPORT Handling») menos «intrusivo» para realizar conducción «deportiva». Opcionalmente puede tener dos elementos del «AMG Performance Studio»: un diferencial trasero bloqueable y una suspensión diferente. en cualqueir situación, cuando se pisa el freno, el sistema de control de estabilidad recupera la plena funcionalidad.

La carrocería es de aluminio, como en el SLS AMG, y la tapa del maletero es de fibra de carbono. En el caso del SL 63 AMG, el peso se ha reducido 125 kilogramos con respecto al modelo anterior; en el del SL 65 AMG, en 170 kg (Ficha comparativa de los dos SL 65 AMG).

SL 65 AMG

Lleva un motor V12 de 6,0 litros sobrealimentado mediante dos turbocompresores. Da 630 CV y un par máximo de 1000 Nm entre 2300 y 4300 rpm. El cambio es diferente al del SL 63 AMG. Lleva la transmisión automática de convertidor de par y siete velocidades «7G-Tronic Plus».

Acelera de 0 a 100 km/h en 4,0 segundos —0,2 segundos menos que el SL 63 AMG— y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h. Está limitada electrónicamente. Consume 11,6 l/100 km, un 17% menos que el anterior SL 65 AMG. Gasta de forma parecida a un Ferrari 458 Italia Spider de 578 CV (11,8 l/100 km) y algo menos que un SLS AMG de 571 CV (13,2 l/100 km) o un Lamborghini Gallardo LP570-4 Spyder (13,6 l/100 km).

El SL 65 AMG lleva unas llantas de aleación de igual tamaño que el SL 63 AMG: 255/35 R19 en el eje delantero y 285/30 R19 en el trasero. Opcionalmente puede tener unas, del « AMG Performance Studio», de medidas 255/35 R19 y 285/30 R20, respectivamente.

Equipamiento

El equipamiento de ambas versiones es muy similar. Llevan de serie elementos como control de atención del conductor («ATTENTION ASSIST»), la suspensión adaptable, el navegador con cargador de 6 DVD, los faros de xenón con iluminación adaptativa («ILS») y el paravientos.

Está disponible un techo con la sección superior de cristal, denominado «MAGIC SKY CONTROL». Pulsando un botón, se oscurece ese cristal para reducir la cantidad de luz y calor que entra en el habitáculo. Es similar al que puede tener el Clase SLK (vídeo).

Otros elementos de los que se puede disponer son asientos con calefacción y ventilación y/o con calefacción en los reposacabezas («AIRSCARF»), programador de velocidad activo («DISTRONIC PLUS»), protección previa a la colisión («PRE-SAFE»), alerta por cambio involuntario de carril, detector de obstáculos en el ángulo muerto, equipo de sonido «Bang & Olufsen» o asistente de aparcamiento («PARKTRONIC»).

Hay varios paquetes del «AMG Performance Studio» como el «AMG Performance» que incrementa la potencia del motor del SL 63 AMG o el «AMG Exterior Carbon» que supone que la parte baja del paragolpes delantero, la carcasa de los retrovisores exteriores y el alerón sean de fibra de carbono. También se puede elegir entre varios modelos de llantas de aleación, de diferente tamaño, diseño y color.

Esta es la segunda generación del SL 63 AMG. La primera llegó al mercado en 2008 junto al SL 65 AMG (más información). Tenían 525 y 612 CV, respectivamente. Anteriormente hubo un SL 55 AMG de 476 CV (más información), así como la primera generación del SL 65 AMG. En 2006 ambos fueron actualizados (más información). En 2008, Mercedes-Benz lanzó el SL 65 AMG Black Series, una versión especial con 671 CV (más información).

Mercedes-Benz ha comercializado más de 26 500 unidades del SL 55 AMG, SL 63 AMG y SL 65 AMG desde que lanzó la primera generación en 2001.

Precio del seguro

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