Audi A1 Sportback (2019) | Información general

19/02/2019 |Mario Garcés (@mgarces83) y Pablo David González (@PD_Gonzalez)

El A1 Sportback 2019 está a la venta desde 21 940 euros. Por el momento, sólo las versiones 30 TFSI, que tienen un motor de gasolina de 1,0 litros y 116 CV, cuyo funcionamiento nos parece mejor cuando va asociado a la caja manual que a la automática. Su consumo de carburante es normal en términos absolutos y alto en comparación con el de sus alternativas por potencia y peso. Precio, equipamiento y fichas técnicas de la gama Audi A1 Sportback 2019. También hay un modelo derivado de este A1 Sportback que se caracteriza principalmente por tener una carrocería con más altura libre al suelo, el Audi A1 citycarver.

Está fabricado sobre la plataforma modular MQB A0, la misma que SEAT utiliza en el Ibiza y el Arona y Volkswagen en el Polo. La carrocería mide 4,03 metros de longitud, 1,74 m de anchura y 1,41 m de altura, por lo que es más larga, igual de ancha y un poco más baja que la del A1 Sportback 2015, el modelo al que reemplaza —ficha comparativa—. A diferencia de este, no habrá versión de tres puertas. 

No hay ningún otro modelo de similares características con un precio de venta más elevado. El más próximo es el MINI One 5 puertas de 102 CV, que es 840 euros más asequible. El Audi es más potente, más rápido acelerando y tiene un consumo medio homologado inferior —ficha técnica comparativa—. Creemos que puede ser un más agradable que el MINI para quien busque un coche de uso diario, y menos excitante que este para quien aspire a cierto desempeño deportivo. Como sucede con el MINI, el A1 Sportback puede ser ampliamente personalizado a costa de un desembolso adicional grande. Desde nuestro punto de vista, el poder contar con cierto equipamiento exclusivo y el poder personalizarlo son, prácticamente, los únicos aspectos que lo distinguen de modelos más baratos del mismo tamaño.

Un Mazda2, un SEAT Ibiza o un Volkswagen Polo, por ejemplo, son coches mucho más baratos —ficha técnica comparativa—, pero que ofrecen un confort de marcha y de aislamiento similar al del A1. El DS 3, que sólo está disponible con cambio automático, también es más barato —ficha técnica comparativa—.

Respecto al A1 de primera generación la amplitud ha mejorado mucho delante y un poco detrás. Ahora está más cerca de los mejores entre sus competidores, pero no es mejor que un Volkswagen Polo ni que un Škoda Fabia. El equipamiento disponible es grande y quizás sea esta la característica que más valore quien esté interesado en un A1, pues por calidad de acabados y de materiales no ofrece un salto tan grande como su precio podría hacer pensar; más bien, lo contrario. Lo detallamos en las Impresiones del interior.

Por ejemplo, se puede pedir la carrocería en diez colores diferentes y, opcionalmente, el techo en dos colores diferentes, negro Mitos o gris Manhattan. También pueden ser de otro color las carcasas de los retrovisores —imagen—, las molduras del paragolpes —imagen— o las taloneras —imagen—; el logotipo de Audi —imagen—, en color oscuro y las llantas, en color bronce, negro o blanco —imagen—. Este último detalle, las tomas de aire bajo el capó —imagen— y algunos elementos más de la carrocería están inspirados en el diseño del Audi Sport quattro de 1984 y en el del Ur quattro.

Durante los primeros meses de comercialización estará disponible una edición especial denominada «epic edition», con equipamiento S-Line y una configuración exclusiva. En nuestra galería de imágenes hemos incluido fotografías a muchos detalles, pues la unidad que hemos probado tenía este equipamiento. Hay otras tres configuraciones posibles o niveles de equipamiento: básico, advanced, S line y Black line.

A lo largo de los próximos meses, la gama irá creciendo con las siguientes versiones: 25 TFSI —1,0 litros y 95 CV—, 35 TFSI —1,5 litros y 150 CV— y 40 TFSI —2,0 litros y 200 CV—. Están pendientes de homologación. Durante la presentación internacional condujimos todos menos el de 95 caballos. En las Impresiones de conducción contamos qué nos han parecido, aunque a grandes rasgos nos han gustado más el de 115 y el de 200 caballos. En todos los casos el motor es de gasolina, está sobrealimentado mediante un turbocompresor y tiene un filtro de partículas. Los motores de las versiones 25 y 30 TFSI son de tres cilindros y los otros dos tienen cuatro.

La caja de cambios puede ser manual seis velocidades o automática de doble embrague y siete relaciones —el 40 TFSI es siempre automático—. La tracción es siempre en las ruedas delanteras.

El A1 Sportback 2019 puede tener tres tipos de suspensión: la de serie, una deportiva —con un ajuste más firme y sin coste adicional— y otra con amortiguadores controlados electronicamente y varios niveles de ajuste predefinidos. En la versión 25 TFSI de 95 CV, Audi utiliza tambores para el sistema de frenos del eje posterior; para el resto utiliza discos. Las llantas pueden ser de entre 15 y 18 pulgadas de diámetro.

El maletero tiene 335 litros de capacidad, 65 litros más que el A1 Sportback 2015 y es uno de los más grandes de entre los modelos contra los que compite —listado de turismos de 5 puertas de entre 3,90 y 4,10 metros de longitud—, si bien el Volkswagen Polo o el SEAT Ibiza, modelos con los que comparte plataforma, lo superan en 16 y 20 litros respectivamente. El piso se puede colocar a dos alturas distintas: en la superior se obtiene una superficie de carga completamente plana al abatir los respaldos de los asientos posteriores y en la inferior, el máximo volumen de carga.

La instrumentación está compuesta siempre por una pantalla, aunque hay dos tamaños disponibles. La que viene de serie es de 10,25 pulgadas y tiene menos funciones y configuraciones posibles que la opcional, cuya pantalla mide 12,3 pulgadas —es el sistema «Virtual Cockpit» que Audi utiliza en otros modelos de su gama; imagen—.


La consola central está orientada hacia el conductor —13 grados con respecto al eje transversal del vehículo—. Hay dos sistemas multimedia, uno con una pantalla de 8,8 pulgadas y otro con una de 10,1. Ambos son compatibles con Android Auto y Apple CarPlay. El sistema más avanzado tiene la función de reconocimiento de escritura y de órdenes vocales y el procesador informático que Audi utiliza en el A6A7 Sportback y A8. Los mandos para el manejo del climatizador bizona están colocados por debajo de esta pantalla y todos ellos son físicos, sin superficies táctiles como en los otros tres modelos recién citados.

En la parte inferior de la consola hay una entrada USB y otra USB de tipo C, además de una toma de corriente de 12 voltios. También puede haber una superficie para la carga inalámbrica de teléfonos móviles en el hueco que hay justo delante de la palanca del cambio. El freno de estacionamiento es mecánico, mediante palanca —en el Audi A3 es eléctrico, se maneja con un botón—.

Algunos de los sistemas de ayuda a la conducción que puede tener el A1 Sportback —bien de serie, bien en opción— son un programador de velocidad activo —funciona hasta 200 km/h—, un sistema de reconocimiento de señales de tráfico —puede funcionar en conjunción con el programador para adaptar automáticamente la velocidad a la máxima de la vía—, un sistema de frenado automático de emergencia —con capacidad para reconocer a vehículos, ciclistas y peatones, «incluso con niebla»—, una alerta por cambio involuntario de carril —con capacidad para hacer fuerza sobre la dirección para evitar la salida del carril—, una alerta por presencia de vehículos en el ángulo muerto de los retrovisores y un sistema de aparcamiento semiautomático —el coche mueve la dirección, mientras que el conductor se debe hacer cargo de acelerar y frenar—. Los faros pueden ser halógenos o, en opción, de ledes tanto para cortas como para largas.

El A1 Sportback 2019 se fabrica en España, en la planta que SEAT tiene en Martorell —Barcelona—.