El motor de aluminio 1.8 VVTL-i del Celica Toyota Sport es distinto del 1.8 VVT-i, con cambios que han incrementado su potencia desde 143 CV a 6.400 rpm hasta 192 CV a 7.800 rpm. Para poder llegar a un régimen tan alto, Toyota disminuye la carrera y aumenta el diámetro. La relación de compresión es más alta (desde 10 a 1 hasta 11,5 a 1) y ha aumentado el diámetro de las válvulas de admisión.
Un elemento clave es el sistema de distribución variable VVTL-i (Variable Valve Timing Lift-intelligent ). La novedad de dicho sistema con relación al VVT-i (sin «Lift») es que varía el alzado de la válvula, además del momento de apertura.
El resultado es un motor capaz de subir mucho de vueltas, con mucha potencia y par máximos a pesar de su baja cilindrada. A régimen de par máximo —6.800 rpm— da 159 CV de potencia; una cantidad que ya es notable para un motor de su cilindrada. Para conseguir algo así, lo que ha sacrificado Toyota es la elasticidad; el motor tiene una respuesta más apropiada para un coche de carreras —en el cual siempre se rueda a elevado régimen— que para uno de calle.
Comparado con otros motores de esta potencia, tiene mucha menos fuerza a bajo y medio régimen. Cuando llega a 6.200 rpm, se aprecia un pequeño bache en el motor y comenzamos a sentir un empuje enérgico que lleva hasta el corte de inyección, a 8.200 rpm. El Celica Sport sólo corre de verdad cuando se mueve entre 6.200 y 8.200 rpm, un margen de utilización muy escaso incluso en un coche de competición.
Nuestras mediciones muestran que un Clio Sport 2.0 16V es más rápido. Excepcionalmente, con el Celica Sport hemos realizado un 0 a 100 km/h y ha sido mucho más lento de lo declarado por el fabricante (7,2 s): ha tardado 8,3 sg en acelerar de 0 a 100 km/h y 29,2 sg en cubrir 1.000 m con salida parada. Alcanza la velocidad máxima en 5ª; nuestra unidad de pruebas ha llegado hasta 219 km/h reales (229 km/h de marcador). En recuperaciones no es lento porque tiene seis marchas con un desarrollo adecuado al funcionamiento del motor; hacen que, a igualdad de velocidad, gire más rápido que el de otros coches. Como curiosidad hemos realizado también una aceleración sin superar 6.200 rpm y el resultado delata que bajo ese régimen la potencia es escasa: 0 a 100 km/h en 10,0 s y 0 a 1.000 m en 31,7 s.
Es un motor que, por sus características de funcionamiento, en escasas ocasiones, sacamos partido a sus 192 CV. A partir de 3ª velocidad, para ir por encima de 6.200 rpm rodamos ya a una velocidad considerable (hasta 137 km/h). En 5ª marcha, para llegar al régimen a partir del cual el motor funciona mejor, tenemos que ir ya por encima de 166 km/h. En definitiva, la sensación habitual que tenemos es que conducimos un coche menos potente.
El consumo es el de un buen motor de 1,8 litros en algunas circunstancias. En un uso ágil por carretera y ciudad, el consumo medio que hemos medido ha sido de 12,1 litros/100 km, aunque en un uso mixto conduciendo tranquilo (hasta 120 km/h) ha gastado sólo 7,3 l/100 km. En cambio, si se aprovecha su potencia al máximo, puede llegar hasta 20 litros/100 km.