Opel Grandland (2022) - Prueba | Grandland GSe

11/03/2024 |Enrique Calle

El Opel Grandland GSe es la versión más deportiva —aunque no la más potente— de la gama Grandland. Tiene un sistema de impulsión híbrido enchufable de 300 caballos similar al que está disponible en otros Grandland desde hace tiempo. La principal diferencia está en la batería, que es un poco más capaz en el GSe que en los demás (14,6 kWh frente a 13,2) y que, por tanto, permite recorrer más kilómetros en modo eléctrico (65 km, dos más que el Grandland PHEV de 224 CV).

En marzo de 2024 el Grandland GSe cuesta 51 891 euros (el Grandland GS PHEV de 224 caballos cuesta 45 090 euros; ficha comparativa). Frente a sus alternativas, que son numerosas, se encuentra en una posición intermedia. Listado de SUV híbridos enchufables de entre 4,4 y 4,6 m de longitud con una potencia de entre 250 y 350 CV.

El Grandland GSe tiene ajustes específicos para algunos elementos del chasis y una estética distintiva. En el primer caso, hay muelles más firmes y amortiguadores Koni FSD (Frequency Selective Damping o amortiguadores de frecuencia selectiva) que permiten dar distintos grados de dureza sin usar componentes electrónicos. La dirección también tiene un ajuste específico.

Estéticamente se distingue porque tiene llantas de 19 pulgadas (con neumáticos Michelin e-Primacy 225/50 R19) y un difusor posterior específico. El capó se puede pedir en color negro, que es como aparece en la galería de imágenes. En el interior hay asientos deportivos con la certificación AGR tapizados en piel y Alcantara.

El sistema propulsor híbrido enchufable es el mismo de otros modelos del grupo Stellantis, como el Peugeot 3008 o el anteriormente mencionado DS 7, entre otros. Está compuesto por un motor de gasolina de cuatro cililndros con 200 CV, un motor eléctrico de 110 CV que mueve las ruedas delanteras y otro motor eléctrico de 113 CV que hace lo propio con las traseras (el Grandland GSe es de tracción total, por tanto). La batería de alta tensión tiene 14,6 kWh de capacidad bruta (desconocemos la útil) y admite recargas en corriente alterna a una potencia máxima de 7,4 kW (2 horas para una carga completa, según Opel).

La autonomía en modo eléctrico es de 63 km, un valor intermedio frente a sus alternativas: 70 km el Kia Sportage PHEV, 75 km el Lynk&Co 01 y 65 km el Alfa Romeo Tonale PHEV. Como es habitual, el Grandland GSe tiene una función que permite mantener la carga de la batería a un nivel determinado y otro que la carga utilizando el motor de combustión a modo de generador (algo que no conviene hacer por su bajísima eficiencia).

Es el segundo modelo GSe desde que Opel pertenece al grupo Stellantis; el primero ha sido el Astra GSe.