Mitsubishi Eclipse Cross (2018) | Impresiones del interior

09/07/2019 |Mario Garcés (@mgarces83)

El habitáculo del Eclipse Cross tiene una presentación acogedora y una amplitud normal. Está recubierto de materiales de aparente buena factura, tiene un diseño algo más sofisticado que de costumbre en Mitsubishi y todos los ajustes y materiales son los propios de un coche de su coste, si bien el interior de un Škoda Karoq, al menos si su equipamiento es rico, transmite mayor sensación de calidad (imagen).

La parte superior del salpicadero y de las puertas es de un plástico acolchado, y la parte baja de ambas, de un plástico duro, todos bien ajustados y terminados. Las versiones con tapicería de tela y pespuntes en blanco (imagen) tienen un aspecto más sencillo que las que tienen cuero y pespuntes en rojo (imagen). Mitsubishi dice que los nuevos modelos que lleguen de ahora en adelante tendrán un diseño interior basado en este.

Los huecos que hay para despojarse de bultos pequeños tienen un tamaño normal. El más accesible es el que está bajo la consola central, donde caben un par de teléfonos móviles (imagen). Por detrás de la palanca selectora del cambio hay dos portabebidas (imagen). Hay otro más voluminoso bajo el reposabrazos central, iluminado y con una pequeña bandeja intermedia (imagen). Los bolsillos de las puertas delanteras son suficientemente grandes para colocar un libro y una botella (imagen), y en las traseras hay dos bolsillos, uno mediano para bebidas en la parte baja y otro pequeño, donde pueden dejarse unas llaves en el tirador (imagen). La guantera frente al copiloto tiene un tamaño normal, suficiente para la documentación y un par de chalecos reflectantes. En un SEAT Ateca, por ejemplo, los receptáculos de las puertas son más grandes (imagen e imagen).

La postura de conducción es erguida, con las piernas más flexionadas que en un turismo. Este Mitsubishi lo hemos conducido, por el momento, tres redactores de km77.com. Para los dos de mayor estatura (de algo más de 1,80 metros), la posición al volante no presenta ningún inconveniente. Sin embargo, para el otro, que mide 1,72 m, no es totalmente satisfactoria porque siente que el volante está más inclinado de lo habitual y eso le obliga a separa las manos del torso al agarrarlo por la parte superior (o acercarlas mucho si se regula dejando la parte superior a la distancia adecuada).

En modelos como el Hyundai Tucson o el SEAT Ateca el volante está más cercano a la vertical. Los pedales están bien situados entre sí y respecto al volante y el asiento. En un Peugeot 3008, por ejemplo, un conductor de poca estatura puede sentir que conduce con los pies en una postura algo forzada, parecida a la que se tiene en algunas furgonetas. La visibilidad es buena hacia delante y a los lados, pero no hacia atrás. Pese a que la superficie acristalada es grande en la parte trasera, la partición que hace el alerón en medio de la luneta resta mucho campo de visión por el retrovisor.

La distribución de algunos mandos sigue una lógica un tanto enrevesada que puede conllevar un tiempo de adaptación. Los más usuales, como el climatizador, las luces, o la pantalla táctil están bien situados. Otros, como el mando del ordenador de viaje o el del sistema multimedia, están peor situados o no se manejan con tanta facilidad. El primero tiene tres botones, ubicados a la izquierda de la instrumentación, poco a mano (en esta imagen, arriba). El segundo es una superficie táctil que también admite pulsaciones (no funciona como la pantalla de una tableta, sino que hay que hacer presión con el dedo hasta hacer «clic») y que se usa para moverse por los diferentes menús del sistema multimedia. Aunque funciona bien, no es tan sencillo ni intuitivo de manejar como con un mando giratorio.

Los menús del sistema multimedia (sistema al que Mitsubishi denomina SDA —de Smartphone link Display Audio— y cuya pantalla tiene un tamaño de 7 pulgadas) se van seleccionando según hacia qué lado se mueva el dedo sobre la superficie táctil. Para confirmar hay que pulsar y para regresar a un menú anterior, pulsar otra tecla. Es una forma de seleccionar un tanto imprecisa. Tampoco la navegación por los menús es la más clara, aunque ha mejorado respecto a la que tienen otros sistemas multimedia de Mitsubishi, como el que hay en un Outlander. Además, tiene conectividad con Apple CarPlay y Android Auto. El navegador debe usarse siempre a través de un dispositivo móvil enlazado, con su conexión de datos correspondiente. Esta superficie táctil está colocada por detrás de la palanca del cambio en las versiones con transmisión manual (imagen) y a la derecha en las versiones automáticas (imagen). 

La instrumentación da suficiente información al conductor y está complementada por un dispositivo de información proyectada en el parabrisas (no disponible con los niveles de equipamiento básicos) que se ve muy bien y que da información de la velocidad, las indicaciones del programador de velocidad activo cuando está en funcionamiento, la navegación y algunos avisos como el de puerta mal cerrada o el de detección de obstáculos; imagen). En las Impresiones de conducción contamos cómo funcionan este y otros asistentes.

Durante la semana de pruebas que tuvimos la unidad con motor de gasolina hizo mucho frío en Madrid. Nos ha llamado la atención la eficacia del climatizador. En pocos coches hemos notado que la calefacción sea capaz de calentar el habitáculo tan rápidamente a los pocos minutos de arrancar el coche.

Respecto al Tucson, el 3008, el Ateca y el Karoq, el Eclipse Cross es el que menos altura al techo tiene y el que menos anchura tiene en las plazas traseras. Por contra, puede tener más espacio para las piernas de los pasajeros de la segunda fila si se coloca la banqueta posterior en su posición más retrasada (hasta 75 cm. En esta posición, el maletero tiene su capacidad mínima). En esta tabla están comparadas las mediciones que hemos hecho a los cuatro modelos.

Aunque es el menos amplio, cuatro ocupantes de 1,80 m de estatura pueden viajar desahogados. Las plazas delanteras tienen una buena cota de amplitud a nivel de los hombros (144 cm, igual que en el Ateca y un centímetro más que en el Tucson), y las plazas traseras, pese a la caída que hace el techo, apenas pierden altura. La desventaja de la forma de la carrocería está en el acceso y salida de las plazas posteriores, porque la forma del tercer pilar obliga a agachar mucho la cabeza, incluso a pasajeros de estatura normal (una persona de alrededor de 1,75 m se verá obligada a doblar mucho el cuello para no golpearse).

Comparado con el Mitsubishi ASX (con el que comparte plataforma), el Nissan Qashqai y el Opel Grandland X, el Eclipse Cross es de los más amplios delante, el más estrecho atrás y el segundo con menos altura en todas las plazas (tabla comparativa de mediciones). Los pasajeros de la segunda fila disponen de una toma de corriente a 12 voltios (imagen) y un único plafón de luz sito en el centro del techo (imagen), por lo que disponen de poca luz para, por ejemplo, viajar leyendo.

El volumen del maletero con los asientos traseros colocados en su posición más retrasada, es decir, en la que deja más espacio para las piernas de los ocupantes de la citada fila, es 378 litros en las versiones con tracción delantera y 359 litros en las de tracción total. Es un dato que queda lejos del que ofrecen la inmensa mayoría de sus alternativas, como el Hyundai Tucson (513 litros), el Peugeot 3008 (520 litros) y el SEAT Ateca (510 litros). Ninguno de estos coches puede tener regulación longitudinal de la segunda fila. En un Škoda Karoq con la opción de asientos traseros deslizables, opción llamada VarioFlex, el volumen del maletero en la posición menos favorable es 479 litros. 

Si los asientos traseros se desplazan lo más adelante posible se sacrifica mucho espacio para las piernas (según nuestras mediciones, quedan 55 cm de longitud, muy poco para un adulto). En esa posición, el volumen del maletero es 485 litros. Si se hace lo mismo en un Karoq, el volumen que queda es 588 litros. La inclinación del respaldo de los asientos posteriores es variable, según Mitsubishi en un rango de 16 grados (imagen). 

Bajo el piso del maletero hay una bandeja de plástico compartimentada que ocupa toda la superficie, muy útil para guardar objetos sin que vayan sueltos (la organización de Mitsubishi colocó aquí, por ejemplo, un par de paraguas largos a todo lo ancho, entre otros accesorios), o la bandeja que cubre la carga, que es flexible y retráctil (imagen). Desliza con suavidad, pero no lo hace por una guía y resulta un tanto molesto fijarla en su posición cuando se estira. 

Durante la presentación internacional, un técnico de Mitsubishi nos comentó que hay dos detalles de diseño particularmente costosos en la fabricación del Eclipse Cross (según él, para darle ciertos detalles «de aspecto premium»): la curvatura del salpicadero en la unión entre la consola central y la zona que hay por encima de la guantera, y el drenaje para evitar que el agua de lluvia gotee sobre los pasajeros al abrir las puertas.