El Livan X6 Pro es un SUV de 4,54 metros de longitud con un motor de gasolina de 174 CV (etiqueta C), cambio automático y tracción delantera. Cuesta 26 995 euros (ficha técnica y de equipamiento). No hay nada de características semejantes que sea más barato. Un EBRO S700, un Renault Arkana y un Jaecoo 7 son más caros (ficha comparativa). No obstante, si no nos importa renunciar al cambio automático y a unos cuantos CV, un Dacia Bigster y un KGM Tivoli Grand son más asequibles (ficha comparativa).
Es un vehículo interesante para aquellos que necesiten una solución de movilidad asequible y sin ambiciones: la suspensión es confortable, se cuela poco ruido del motor al interior (excepto cuando se sube de revoluciones), acelera bien (0 a 100 km/h en 9,2 s) y el cambio de marchas funciona con suavidad y una rapidez normal (es de doble embrague húmedo). Lo que menos me gusta es el tacto de la dirección. Es muy malo. Hay un exceso de asistencia que resulta magnífico para maniobrar a baja velocidad, pero horroroso a velocidad de autopista porque el volante parece totalmente desunido de las ruedas.
En definitiva, es un vehículo con unas características de conducción correctas, que no entusiasma, pero que es coherente con su condición de SUV más barato de entre sus iguales. El EBRO S700 y el Jaecoo 7 son más caros, pero también son productos que se sienten más sofisticados.
La carrocería del Livan X6 Pro es muy alta: 1,73 metros. Son tres centímetros más que el EBRO S700, el coche más alto de todos los rivales citados hasta ahora, y son solo 2,3 centímetros menos que un Audi Q7, un modelo mucho más largo y ancho. A pesar de ello, el habitáculo no sobresale por su cota vertical. Delante, yo, que mido 1,85 metros, rozo el techo con la cabeza (con el asiento colocado en su posición más baja). Por otra parte, el volante tiene ajuste en altura, pero no en profundidad y, además, la banqueta del asiento no es particularmente ancha. Con esto quiero lanzar una advertencia a aquellas personas que superen el metro ochenta y cinco o que sean de constitución gruesa: comprobad que el puesto de conducción se adecua a vuestros gustos. El X6 Pro no es de esos coches con ajustes amplios y diversos de volante y asiento que se adaptan a las particularidades de casi cualquier persona. Ahora bien, a quien le resulte placentero ir sentado alto, le gustará el puesto de conducción de este Livan.
En la fila posterior no hay problemas de espacio. Está al mismo nivel que el EBRO S700 y el Jaecoo 7 (tabla comparativa de mediciones interiores), por lo que dos personas de 1,85 metros viajarán holgadamente. No solo hay espacio, también unos asientos confortables por mullido y tacto de la tapicería (cuero artificial). Para esta fila hay una salida central de aire orientable, un puerto USB de tipo A y un reposabrazos abatible en el medio con dos posavasos. El suelo es prácticamente llano.
En el salpicadero hay tres pantallas, una de 12,3 pulgadas para la instrumentación, otra del mismo tamaño para el multimedia y una de 4,2 para el manejo por parte del pasajero (también del conductor, aunque le queda un poco lejos) del climatizador y el sistema de audio. Son pantallas con unas características modestas, su resolución en el caso de las de mayor tamaño es de 1920 x 720 píxeles, pero tienen un buen nivel de brillo y contraste, lo que permite leer bien lo que muestran. El multimedia no es compatible con Android Auto ni CarPlay, pero Livan España entrega los X6 Pro con un adaptador para poder utilizar estos protocolos de manera inalámbrica.
Me ha llamado la atención la verticalidad de la luna frontal y la poca profundidad del salpicadero para lo habitual hoy en día. Salvando mucho las distancias, me ha recordado a un Mercedes-Benz Clase G. Los materiales que Livan emplea para cubrir el habitáculo son de una calidad correcta al tacto. Los hay blandos en la parte superior del salpicadero y duros en la parte superior de las puertas. También hay piezas con un texturizado decorativo en los paneles de las puertas y cuero sintético revistiendo los asientos, los apoyacodos y algunas zonas de la consola. Las piezas están bien ajustadas entre sí y no he apreciado chirridos durante la conducción.
El volumen del maletero, de acuerdo con Livan, es de 359 litros. Es un dato mucho peor que el del EBRO S700 (500 litros) y el Jaecoo 7 (424 l). Sin embargo, según nuestras mediciones, las diferencias con el EBRO y el Jaecoo apenas existen. Es más, en la cota de profundidad el Livan supera a ambos (tabla comparativa de mediciones del maletero). Y la realidad es que el espacio de carga se ve de un tamaño amplio, suficiente para cargar el equipaje de una familia. Debajo del piso hay una rueda de repuesto de emergencia, aunque hay espacio para meter una de tamaño normal (225/60 R18).
No hay niveles de equipamiento y la única opción disponible es el color de la carrocería —Blanco, Gris Niebla, Gris Grafito y Verde—. Son de serie elementos como la apertura manos libres, el arranque por botón, los ajustes eléctricos para el asiento del conductor, calefacción para los dos asientos delanteros, faros de ledes, sensores traseros de aparcamiento, cámara trasera y programador de velocidad (no de distancia, solo velocidad). El equipamiento se puede consultar con mayor detalle en esta sección.
El Livan X6 Pro existe desde 2023, aunque su comercialización en España comienza en abril de 2025. Livan es una marcha china nacida en 2022, de la que participa el grupo Geely. Geely es propietaria total o parcial de marcas como Geely, Lotus, Polestar, smart, Volvo y Zeekr. De hecho, el Livan X6 pro es una variante para la exportación del Geely Vision X6. La garantía es de 5 años o 100 000 kilómetros, lo que antes se cumpla.